Me sentía aturdido y con el corazón en la garganta, me costaba un poco respirar pero culpé a la corbata que rodeaba mi cuello porque a cada segundo que pasaba sentía que estaba más apretada alrededor; volteé a mi alrededor, Aiden estaba al lado de mamá sin moverse con la mirada perdida y extremadamente pálido, mi madre a su lado parecía tan frágil que tenía miedo que se rompiera en algún momento.
Quité mi mirada de ellos y volteé a la puerta esperando ver a George cruzando el umbral, necesitaba a mi hermano mayor porque yo no estaba seguro de poder hacerlo sin él, pero en lugar de ver la cabellera rubia de mi hermano me encontré con una chica castaña de ojos azules, Emma era la única persona que con solo mirarla me daba tranquilidad, claro que todo eso se fue al carajo cuando vi que estaba entrando con un chico del equipo de basquetbol y él la estaba haciendo reír.
Reacomodé mi postura y me tragué las lágrimas y las ganas de lanzarme a los brazos de la chica, nunca nos habíamos dirigido la palabra, por el amor de Dios.-Jack, ¿estás listo? -preguntó el padre, asentí y caminé detrás de él.
Al verme de pie toda la generación se acomodó en sus asientos, los miré detenidamente a todos. Incluso me quedé admirando a Emma unos segundos más de los que debía pero es que estaba hermosa y saber que no era capaz de acercarme me daban ganas de arrancarme la cabeza.
-Gracias a todos por asistir -dije claramente pero después sentí como un nudo de formaba en mi garganta de nuevo y tardé unos segundos para ser capaz de pronunciar algo. Intenté distraer la atención de todos a mi cabello por lo que lo revolví un poco, ahora estaba peor que antes. -a mi padre le hubiera gustado verlos a todos aquí reunidos, adoraba San Francisco y las personas en el, así que como yo, sé que muchos de ustedes lo van a extrañar.
Bajé del altar y regresé a mi lugar junto a Aiden, sabía que las personas esperaban un largo y hermoso discurso sobre la vida de mi padre y de cómo había sido una gran persona, un gran médico y un gran padre, esperaban que les contara anécdotas que compartimos cuando yo era más pequeño o les hablara de la primera vez que me llevó a una práctica de fútbol pero ahora mismo mi cerebro no era capaz de formular todas esas oraciones, ni siquiera era capaz de recordar que día era solo sabía que los días se habían detenido en el momento que me dieron la noticia.
No supe en qué momento terminó todo pero sabía que quería irme de ahí a cómo diera lugar.-Hermano -me abrazó Kyle. Mis tres mejores amigos estaban ahí apoyándome en el peor día de mi vida. -lo siento mucho.
-Gracias, chicos -respondí y retrocedí.
-¿A dónde vas? -preguntó Blake.
-Lo siento, tengo que irme -Me quité la corbata en el camino hacia el auto que había sido de mi padre, pude ver como Emma me miraba cuando salía a 140 kilómetros por hora. La primera parada que hice fue en una tienda de licores, no era común en mi beber pero en estos momentos lo único que quería era olvidar hasta mi nombre.
-Buenas tardes -me dijo la chica de la caja registradora.
Volteé a verla y esbocé una sonrisa coqueta, necesitaba que me vendiera alcohol sin identificación pues no tenía la de George conmigo. Seguro que tenía un pinta malísima, con la camisa fuera de mis pantalones y los primeros botones desabrochados, el cabello desarreglado y ojeras que me llegaban a las mejillas pero a las chicas no les importaba, sabía lo guapo que era, las chicas se arrojaban a mis pies pero la verdad es que no me interesaba nadie para algo más que un polvo. Tomé dos botellas del whisky más caro que tenían en la estantería y caminé a la caja.
-Hola, bonita -susurré con voz gruesa y seductora a la chica.
-Hola.. -su voz temblaba.
-Soy Gabriel -siempre me cambiaba el nombre para estas cosas. -¿cual es tu nombre?
-Anna -
-Un hermoso nombre para una hermosa chica -Dios, que frases tan clichés estaba usando.
-Gracias -se sonrojo y bajó la mirada.
-¿Podrías cobrarme y darme tu número? Quisiera invitarte a salir un día de estos -
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Boys like me.
Literatura FemininaLa vida del chico pródigo de una familia adinerada de San Francisco se resume en tres cosas: su familia, sus amigos y el fútbol americano. Pero todo cambia con la muerte de su padre. Jack Scriver tendrá que aprender a vivir con un nuevo vacío y lle...