Capítulo 15: Invasión (2da parte)

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Orochimaru estaba realizando una larga secuencia de manos, y cuando terminó, 3 ataúdes salían del suelo.
Hiruzen recinoció el jutsu rápidamente y detuvo el abance del tercer ataúd, haciendo que no surja.

-Una lástima que el tercero no haya salido, pero con estos dos alcanzará.- dijo el Sannin con una sonrisa desquiciada.

Las tapas de los cajones cayeron, y se revelaron los primeros dos Hokages, Hashirama y Tobirama Senju. Hiruzen estaba perplejo, y vio como Orochimaru colocó un kunai en la nuca de cada Hokage revivido. El viejo mono dedujo que no tenía mucho control sobre ellos, y que por eso utilizaba esos kunais.

Hiruzen fue sacado de sus pensamientos por un golpe del Shodaime, y luego recibio otro del Nidaime.
El viejo mono descubrió que sus antiguos sensei no tenían la misma fuerza que antes, eran mucho más débiles.

La batalla dio inicio, y los ANBU fuera de la barrera veían como el Sandaime frenaba los jutsus Suiton del Nidaime y esquivaba los Mokuton de Hashirama.

Hiruzen apenas podía resistir los ataques de los Hokages, y para empeorar la ecuación, Orochimaru se unió al duelo.

El viejo Mono decidió invocar a Enma, el rey Mono, que rápidamente se transformó en el Bo de batalla que caracteriza a Hiruzen.
Ahora, la balanza se inclinaba del lado del Sandaime, que podía esquivar los ataques más rápidamente. Pero a pesar de esa pequeña ventaja, los dos primeros Hokages se regeneraban cada vez que recibían daño.

-No tengo más opción, debo usar ese jutsu. Aunque pierda la vida, protegeré a esta aldea...- pensó Sarutobi, que luego de crear dos clones de sombra comenzó una larga secuencia de sellos manuales.

-Todo lo que hagas sobre ellos será inútil. Ni te esfuerces, muere en paz.- dijo arrogantemente el Sannin.

-Prepárate, Orochimaru, verás un Jutsu que nunca imaginaste.- dijo el Sandaime a punto de terminar la secuencia de sellos manuales.

-¿Y cuál es?- preguntó el Sannin haciéndose el sorprendido.

-¡Sello mortal de la Parca!- gritó Hiruzen, terminando el jutsu.

Los clones tomaron de los hombros a los primeros Hokages, y la muerte atravesó el estómago de cada clon para arrancar el alma de Hashirama y Tobirama, deshaciendose los cuerpos.
Pero lo que impactó a Orochimaru fue que el Hiruzen real lo sostuvo de los hombros también.
El asustado Sannin atrajo a su espada Kusanagi, la cual Enma quizo parar, pero igual atravesó el estómago de Hiruzen, el cual escupió sangre.
El Shinigami estaba intentando arrancar el alma del Sannin, pero no podía, ya que la fuerza vital del viejo mono iba disminuyendo.
Sin otra opción, Hiruzen terminó el jutsu, y el Shinigami solo llegó a arrancarle el fragmento de alma correspondiente a los brazos del Sannin de las serpientes.

-Mortal, esta vez tengo que reclamar tu alma como pago.- informó la deidad, haciendo que Hiruzen ría a carcajadas.

-Ya me he escapado de tí una vez. Si me escapo de nuevo te estaría burlando.- dijo divertido el Sandaime, provocando la risa de Shinigami.

-¿Quiéres que te dé unos minutos para despedirte de alguien?- preguntó la deidad, recibiendo un asentimiento por parte del viejo.

La barrera se desvaneció, ya que Orochimaru y sus secuaces escapaban.
Naruto vio a lo lejos esto, y decidió apurarse, dejando atrás a Sasuke.
El rubio llegó a la escena, y se le partió el corazón. Su abuelo en todo menos en la sangre estaba agonizando en el suelo, con un agujero del tamaño de una espada en su estómago.
El ojiazul se acercó al viejo, el cual le dedicó una sonrisa.

-No te veía llorar desde que tenías 5 años.- dijo divertido el Sandaime, secándole las lágrimas a Naruto.

-Viejo, no me dejes...- repetía llorando el rubio.

Naruto UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora