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Lo cansado del viaje no era en sí, el viaje, sino el día después del viaje al cual llegaríamos directo a darnos una ducha e irnos a la escuela.
Estaba por entrar a la propiedad de los Schreave cuando vi salir el Mercedes de Emma, ella estaba conduciéndolo así que la miré y fruncí el ceño; inmediatamente marqué su número.

-¿No puedes vivir una hora sin mi, huh? -sonrió saludándome con la mano.
-Sabes que no, nena -sonreí. -¿por qué no dejas tu coche y te llevo a la escuela?
-Siempre conduces tu, ¿por que no te llevo ahora yo a la escuela? -preguntó riendo.
-Pasa por mi a mi cochera, lo dejaré -
-Entendido -dijo.

Ambos colgamos y yo volví a dejar el coche dentro, eran pocas las veces que yo no conducía y no era porque no me gustara como maneja ella o algo así, sino porque me encantaba conducir, me relajaba y me hacía sentir en control.

Emma se detuvo afuera de mi cochera mientras la cerraba con la clave, solo mi madre, Aiden y yo la sabíamos, ni siquiera George y mucho menos Riley la conocían; bajó el vidrio de la ventana del conductor y me sonrió.

-Hola, guapo -me miró de forma seductora. -¿necesitas que te lleve?
-Uff... no creo que a mi novia le haga gracia que vaya con alguien tan hermosa -respondí haciéndome el difícil. -¿tú que opinas?
-Yo digo que te arriesgues -me guiñó.

Solté todo el aire de mis pulmones para después subir el cierre de mi bomber jacket y ponerme mis lentes oscuros.

-No le digas a nadie -dije mientras abría la puerta y me acercaba a besarla.
-Shh... Tú secreto está a salvo -dijo antes de responderme el beso.

Todo se estaba saliendo un poco de control cuando alguien tocó el claxon detrás de nosotros, era Riley.

-Llegaré tarde a mi clase de pilates -gritó por la ventana.

Rodé los ojos y Emma hizo que el coche avanzara, en el camino estábamos escuchando música de Taylor Swift ya que era una de sus artistas favoritos y a mi me también gustaba secretamente.

-¿Tienes sueño? -pregunté cuando al llegar a la escuela bostezo mientras se bajaba del auto.
-Si, demasiado -respondió tomando mi mano para comenzar a caminar a la entrada.
-Si quieres puedo inventar una excusa y te vas a dormir al auto dos periodos -ofrecí.
-Mejor me duermo recargada en tu hombro durante las clases -sonrió.

Asentí, los profesores no nos prestaban mucha atención a nosotros porque sabían que siempre hacíamos las cosas bien, trabajos, exámenes y tareas siempre eran pan comido así que preferían centrarse en los alumnos a los cuales se les dificultaba un poco más el aprendizaje. Emma había mejorado su promedio considerablemente durante el semestre pasado pues comenzamos a estudiar juntos y le ayudaba en donde se le dificultaba así que en este semestre la habían ascendido a las clases avanzadas conmigo.

-¿Qué tal el partido, hermano? -preguntó Sean cuando me vio, nuestros casilleros quedaban juntos así que siempre era el primero que veía.
-Increíble, Tom me dijo que bajara al campo para ver el partido -le conté.

Emma había decidido ir a buscar a Caitlin así que me dejo con mis amigos. Al poco tiempo se nos unió Kyle para terminar de contarles sobre el partido antes de que las clases comenzaran.

-¿Saben algo de Blake? -pregunté.
-No he sabido de él desde el viernes por la noche -respondió Kyle encogiéndose de hombros.
-Debe de haberse ido de fiesta con las chicas del colegio -dijo Sean.
-Si, tienes razón -

Sentía que algo no estaba bien con Blake desde hacía algunos días pero no había tenido la oportunidad de hablar con él pues había sucedido todo lo del divorcio de los papás de Emma y ella absorbía casi todo mi tiempo, y sabía que Blake no se sentiría cómodo hablando de sus problemas frente a mi novia.

Boys like me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora