Joel Pimentel, el típico chico mujeriego que todas quieren. ____ López, la típica chica con encantos aún no descubiertos. Dos polos opuestos. Ella lo odia, él la desea. Después de que Joel, le dice un par de insultos, ella no está dispuesta ah volv...
Entramos y el cuarto estaba obscuro. Joel cerro la puerta.
—¿Qué pretendes hacer Joel?—susurre algo desconcertada ya que no veía nada, él no respondió pero sentí sus manos en mi cintura, luego sentí como me hizo dar dos pasos hacia atrás, hasta sentir su cuerpo detrás del mío. Con una de sus manos, atrajo mi cabello a mi hombro derecho dejando el izquierdo desnudó, comenzó a dejar pequeños besos, haciéndome arquear un poco.
—Joel, no aquí— susurré jadeante, este gruño.
—Me encanta cuando haces esa voz— su respiración se estaba dificultando, sus manos volvieron a mi cintura pegando mi culo a su miembro. Era increíble como este hombre podía volverme loca con unas solas caricias y unos solos besos.
—Joel.—volví a repetir.
—Esto no hace daño, bonita— me susurró ahora, sus manos vagaron por todo mi vientre, levantó mi blusa poco y sin desabrochar mis jeans, metió su mano, a través de mi pantalón y luego a través de la fina tela de mi cachetero. Gemi en susurro, ya que no podía tomarme la gran libertad de gritar como yo quería, porque estábamos en el cuarto de limpieza de la escuela.
—Me encanta que esté tan liso— volvió a susurrarme, eché mi cabeza hacia atrás, y me estremecí a sentir dos de sus dedos tocar mi feminidad muy apenas.
—¡oh!—jadee— Oh, Joel...
Dios dos golpecitos en mi vagina, y luego beso mi cuello. Frote mi culo contra su miembro, haciendo que gruñera.
—No hagas eso preciosos.
—Oh—jadee una vez más. Él siguió dando golpecitos, haciéndome arquear de nuevo. Saco su mano y me giro bruscamente, haciéndome quedar frente a él. Me beso, masajeando mi trasero, mordí su labio inferior.
—Joel... Joel para...— le dije separándome de él con la respiración agitada.—No aquí, mejor luego ¿Sí? Corremos mucho riesgo y...—la campana me salvó, Joel gruño haciéndome reír bajito. Bese sus labios, esta vez fue tierno.
—Me debes una—dijo gruñendo. Lo bese en la mejilla y me dispuse a salir no sin antes de decirle:
—Deberias lavarte esos dedos— le sonreí y el carcajeo.
Pregunta, les gusta que los suba así (1/?) O completos, si los subo completos tardaría más, pero como ustedes gustan.
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También me gustaría que pasen a leer esta novela, es muy bonita en verdad vale la pena leer.
