Capítulo 18: Base de Orochimaru

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Minato llegó a la casa de Naruto en un destello amarillo, apareciendo en frente de su hijo, que cenaba junto a su novia.

-Naruto, sé dónde está Danzo, debemos ir a donde está Sasuke.- informó el Yondaime.

-Está bien, mañana iremos.- aseguró el rubio menor, para que luego su padre desapareciera en otro destello.

-¿Qué planeas ahora?- preguntó intrigada Natsumi.

-Pienso incinerar cada base de Orochimaru...- dijo furioso el rubio, que siguió con su comida.

Cuando la termino, estaba por salir a la calle.

-¿A dónde vas?- preguntó la azabache preocupada.

-Iré a visitar a Sasuke, no te preocupes por mí.- dijo el rubio, yéndose hacia la base donde se encontraba el Uchiha.

-Dios, este chico nunca aprende...- murmuró Natsumi, que se fue a dormir.

En su camino, el ojiazul sintió una presencia aproximándose a él.

-¿Puedo acompañarte?- preguntó Itachi, recibiendo un asentimiento por parte de su medio hermano.

Luego de 1 hora llegaron a un bosque. Se adentraron en él y vieron dos puertas colocadas de forma diagonal.

-Esta es la base de Orochimaru. Siento dos presencias en la puerta, así que no podemos entrar.- informó el rubio, haciendo que Itachi suspire.

-¿Y qué recomiendas hacer ahora?- preguntó Itachi.

-Doton: Construcción de túneles.- murmuró Naruto, creando un túnel que conectaba con una zona no vigilada de la base subterránea.
Cuando entraron, el ojiazul tapó el hueco con un genjutsu, y comenzaron a recorrer los pasadizos.

Vieron una puerta, a lo que el rubio le indicó a Itachi que Sasuke se encontraba ahí. Usando el Kamui, Naruto se tragó a su medio hermano y atravesó la puerta, y luego lo devolvió a la realidad.

-¿Qué haces aquí, Naruto?- preguntó Sasuke.

-¿Has visto a Danzo por aquí?- preguntó el rubio.

-Sí, pero no por mucho tiempo. Hay veces que me siento vigilado, así que supongo que será él.- dijo el azabache, recibiendo un asentimiento por parte del ojiazul.

-Colocaré sellos bomba Uzumaki en las bases de Orochimaru, por lo que requiero que me digas dónde están las otras.- dijo Naruto.

-Hay una en el país del agua, otra en el país del rayo, otra en el país de la tierra,  y la última está en el país del viento. Pero cuando estés en la primera que te dije, debes sacar a un Hozuki, una Uzumaki y un pelinaranja de allí.- dijo Sasuke, refiriéndose con lo último a unos amigos que había conocido.

-Como quieras, yo ya me tengo que ir, este lugar está repleto de sellos, los hemos puesto en el camino.- dijo el rubio.

-Adiós Sasuke, cuídate.- se despidió Itachi.

-Igualmente ustedes dos, nos vemos pronto.- dijo Sasuke, para luego ver a los dos ninjas desaparecer en un vórtice.

Los dos Uchihas reaparecieron fuera de los túneles, los cuales fueron tapados por el rubio.
Naruto tomó del brazo a Itachi, y ambos ninjas desaparecieron en un destello amarillo. Reaparecieron en las puertas de Konoha, e Itachi vomitó en un arbusto.

-Eres un flojo...- murmuró el ojiazul.

-Tantos viajes interdimensionales y teletransportaciones me marean. Aún no me acostumbro...- murmuró el ojinegro, quejándose de los métodos del rubio.

-Cambiando de tema, ¿Te parece ir a un bar? Hace mucho que no charlamos.- ofreció Naruto.

-Creo que tienes razón, además tengo día libre mañana, por lo que unas copas no vendrían mal para relajar el cuerpo.- dijo Itachi, siguiendo a su medio hermano en dirección a una taberna.

En el lugar comieron Dango y tomaron un poco de Sake. El rubio no tenía problemas con el alcohol ya que el Kurama se encargaba de eliminarlo tomándoselo. Pero Itachi no poseía esta facultad, por lo que ya estaba borracho.

-¿A dónde te llevo?- preguntó Naruto.

-A mi nueva casa. Está a dos cuadras de la tuya.- dijo Itachi, que cayó inconsciente en el medio del bar.
El rubio solo suspiró y lo alzó a caballo, yémdose para el barrio Uchiha.

Fue a la dirección indicada, y abrió la puerta con las llaves que le dio su hermano. Pero lo que vio lo hizo palidecer, despertando rápidamente a Itachi.

-Itachi, hay una chica muy enfurecida con un palo de amasar en mano en tu casa, y te está mirando feo...- dijo atemorizado el ojiazul.

Al mencionado se le fue la borrachera como si fuese pasajera.

-Hola, Izumi chan... solo me fui a tomar algo con mi hermanito después de algo importante...- explicó el muy asustado azabache, siendo sus palabras iinsuficientes para calmar la furia femenina.

-Me tengo que ir, fue un placer conocerte Izumi.- se despidió el rubio, no sin antes darle sus bendiciones a su hermano, y luego salió volando por la ventana.

Fueron los 10 minutos más largos de la vida de Itachi. Ese palo de amasar si que era un arma letal, podría jurar que tenía un nuevo tatuaje de color rojo y forma cilíndrica en su espalda.
Pasada la furia, Izumi besó a su novio.

-La próxima vez que hagas esto, avísame previamente, porque sino no sabré si te pasó algo.- dijo la castaña.

-Lo siento mucho...- murmuró el cabizbajo Uchiha, que se fue a dormir junto con su amada.

Naruto llegó a su casa, y vio a su prometida durmiendo profundamente.

-Si algún día me ocurriese algo, tú no te enteras ni de casualidad...- murmuró el rubio al oído de Natsumi, la cual sonrió.

-Sé que estarás bien, eres lo bastante fuerte como para protegerte solito...- murmuró la chica, recibiendo un beso de su amado, el cual cayó dormido en los brazos de la azabache.

En su subconsciente, el rubio entabló una conversación con su inquilino acerca de temas triviales.

-Naruto, ¿No crees que es tiempo de entrenar con mis habilidades?- preguntó el zorro.

-Creo que es una buena idea, de hecho. Le dedicaré el último año a eso, por ahora quiero perfeccionar mis jutsus. No quiero depender de tí, aunque te quiero mantener como mi As bajo la manga.- explicó Naruto.

-Solo pídeme ayuda cuando quieras.- dijo Kurama.

-Gracias, bola de pelos.- se burló el rubio.

-¡No me hagas cambiar de opinión, maldito mocoso ingrato!- gritó el bijuu, haciendo que Naruto lo calmara.
-Tendremos dos largos años para hacer que seas más fuerte que cualquier ninja existente.- dijo Kurama, tronándose los nudillos de su mano derecha.

-Voy a meditar, sigo sin saber a qué se refería el viejo con que tengo que asegurarme que el Rey de Konoha mantenga la voluntad de fuego...- y con esas palabras, el chico se fue del subconsciente. Realmente consideraba que su abuelo era un enigma, pero esas palabras lo confundían mucho.

Naruto UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora