capítulo catorce.

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—¿Qué?— pregunte incrédula. Joel me miró apenado. Luego me acarició la mejilla con su mano izquierda.

—Fue en primer año, el primer día. Cuando llegaste con Itzel a la cafetería. Todos captaron su atención a Itzel por la mini falda que llevaba, pero tú captaste la mia, con esos Jeans apretados hasta la rodilla, esos tenis desgastados y esa blusa ombliguera. Tu cabello en ese entonces estaba corto y enmarañado — rió recordando los momentos, lo cual me hizo reír a mi también. —Estabas tan hermosa y natural, que fue imposible no ponerme duro — Sonreí— _____, desde ese mismo día me dije a mi mismo, que tenías que ser mía, y no solo en la cama, si no en todos los aspectos. Nunca supe cómo acercarme hacia a ti, porque todos los que lo hacían, salían lastimados. Así que lo único que apareció por mi mente, fue que me tomarás por tu "enemigo" —Acaricio mis labios — Pero en dos años, nunca tuve tu atención. A menos que fuese para golpearme por alguna tontería que dijiera. Hasta este año, que tenía que hacer algo para tenerte, para que te dieras cuenta lo mucho que me importabas. Y empecé a acosarte con mis perversiones. Mierda,_____, no sabes lo odioso que fue tenerme que masturbarme cada noche pensando en ti — reí mientras agachaba la cabeza —Eres tan hermosa. Tan perfecta, yo...____ yo te quiero, te quiero tanto —Me abrazo y beso mi cabeza. Yo estaba sorprendida. Itzel tenía razón cuando dijo que Joel estaba babeando por mi. Pero siempre ____ tan ciega.

—Wow, Joel yo...yo no se que decirte.

—No digas nada, sólo...sólo acepta ser mi novia. ¿Quieres? Esta vez sin rodeos, sin nada. Seamos novios, se mía.

—Joel yo...—me quede sin hablar. Dios, esto no estaba pasando. Habíamos quedado solo en "sexo secreto"¿no? —Yo no, no estoy preparada para esto Joel. Lo siento...

Y salí de ahí. Tome mis cosas, y lo más rápido que pude salí de su habitación. Escuché sus llamados pero lo omití. Baje las escaleras y salí de la puerta. Tampoco le puse atención a Patricia, sólo quería salir de ahí y olvidarlo todo. Olvidar lo que me había dicho y olvidarlo a él.

Me subí a mi auto y arranque hasta la casa de mi mejor amiga, lo cual estaba un poco cerca. Baje del auto y toque desesperadamente su puerta.

—¡____!—dijo entusiasmada, pero al ver mi cara su entusiasmo se borró por completo— ¿Paso algo?

—Si— susurré y me eché a llorar en sus brazos. Itzel me abrazó.

—Tranquila amiga, todo estará bien —dijo mientras acariciaba mi cabello— Vámos pasa y cuentame.

Comencé a contarle la historia de lo sucedido a Itzel, detalle a detalle. Mientras  dejaba de escapar suspiros y lágrimas, no entendía porque estaba llorando, sentía culpa y remordimiento por Joel, sentía demasiados sentimientos pero ninguno los podía descifrar .

—Quizás ... Quizás del sexo, nació algo. El amor

—Por Dios, Itzel. Sólo hemos tenido sexo dos veces.

—Pero esas dos veces para ti han sido únicas. ¿Verdad? —Agache mi cabeza. Si, las dos veces con Joel habían sido únicas. La primera, había sido maravillosa, y la segunda aunque fue duro, había sido de cualquiera manera linda para mi. Porque lo había hecho con el.

—Si—murmure—No se que hacer, Itzel. Estoy confundida, me siento pésima.

—Tranquila _______, mañana harás lo siguiente. Hablaras con Joel, y aclararán lo que sientes ¿de acuerdo?

—Si.

Pero al siguiente día, Joel no se apareció por la preparatoria. En realidad, no fue la semana completa. Había ido a buscarlo en su cada 3 veces pero Patricia me decía que no se encontraba, también me había preguntado si pasaba algo por supuesto que había negado. Y la preocupación me había matado por dentro, sentía que todo había sido mi culpa, me sentía la persona muy idiota y tonta del mundo. 'En realidad si lo eres' me dije a mi misma.

Lunes por la mañana de nuevo. Estaba hecha un desastre, tenía ojeras, sin ánimos de nada, desesperada, furiosa. Una mezcla de sensaciones en mi cuerpo.

Lo primero que había encontrado en mi closet me lo puse, no llevaba ni una pizca de maquillaje, y estaba más pálida de lo normal.

—¿_____?—pregunto mi amiga al verme.— ¡Diablos! Cariño, ¿qué te ha pasado?

—Estoy mal Itzel...Joel no aparece y yo me siento muy mal. Si llega a pasar algo, yo te juro que...

Levanté mi vista y mi corazón dio un vuelco al verlo ahí, sonriéndo, tan guapo como siempre. Joel estaba de regreso. Sonreí de oreja a oreja y tire mis cuadernos al piso después comencé a corre hacia el y lo recibí con un abrazo. Un abrazo no correspondido. Porque al abrazarlo inmediatamente me soltó, y me miró con extrañeza y repugnancia. Y eso, me partió el corazón.

—¿Joel?—pregunté extrañada y alarmada.

—Dios, ¿qué te ha pasado?

—Estaba mal, por ti...no aparecías y...

—¿y a ti que te importa donde había estado?

—Pues porque...

—Cierra la boca, gatita. ¿Ya no has tenido sexo, verdad? Ya nadie te ha buscado. Bueno, no los culpo mirate estás tan...—No deje que terminará la frase y le solté una cachetada. Unas de esas fuertes. Estaba desconcertada ¿cómo podía tratarme así? Sus palabras eran tan hirientes, dicen que las palabras duelen más que los golpes. Era cierto, las lágrimas se acumularon en mis ojos, y salían descontroladamente.

—¡Te odio!—le grite—¿Cómo puedes tratarme así después de todo?—pregunte incrédula mientras me limpiaba las lágrimas. Salí corriendo me percaté que habíamos montado todo un show. Salí al estacionamiento cuando escuche que alguien venia corriendo detrás de mí.

—¡____!, _____ espera

60 votos y sigo.

Secret sex- Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora