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Emma no me dirigía la palabra más que para las cosas esenciales, hablaba más con Blake niña y Blake niño que con mi prometida y, jamás creí que diría esto pero me estaba hartando de tenerla en Alabama.

-Hola corazón -me saludó mi madre por la cámara de su teléfono.
-Hola mamá -sonreí un poco.
-¿Como va todo? ¿Visitaste al abuelo Jack en tu vuelta a New Haven? -
-Va todo bien pero la verdad no tuvimos tiempo de ir hasta Boston, ya le dije que le debo una visita y que iré a verlo pronto -
-Esta orgulloso de ti, amor mío, aunque no sea la escuela que el quería para ti ni la elección de primera profesión pero Julie me ha dicho que no para de presumir que su nieto jugará para los patriotas pronto -Sonrió en la pantalla con ternura. -tu padre también lo hubiese estado.
-Gracias, mamá -no quería que llorara porque sino yo también lloraría y eso no era bueno para ninguno de los dos.
-¿Ya hiciste nuevos amigos? ¿Cómo está Blake? -
-Me ha costado un poco pero ahí voy, poco a poco conociendo a los chicos, Blake está siendo Blake ya sabes, durmiendo con cada chica de Tuscaloosa -ambos soltamos una risita.
-¿Y Emma? -
-Emma está bien, mamá -
-Nunca haz sido bueno mintiéndome -admitió. -pero confío en que cuando estes listo para decirme lo harás, te amo corazón.
-Yo también te amo, mamá -
-Me voy, veré a la madre de Sean y Blake para almorzar juntas -
-Diviértete pero no demasiado -guiñé un ojo.

Colgamos y sonreí, extrañaba a mis amigos y mi vida de San Francisco.
Emma había salido con Blake, se volvieron más unidos ahora que él era lo único que le quedaba de nuestra vida en casa; así que me prepare un bowl de palomitas de maíz y me encerré en la habitación, busqué algo que ver en Netflix y me decidí por una comedia romántica, de esas que solía ver con Emma.
La película que decidí fue Love, Rosie. Nunca la había visto ya que a veces cuando Emma quería ver esas películas de iba a casa de Caitlin o Jade, ella y yo éramos más de series.

Tocaron la puerta de la habitación, así que pause la película y abrí la puerta, era Aarón otro de los nuevos en el equipo.

-Jack, te esperan allá abajo necesitas decidir los números de cada uno -
-La verdad no me interesa, solo aparten el once y el diez, esos somos Blake y yo -
-Pero es tradición que el QB titular lo haga -
-Tráeme una lista con todos los nombres de las personas en el equipo y les asignaré un número desde mi habitación -él asintió. -la pasas por debajo de la puerta, cuando termine de meditarlo yo la regreso por donde mismo.

El chico corrió escaleras abajo y escuché como comenzó a preguntar nombres completos y posiciones, yo volví a cerrar la puerta de mi habitación. Continué la película y fue ahí cuando me di cuenta que teníamos que mudarnos, no quería vivir en la casa de fraternidad, quería un departamento para compartir con mi mejor amigo solamente, no quería vivir con veinte chicos más porque aún no comenzaba la escuela y ya estaban sacándome de quicio.

No recordé el papel hasta que me paré de la cama y vi la hoja en el suelo, puse números al azar, solo a Blake le puse el once porque era su número preferido, a mi me puse el diez igual que en todos los uniformes que había tenido en mi vida.
Deslice la hoja debajo de mi puerta con el pie, y saque mi teléfono de mi bolsillo para comenzar a buscar departamentos.

Tres días más tarde estábamos Blake, Emma y yo viendo los mejores departamentos alrededor de la ciudad. Emma llevaba todo el día metida en el teléfono, ni siquiera ponía atención en los lugares y yo quería su opinión.

-Em, ¿que te parece este? -era precioso, estaba en el downtown de Tuscaloosa tenía techos altos, ventanales que daban a una vista preciosa de la ciudad y muy moderno.
-Esta bien, oh por Dios -comenzó a reírse como una loca y Blake y yo la miramos extrañados.
-Blake -hice una seña que nos dejara solos. Ella levantó la mirada cuando me quedé viéndola fijamente.
-¿Que tienes? -
-¿Con quien hablas? -pregunté.
-Con un amigo -
-Con el imbécil de Yale, ¿cierto? -
-Jack, no me hagas esto, no aquí -Blake y la agente de bienes raíces estaban en la cocina fingiendo que no nos escuchaban.
-Entonces, ¿donde? Odio ya no poder hablar contigo, estoy cansado de ir tras de ti cada vez que te escabulles de mi vida porque parece que ya no quieres estar en ella -
-¿Sabes que, amor mío? Tienes razón, no necesito que vayas detrás mío -se quitó el anillo. -Es más, no necesito este drama en mi vida.

Boys like me. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora