Introducción.

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*editado*

Los cambios asustan y son dolorosos. Imagínense cuando cambia uno mismo.

Comenzar a convertirse en aquello que desde chica te instauraron en la cabeza que estaba mal es una etapa bastante complicada. Te das cuenta que hay algo que no te gusta, que se transforma, pero que no puedes frenar por más que quieras. 

También entiendes que es necesario. El cambio te lleva a crecer, más allá de si dañas a terceros en el camino. O a vos misma.

Estoy cambiando. Y estoy hiriendo, haciéndolo algunas veces de forma voluntaria, con el sabor ácido de la venganza entre los labios; como si de un caramelo agridulce se tratara.

Lastimosamente para algunos, esa fue mi golosina favorita.

Lastimosamente para mí, esa golosina dañaba mi sistema inmunológico.


Mi mala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora