Rian se armó de todo el valor que podía invocar por tercera vez en esa semana. La segunda había sido hace no más de diez minutos, cuando el profesor Ferrec lo interceptó en el pasillo diciendo que debía acompañarlo y le tocó bancarse las horribles y asfixiantes escaleras que daban a la guarida de la pandilla. Y la primera fue dos días antes cuando, (pese al susto que se llevó por no poder respirar y todos los demás síntomas que le provocó la alergia) decidió no mencionarlo y regalarle a su hermano su mejor sonrisa y repetirle que todo estaba bien, cuando vio lo mal que se sentía por haber olvidado su alergia y darle esa pastilla. Seguía sin saber que era pero en ese momento no quiso presionar a Stefan, ya le preguntaría.
Llevó su mano derecha al pecho y agarró con fuerza por sobre la polera el anillo que tenía colgando de una cadena de plata al cuello. Stefan se lo había regalado meses atrás, unos pocos días después del incidente en la piscina. "Iba a dártelo por nuestro cumple Ra, pero creo que es importante que sepas lo que significa" Le había dicho antes de extender sus manos con las palmas hacia arriba para revelarle dos anillos de plata idénticos; ambos tenían varios símbolos grabados en bajo relieve. "Esta es la runa de 'Familia', porque es lo que somos, tú y yo somos nuestra propia manada. Y este es el símbolo de Sirius, un sistema conformado por dos estrellas idénticas que nacieron a la vez. Ahora va a ser como si llevaramos al otro a todas partes con nosotros. Siempre estoy contigo Ra, pero creí que... esto te ayudaría a sentirlo." Mientras hablaba había puesto su anillo en su dedo medio de la mano izquierda y el de Rian en la cadena (se la había colgado al cuello sabiendo que su hermano preferiría usarlo de manera más discreta). Se quedó allí de pie, detrás suyo con las manos sobre sus hombros mientras ambos luchaban por no derramar lágrimas que no querían que el otro viera. Rian se giró y lo abrazó fuerte, por primera vez en mucho tiempo, tratando de decirle sin palabras lo feliz que se sentía.
Desde entonces el anillo estaba con él en todo momento menos cuando entraba en contacto con el agua. Le parecía hermoso y no quería arruinarlo. Stefan no tenía idea de lo mucho que realmente lo había ayudado su regalo a sentirse mejor aún lejos de él. Y ahora, agradecía más que nunca el tenerlo. Miró a su alrededor pero no pudo ver casi nada, las luces del ring al que lo había hecho subir el profesor, le daban de lleno en la cara dejando todo lo demás en penumbra.
No entendía bien qué pasaba, pero la cara de desconcierto con la que lo recibieron todo un grupo de Ibéricas y Árticos delante de la trampilla que daba a la guarida, y los murmullos de asombro y recelo que escuchó ni bien entró, le indicaron que no podía ser muy bueno. Ferrec solo había seguido empujandolo hasta llegar al ring y lo subió sin permitirle decir nada ni contestar a los "¿por qué él?" y "Profesor debe haber un error" de los demás presentes. No pasó ni un minuto cuando Rian escucho la voz de su hermano rugir un "¡No!" al mismo tiempo que la silueta de Rama iba tomando forma delante suyo mientras alzaba los brazos para callar a los demás. Sólo entonces notó que todos los presentes habían rodeado el ring y miraban todos en dirección a su derecha. Ferrec estaba allí.
"¿Qué significa esto viejo?" La voz de Rama era autoritaria. Tenía el mentón elevado en postura desafiante y sus ojos azabache clavados en el profesor, quien lo miraba impasible. "Sabes muy bien que este tiene a su hermano entre nosotros y eso le significa Santuario. No lo vamos a golpear".
"Tendrán que hacerlo hijo, no querrás poner en riesgo la precaria estabilidad que tenemos en el trato con 'la Hiena', como con tanto cariño la llaman ustedes". Dijo hundiendo las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros. "Este es el elegido este mes y... ¡oh! hay algo más. Un pedido muy especial".
Rian observaba atentamente a Rama, tenía los puños y los labios apretados, realmente estaba indignado. Muy probablemente por sentirse obligado a rendirle cuentas a alguien siendo él el rey de ese mundo subterráneo. "No hacemos mandados Ferrec, ¿qué tanto quiere?" Ferrec sonrió y miró por encima de ellos, hacia el otro lado del ring. "Stefan será quien lo haga".
ESTÁS LEYENDO
Protegiéndote
WerewolfUna cadena de protección más fuerte que cualquier prueba es lo que les enseñará a Mike, Alexandr, Stefan y Rian que lo que debe ser será aún más alla de tiempo y espacio y que a veces la vida te da una familia donde menos lo esperabas. Esta historia...