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Volvimos a casa al día siguiente del partido que, obviamente, ganaron los Patriotas. Estaba feliz y muy motivado para seguir jugando fútbol pero también quería ver a Emma y abrazarla.

-¿Tienen planes de pasar el 14 de febrero con alguien? -preguntó Kyle. Volteé a verlo con cara de "¿en serio, amigo?" -además de Jack, ya sabemos que a él lo controla Emma.
-Si, Kit-Kat y yo somos pareja, ¿no sé si recuerdes? -dijo Sean.
-¿Por qué? -preguntó Blake. -Nunca nos ha importado pasarlo solos.
-Tampoco estoy completamente solo, ¿Liz? -mencionó el nombre de la chica a la que llevó a Napa.
-¿Vas a salir con ella? -pregunté.
-No, de hecho, quiero invitar a salir a Jade -

Oh por Dios, Jade.

-¿Cabello azul, Jade? -preguntó Sean un poco desconcertado. -¿quieres darle un infarto a tu abuelo?
-Alana llevó a este chico del colegio al cumpleaños de Jamie, -su primo el congresista. -estaba tatuado hasta el cuello y llevaba piercings en el labio y la ceja, y cuando se lo presentó al abuelo él solo sonrió y nos dijo "quiero que sean felices, con quien los haga sentir de esa forma", no tiene sentido seguir siendo infeliz con Liz cuando puedo ser feliz con Jade.
-Con cabello azul y todo -sonreí.
-Igual y le puedo decir que use uno de esos tintes de unas horas para conocer al abuelo -se encogió de hombros. -pero si, la invitaré a salir hoy. 

Blake estacionó la camioneta frente a mi casa, tomé mi maleta por el asiento de atrás y me despedí de mis amigos.

-Nos cuentas como te fue por el grupo -le dije a Kyle.
-Claro, nos vemos hermano -me respondió.

Entré a la casa y ahí estaba Riley con los gemelos, tenía a uno de ellos llorando y al otro pegado al pecho. Debía aceptar que la novia de mi hermano tenía un buen cuerpo, de la cara no era tan bonita pero era muy delgada y alta, con curvas donde se debe tener.

-¿Estás viendo a la esposa de tu hermano, maldito enfermo? -escuché la voz de Emma detrás de mi.
-¿Qué? -volteé a verla. -claro que no, amor, ven aquí.
-Suéltame -se sacudió. -que enfermo eres.
-Emma, detente, no estaba haciendo nada, salúdame -pedí tomando su mano.
-Que me sueltes -sacudió su brazo con fuerza y la tuve que soltar porque sino se lastimaría intentando zafarse.

Ella aprovechó para salir corriendo de la casa, no podía creer que acababa de llegar de un viaje y estábamos teniendo nuestra primera pelea.

-¿Jack? -me llamó Riley. -¿puedes ayudarme a sostener al pequeño Jack para alimentar a su hermana?

Quería seguir a Emma y explicarme pero no podía negarme a ayudarle con un bebé. Caminé a la sala, el niño estaba llorando en su porta bebé y justo cuando me agaché para tomar al pequeño ella sacó uno de sus pechos y tuve todo en primer plano. Rápidamente volteé a otro lado, no quería que Emma tuviera razón, pero ver a la esposa de mi hermano en esas circunstancias si me hacía un enfermo.

-Llevaré a Jack arriba, tengo que desempacar -
-No, hazme compañía -pidió. -además es muy bonito verte convivir con él.
-Pero... -volteé a ver mi maleta en el suelo. -ah da igual, ya está molesta.

Me senté frente a ella.

-¿Ya sabes a donde te irás a la universidad? -preguntó.
-Claro, Alabama -dije sin pensar.
-Uff.. estuve hablando con Emma y ella irá a Yale, demasiado lejos para verse -
-Emma y yo tenemos el dinero para viajar a diario si es necesario, pero nos veremos cada semana -respondí sin mirarla, estaba concentrado en el pequeño Jack que jugueteaba con el teléfono que Emma me había tirado.

Pasó una semana en la que Emma se negó a verme, hablarme o cualquier cosa y yo me estaba volviendo loco. Había pasado tres días sin ir a la escuela y había comenzado a preocuparme, esto no podía ser por mi.

Boys like me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora