Naruto Uchiha

Capítulo 25: Cumbre de los 5 Kages

Naruto ya había llegado a la aldea, y vio que los centinelas estaban dormidos, como de costumbre. Los despertó repentinamente, haciendo que los dos chunin se caigan de sus asientos.

-No pueden estar dormidos, están vigilando las puertas...- regañó el rubio, que se fue a la Torre Hokage luego de recibir un asentimiento por parte de los centinelas.

Llegó a la oficina y saludó a su padre con un abrazo. También vio que su prometida estaba presente, y la saludó con un beso en los labios.

-Naruto, llegas justo a tiempo. Me acompañarás a la Cumbre de los 5 kages junto con Natsumi, ambos serán mis guardias.- indicó el Yondaime, recibiendo un asentimiento por parte de los Uchihas.

Tsunade entró por la puerta, y saludó a los presentes. Detrás de ella venían Itachi y Shisui.

-Tsunade, debes ocuparte del puesto de Hokage durante mi ausencia. En cuanto a ustedes dos, les dejo el día libre. Han trabajado sin cesar durante la reconstrucción de la aldea, así que lo tienen merecido.- ordenó Minato, recibiendo un asentimiento por parte de la rubia, pero vio como el dúo Uchiha babeaba.

-Más tiempo con Izumi...- murmuró Itachi.

-Más tiempo con Konan...- murmuró Shisui, sorprendiendo a Naruto.

-¿Tan rápido te enamoraste de ella?- preguntó el rubio sonriente.

-Es preciosa, y no tienes idea de lo bien que cocina...- dijo Shisui, que se fue junto con Itachi.

Ya resuelto esto, el Yondaime se fue hacia el País del Hierro junto con sus escoltas.
A medio camino, a Natsumi se le atravesó una duda.

-Naruto, ¿De dónde sacaste todo ese dinero que trajiste hace dos meses?- preguntó la azabache.

-Estaba en Uzu, y era para el heredero del Rikudou Sennin. Más allá de la sala llena de oro, había otra puerta, la cual no pude abrir ya que no poseo sangre Uzumaki.- explicó Naruto, sorprendiendo a los dos. ¿Acaso había dicho que era el heredero del Dios de los Shinobis y creador del Ninjutsu? Decidieron restarle importancia y seguir con su camino hacia la Cumbre de los 5 Kages.

Llegaron sin complicaciones y fueron recibidos por Mifune, General del País del Hierro. Este los acompañó a la sala, en la que solo estaba presente Gaara junto con sus escoltas Temari y Kankuro.
Se saludaron cortésmente y tomaron asiento. Pasada una hora, el Yondaime Raikage Ay, la Godaime Mizukage Mei Terumi, el Sandaime Tsuchikage Oonoki, el Godaime Kazekage Gaara y el Yondaime Hokage Minato Senju comenzaron la reunión del semestre.

Hablaban sobre la situación económica, social y política de cada aldea. En general, las 5 Grandes Naciones estaban preocupadas porque su poder militar decayó debido a la pérdida de los bijuus. Kurama estaba furioso mientras escuchaba las palabras de Mei, Ay y Oonoki. Ellos tres veían a los bijuus como armas para aumentar la fuerza de sus armadas shinobis.

-Cachorro, invócame. Quiero poner en su lugar a estos idiotas que no saben pensar...- pidió un furioso Kurama.

-Recuerda que si los atacas, Konoha pagará las comsecuencias...- advirtió Naruto.

-Tranquilo, solo voy a chalar con ellos.- aseguró el Kyubi, recibiendo un asentimiento por parte del rubio.

-¡Kuchiyose no Jutsu!- gritó Naruto, que había terminado la secuencia de sellos, para que se forme una pequeña nube de humo, y de ella salga un Chibi Kurama.

-¿Qué está haciendo el Kyubi aquí?- preguntó Oonoki, poniéndose en guardia al igual que todos los que no conocían al ojiazul menor.

-Maldito mocoso, ¿Es esta una declaración de guerra?- preguntó enfurecido Ay.