Epílogo.

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Abrí mis ojos, la fresca brisa golpeaba levemente mi rostro. Las cortinas se hacían pequeñas ondas; al parecer todo había sido un sueño, un hermoso sueño el cual no quería despertar.

El sonido de las vajillas chocando me alarmó, me levanté, estaba en lo que era una sala. Unos dos pequeños niños de 5 años veían la televisión, era una niña y un niño

—¡Mami!— se sicronizaron y corrieron a abrazarme, eran gemelos.

Tenían los bellos ojos de Joel, sus labios y cejas. Ellos tenían mi nariz y mi color de cabello, eran nuestros hijos.

Joel salió de la cocina con un delantal y me sonrió.

—Al fin despiertas cariño.— se acercó y beso mi frente.

Ellos comenzaron a jugar, ¿Qué más podía pedir? Tenía lo más bello en mi vida, dos hijos y a él.

Vayan a leer también las otras obras que tengo, les encantará, 'Ella es prohibida' es mía, les encantará

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Vayan a leer también las otras obras que tengo, les encantará, 'Ella es prohibida' es mía, les encantará.

Muchas gracias por darle mucho amor a esta obra, yo sabía que les iba a encantar, gracias por todos los votos.

Secret sex- Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora