Capítulo once 2/2.

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El aclamado descanso había llegado, después de salir de la enfermería no me había topado ni con Julian ni con Joel en los cambios de hora, y daba gracias porque fuese así. En cambio, itzel me había llenado de preguntas, por lo que tuve que contestarlas una por una detalladamente.
Era lo único que no me gustaba de mi amiga, lo habladora que era. A veces me preguntaba porque no se ganaba un lugar en las porristas, sería el mejor equipo de chismes y rumores.

—¿Qué vas a comer, tu niña?—Pregunto Maggie, una de las ayudantes de la cafetería. Mire lo que había en el menú: tacos, pudin, pastel y verdura. —Es lunes de tacos, a ti te encantan los tacos.

—Si— murmure— sólo que ahora, pediré un plato de verduras, y un agua. —Maggie me miró extrañada. Ya que siempre comía demasiados tacos los lunes y era raro, ya que ese dichoso lunes no se me apetecía nada. Maggie me dio las verduras en una charola de plástico negra. Suspiré y miré al frente. Luego vi la mano de Itzel al aire, sonreí y camino directo a la mesa donde se encontraban ella y Erick.

—¿Y tus tacos?—pregunto Erick extrañado. Puse mis ojos en blanco.

—Debe ser por la gripe—murmuro Itzel a Erick.

—¿Y ustedes que?—pregunte y me percaté que ahora mi voz no estaba gangosa sino ronca.—Oh Dios. No quiero estar afónica.—dije muy apenas.

—Lo estarás amiga, y ¿cómo que nosotros?...

—Si—los mire levantando una de mis cejas delgadas—¿Son novios?

Erick e Itzel se miraron.

—¿Qué?—preguntaron al mismo tiempo, luego se miraron —¡No!—volvieron a hablar juntos. Esta vez pude ver la cara de nerviosismo de mi amiga, y la cara risueña de Erick.

—¿Y tú que tienes con Julian?

—¿Yo? ¡Nada!

—¿Y por eso se besan?...—Dijo Erick burlón, lo fulmine con la mirada —¿Sabes?Joel y él se estuvieron asesinando con la mirada en todas las clases.

—Hablando de eso y ¿Joel?—Pregunte y los dos chicos se miraron sonriéndo.
Erick levantó los hombros .

—No sé, desapareció de mi vista —sonrió picaron — ¿Por qué?

—Por nada—Trate de elevar mi voz. Luego Itzel miró hacia enfrente, algo asustada, Erick hizo lo mismo pero no estaba asustado. —¿Qué?—pregunte mientras le daba un sorbo a mi agua.

—_____—Escuche su voz y casi escupo el agua. No se veía nada feliz.

Me gire algo nerviosa y me fulminó con su mirada.

—Levantate— dijo y fruncí el ceño.

—¿Qué?—lo enfrente.

—Mierda—murmuro—hazlo por las buenas o tendré que hacerlas yo, o sea por las malas.

—¿Qué?—volví a repetir y Joel giro sus ojos —No me vas a decir lo que tengo que hacer.

—¡Mierda!—grito dando un puñetazo en la mesa y haciendo que todos voltearan. Me estremecí —Si no lo harás tú, lo haré yo.—dicho esto, tomo mi brazo con fuerza.

—¡Sueltame imbécil! —forceje tratando de soltarme. Joel me tomo de la cintura y me elevó  hasta cargarme en su hombro, posando sus manos en mi trasero, dio una nalgada y comenzó a caminar conmigo en brazos. Mientras que el "público" de la cafetería nos miraba sorprendidos.

—¡Bajame ahora!—grite lo más que pude, mi garganta estaba ardiendo por tratar de gritar y no poder, me quedaría afonía pero no me importaba — ¡Mierda que me bajes!— comencé a golpearlo en la espalda, pero recibí una nalgada y está fue más fuerte que la pasada. Joel se rió y siguió caminando sin importarle las mirada, nada.

Al llegar al estacionamiento, el cual estaba solo. Joel me bajo y lo primero que hice fue darle una fuerte cachetada, dejándole mi mano marcada en su mejilla.

—¡Uy, que gatita! —dijo sobando su mejilla.

—Te mereces eso y mucho más, ¿qué piensas? No tienes derecho sobre mi Joel, no puedes hacer algo que yo no quiera. No eres nada mio.

—Pero bien que compartíamos sexo secreto.

—¡Cállate! ¿lo recordarás todos los días de mi vida?

—No me digas que te arrepientes.

—Pues si, si me arrepiento — Joel levantó una ceja sínicamente  y me tomo de la cintura pegándome a él.

—Pues eso no decías cuando estabas gimiendo de placer, y aceptalo ___—se acercó a mí oído y con voz ronca dijo— Te mueres porque entre en ti una vez más. — lo mire asombrada. ¿donde estaba el Joel del fin de semana! 'Patán, es como los demás'.

—Pues no, fíjate que no.

Me pego a él y pude sentir su gran erección. Gemí al instante y lo mire a los ojos, sus labios estaban tan cerca de los míos, sólo acercarme un poco a ellos y podía sentirlos. Pero no, yo no daría el primer paso.

—Te mueres porque en este precioso momento te bese —murmuro diciendo toda la verdad.

—Si—murmure. Joel sonrió—No cantes victoria, es solo que Julian me ha dejado un mal sabor de boca —Joel me soltó bruscamente, casi aventándome. Lo miré sorprendida, él estaba furioso. Llevo sus manos  a su cabeza  y despeino su cabello, como si estuviera frustrado. Luego se acercó  a su carro y golpeó el vidreo. El sonido del vidreo quebrándose hizo que me tapara los oídos y estremecer. Lo miré confundida ¿que mierda le estaba pasando? Luego mire su mano, estaba llena de sangre. Mi corazón se acelero más de lo normal.

—¡Dios mío, Joel! —corri hasta el y tome su mano. La respiración de Joel estaba agitada, pero seguro que no era por el dolor.

—Déjalo así.

—¿Qué? No me pidas eso. Vamos inmediatamente a la enfermería.

—No—murmuro seco.—No queremos que las porristas y muchos menos Julian nos vean juntos ¿o si? — oh no, había estado mal lo que dije.

—Mierda, Joel no seas infantil — lo mire a los ojos— anda por favor, ¿quieres?— trate de moverlo pero fue imposible, seguía con su actitud. Bufé estresada lo mire fijamente de nuevo— por favor —suplique, y dicho esto con delicadeza junte nuestros labios, mis manos se enredaron en la nuca de Joel. Dio una leve mordida en mis labios. —Por favor.— susurré sin dejar de besarlo, esos labios eran perfectos, suaves y delicados.

—Bien—susurro. Me separé de él lentamente para mirarlo a los ojos, la furia se le había ido y un lindo brillo había aparecido. Le sonreí y este me devolvió la sonrisa.

30 votos y sigo, arre yo se que si se puede. Porque el siguiente capítulo estará ¡Fuerte, bárbaro!

Secret sex- Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora