Secret sex- Joel Pimentel

Capítulo veintidós.

Narra _____:

La familia con la que mis padres iban a negociar, era muy amable y divertida. Tienen un hijo de veinte años, Nicolás, es muy apuesto y divertido. ¿Para qué negarlo? Pero apesar de sonreír con cada chiste que decía, me sentí mal por dentro. No me gustaba estar enojada con Joel, no con él...

La cena había terminado, y nos habíamos despedido de la familia Sanchez, Nicolás me había dado su número telefónico y viceversa.
Habíamos llegado a casa y estaba muy cansada.

Me quite los zapatos dejándolos en el baño, luego recogí mi cabello en una cebolla alta y me puse una linda pijama negra. Levanté las colchas y me metí abajo de ellas, cayendo en un sueño profundo.

[...]

—_______ despierta—escuche como me susurraban, negué con la cabeza aún con los ojos cerrados. Escuché murmullos, y como movían la cama.

—¡Maldita sea!—grite destapandome,  abriendo mis ojos y mire incrédula.— ¿Erick, Itzel? ¿Qué mierda hacen en mi habitación?.—sus rostros se miraban preocupados.

—Entramos por la ventana, pero eso no es lo importante.— Dijo Itzel acercándose a mi.

—¿Entonces que es?— pregunte confundida.

—Joel.— mi corazón comenzó a latir rápidamente.— No, no sabemos nada de él. No sabemos dónde está. — alargó Itzel.

—¿Cómo mierda no van a saber?— dije levantadome  bruscamente, caminé hasta mi armario y saqué mi ropa.— Se suponía que estaba con ustedes en Hot, ¿No?.— pregunte mientras iba al baño.

—Si, pero supimos de su pelea, entonces fuimos al restaurante donde estaban tus padres y tu, a búscarte.— Itzel habló rápido mientras estaba tartamudeando.—El dijo que te estabas divirtiendo con un cabrón, luego nos pidió que nos fuéramos y así lo hicimos. Mierda, ____ lo hubieras visto echaba furia por los ojos. Nos estacionamos  en lugar sin decir nada, se bajo y comenzó a correr. Luego desapareció de nuestras vista, cuando tratábamos de alcanzarlo. No sabemos dónde está, apagó su celular y pensamos que estaba contigo, pero veo que no.

—Obvio que no, ¿Qué hora son?— pregunte, mientras me cepillaba los dientes.

—Dos de la mañana.—me contestó Erick.— No sé a dónde jodidos pudo haber ido, pero pongo las manos al fuego, a que ha de haber hecho una tontería.

—Mierda, mil veces mierda — dije entre dientes.— vamos a buscarlo, rápido.—Les dije, mis manos, ya estaban temblando, y mi corazón amenazaba con salirse de su lugar. Si le pasaba algo a Joel, no me lo perdonaría nunca.

Salimos de la casa, y nos montamos en el auto de Erick. El silencio se hizo incómodo, los tres sabíamos que Joel podía hacer cualquier cosa estúpida.

—¿Opciones donde puede estar?—pregunte.

—Quizás, haya ido a hot.—dijo Erick.

—Bien, vamos a hot.— Erick aumento la velocidad, pareció nervioso en realidad lo estaba, los tres lo estábamos. En cuestión de segundos, estábamos afuera del local, el cuál aún estaba llenisimo de gente.— Yo bajo, ustedes quédense aquí.

—No, yo voy contigo _____, ahí hay muchos hombres ebrios, podrían aprovecharse de ti.— me dijo Erick desabrochando  su cinturón de seguridad.

—¡No Erick, quédate aquí!— le grite, pero él ya había bajado.

—¡Mierda, ____ te pueden hacer daño!—me grito, suspiré lo mire por unos segundos.

—Bien.—dije entre dientes.

Entramos a Hot, y tomé la mano de Erick para no perderlo. Entramos con dificultad, olía a alcohol, cigarro mezclado con fornicación, Erick me jalo haciendo que no chocará con una pareja , fuimos a dónde estaba el DJ y Erick le dijo algunas palabras, el DJ negó Erick me miro y se acerco  a mi oído y me susurró:

—Joel, no ha venido por aquí.

—¿Cómo lo sabes?

—Tyler lo conoce, y dice que no lo ha visto.— suspiré, y de nuevo comenzamos a caminar hacia afuera.

Las horas pasaban, y aún no podíamos encontrar a Joel y para colmo empezaba a llover. Buscamos en los parques más famosos, cerca de su casa, cerca de mi casa, en la escuela, restaurantes. Prácticamente en toda la ciudad y aún así no podíamos encontrar. Me sentía culpable y tonta, y si le pasaba algo sería todo mi culpa.

—Será mejor que nos vayamos a casa— dijo Erick.

—¡No, no podemos!—intervine.

—____, son casi las 6 de la mañana.

—No Erick, no descansaré hasta ver a Joel.

—Bien, entonces hay que mojarnos la cara, tan si quiera.— dijo Itzel, haciéndome recordar algo.

—Espera—dije pensando.—Mojarnos, mojar, agua...mar. —sonreí.—¡Ya sé dónde está!—dije sonriendo.

Voten muchísimo