Naruto Uchiha

Capítulo 2: Infancia

Desde que Naruto tiene memoria, las personas de la aldea lo miraban con maldad y rencor, y en el mejor de los casos con indiferencia. Siempre que le quiso preguntar a su abuelo, Hiruzen Sarutobi, este le respondía que las personas odiaban lo que no entendían. Esta respuesta confundía al rubio, que nunca supo el por qué de esas miradas.
Pero como si esto no fuese poco, el ojiazul fue expulsado de las tiendas de comida o de las librerías. Cada vez que quería entrar, algun aldeano o shinobi le gritaba furioso que se vaya.
Fue un milagro cuando aprendió el Henge (jutsu de transformación) que le enseñó su abuelo a los 6 años. Ahora podía entrar a las tiendas que quisiese sin correr el riesgo de que lo expulsen.

Naruto era visitado todos los días por sus padres, que se turnaban, para no levantar sospechas. Se enteró de parte de su padre que él se había casado con Kushina Uzumaki, y que tenía una hija y un hijo con ella, y eran unos meses más chicos que él. Se llamaban Menma (Rubio de ojos morados) y Mito (Pelirroja de ojos azules). El rubio se emocionó al saber que compartiría el salón de clases con sus hermanos.
Por parte de su madre, estuvo al tanto de que tenía un hermano mayor, ya que ella había estado con Fugaku Uchiha, pero se dio cuenta de que era un arrogante, y luego de que su hijo tuviese 6 años, se separó de su ex-esposo y se casó con Minato.
Le dijo que su hijo se llamaba Itachi Uchiha,y que era un Capitán ANBU, cosa que interesó al rubio, y le pidió a su madre que lo deje ver algún día.
Su madre también le comentó a su hijo menor que Fugaku había tenido un hijo de la edad de Menma y Mito. Su nombre era Sasuke Uchiha, y era tan arrogante como su padre. Esto no interesó al rubio. Él solo quería ver a Itachi, así que insistió tanto que su madre accedió a traerlo.
Mikoto, al día siguiente, llegó al complejo Sarutobi junto con Itachi. Los medios-hermanos se abrazaron, y Naruto le pidió al azabache de entrenarlo. El Uchiha mayor accedió a entrenarlo, y que se encontrarían en la torre del centro del bosque de la muerte.

A la mañana siguiente, el niño de 6 años se encontraba saltando de rama en rama, dirigiéndose hacia el punto de encuentro.
Llegó sin dificultades, y al entrar a la torre vio una especie de gradas y en el centro, una arena de combate.
Un minuto después llegó Itachi. Este le enseñó el Kage Bunshin, y se sorprendió al ver que el rubio lo había domimado en 30 minutos. Le pidió que haga la máxima cantidad de clones que pueda,y su mandíbula se quedó en el piso al ver que había hecho 100 clones.
Luego le pidió a Naruto que canalice su chakra hacia un papel que él le dio.
De repente, el papel se cortó en 2, una mitad se hizo cenizas y la otra se hizo polvo.

-Bien, Naruto, posees 3 afinidades del chakra, siendo estas Katon (Fuego), Fuuton (Viento) y Doton (Tierra).- dijo Itachi con una sonrisa orgullosa.

El Uchiha mayor procedió a separar a los clones en 5 grupos de 20. El primero practicaría control de chakra. El segundo entrenaría el cuerpo físico, y los otros tres practicarían jutsus elementales de bajo rango (un elemento cada uno).
El Naruto verdadero estudiaría historia ninja y otros campos que son necesarios para la mejora del coeficiente intelectual de un shinobi.

Así pasaron 2 años en los que Naruto fue entrenado arduamente por Itachi, logrando estar al nivel de un Genin alto, y pudiéndole dar lucha a un Chunin bajo.
Pero en uno de esos entrenamientos, Naruto deshizo todos los clones al mismo tiempo, y se desmayó por la sobrecarga de información.
Apareció en una especie de alcantarilla, aunque era enorme. Siguió el camino, y se encontró con un hombre, que estaba vestido con una túnica blanca con 6 magatamas en el cuello. Tenía el pelo castaño y largo que le llegaba a la media espalda y sus patillas estaban atadas en una cinta y caían al lado de sus mejillas. Tenía cejas cortas y gruesas y poseía una especie de ojeras azules.

-Hola, Naruto. Mi nombre es Indra Otsutsuki.- se presentó el hombre

                        
-Disculpe, ¿Dónde estamos?- preguntó el rubio confundido .

-Estamos en tu subconsciente. Ahora mismo estás desmayado.- explicó Indra sin emociones.

-Si estamos en mi mente, ¿Quién eres y qué haces aquí? Y, ¿Qué son esos barrotes del fondo?- preguntó Naruto sin comprendiendo lo que pasaba.

-Soy el hijo mayor de Hagoromo Otsutsuki, o como ustedes lo conocen, Rikudou Sennin. Y en cuanto al por qué estoy aquí, bueno, digamos que eres mí reencarnación.- explicó el Otsutsuki, provocando la reacción más normal que le podía suceder al niño: Se desmayó.

Luego de un tiempo, Naruto se despertó, e Indra se dispuso a contarle la historia del mundo y del por qué estaban con él.

-Verás, mi hermano tonto y yo hemos luchado el uno contra el otro desde que mi padre lo eligió a él como su sucesor. Y esta vez, te elegí a ti como mi reencarnación.- dijo Indra, sorprendiendo al rubio.
-En cuanto a tu otra pregunta... mejor dejo que él te lo diga.- dijo misteriosamente el castaño.

Detrás de los barrotes rojos se escuchó un bufido. De la oscuridad salió un zorro gigante, con grandes garras y dientes, con ojos rojos carmesí. Pero lo que dejó atónito al rubio fueron las 9 colas que ondeaban a su espalda.

-Me presento. Soy Kurama, o como ustedes me conocen, el Kyubi.- dijo el zorro. En la cabeza del rubio se encendió una lamparita, cada cosa cuadraba perfectamente. No era ningún idiota, y sabía perfectamente lo que significaba. El bijuu estaba sellado en él. Había escuchado muchas cosas sobre el ser que tenía en frente.

-Así que por eso me odian en la aldea. Soy el Jinchuriki del Kyubi.- dijo Naruto tristemente. Él sabía lo que significaba esa palabra ya que se la había enseñado su abuelo. Ahora sabía lo que intentaba decir Hiruzen con esa frase. Las personas lo odian ya que no entienden la diferencia entre el pergamino y el kunai sellado en él.

-Hablaremos a la noche, estás despertando. Deberás recostarte y pensar en Kurama para venir a este lugar.- informó Indra, y Naruto se desvaneció.