Capítulo 7: El Consejo de Konoha

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Los equipos 7 y 11 acababan de llegar a Konoha, y Naruto fue directamente al bosque de la muerte. Los senseis les habían avisado a los 2 equipos que los exámenes Chunin serían en 6 meses, por lo que tenía bastante tiempo para hacerse más fuerte.

-Naruto, debes entrenar tu Mangekyou Sharingan. Todavía no lo usaste en batalla, y te gastará mucho chakra.- explicó Indra, recibiendo un asentimiento por parte del rubio.

Pasaron 4 meses en los que el ojiazul fue descubriendo las habilidades de su Mangekyou Sharingan Eterno.
Primero obtuvo el Amaterasu, un ninjutsu que invocaba las llamas negras que no se extinguen por una semana. Luego obtuvo el Tsukuyomi y el Kotoamatsukami, los dos genjutsus más poderosos que existen. El Tsukuyomi le permitía al usuario ser Dios en el genjutsu. Podía controlar la hora y torturar a su enemigo. El Kotoamatsukami le permitía al usuario manipular las mentes de los enemigos sin que ellos se dieran cuenta. En un Uchiha entrenado, el tiempo de reactivación del Genjutsu es de 10 años, pero debido a las células Senju que Naruto poseía, solo tardaba 2 horas en reactivarse.
Posteriormente descubrió el Susanoo, un ser de chakra que no podía ser quebrado, a menos que el rival sea superior al usuario. El rubio lo entrenó hasta perfeccionarlo, aunque todavía le gastaba bastante chakra, y debía trabajar más en eso.
Por último, Naruto descubrió el Kamui. Le pareció una gran técnica, ya que podía absorber cosas o personas hacia una dimensión de bolsillo, y las podía devolver a la realidad. También podía teletransportarse a cada rincón del mundo y volverse intangible.

Indra se sentía orgulloso de su alumno. Él había progresado muchísimo, y el Otsutsuki creía que era hora de irse. Ya no le quedaba mucho chakra para quedarse.

El rubio se dirigió a las aguas termales para relajarse un poco. Cuando estaba por entrar, vio a un hombre de pelo largo, blanco y despeinado atado en una coleta. Iba vestido con una especie de traje rojo, y abajo un atuendo verde con una cota de malla. Calzaba unas sandalias rojas, y en la frente llevaba Itayiate con el símbolo de "aceite".

-Viejo cochino, deje de espiar a las mujeres!- gritó Naruto, haciendo que el viejo se caiga al suelo del susto.

-Niño, esto es una investigación para un libro. ¡Y respeta a tus mayores!- gritó el hombre.

-Eso es mentira! Sigues siendo un viejo pervertido.- dijo el rubio.

-Te equivocas, soy un súper pervertido!, déjame presentarme. Mi nombre es Jiraiya, el galán!- dijo el viejo haciendo una pose ridícula.

-¿Acaso eres el sensei de mi padre? No te creo nada!- dijo el ojiazul, entre confundido y enojado.

-¿Eres el primer hijo de Minato?- preguntó el viejo, recibiendo un asentimiento del rubio.

-No puedo creer que un viejo pervertido como tú haya entrenado a mi padre y que pertenezca a los Sannin Legendarios.- dijo Naruto, haciendo que  el viejo se decaiga.

-¿Quiéres que te entrene? Puedo enseñarte técnicas de espionaje y el modo sabio. Quiero ser un buen padrino.- ofreció Jiraiya.

-Me parece bien, las necesito para algo importante.- dijo el rubio, interesando a su padrino.

-¿Para qué vas a usar mis técnicas?- preguntó Jiraiya.

-Para un buen propósito, ya lo verás a su debido tiempo.- dijo misteriosamente el ojiazul.

Naruto entrenó con el modo sabio y las demás técnicas (invocación, camuflaje, etc) durante 1 mes. Descubrió que si usaba el modo sabio, el Rasenshuriken no le producía ningún daño. También descubrió el modo chakra de Kurama, aunque no lo dominaba muy bien.
Estaba paseando por la aldea tranquilamente hasta que se cruzó con Itachi. Decidió charlar con él sobre un tema crucial,que definiría el rumbo de la aldea.

Naruto UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora