Capítulo 32

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La pregunta fue hecha casi en un susurro, pero el chico reaccionó como si una bomba hubiera explotado detrás suyo. Dio un respingo y un ligero brinquito mientras comenzaba a mirar a su alrededor como un ratón asustado. Rian supo en seguida que el chico estaba por tener una nueva crisis y el instinto protector que hace años no sentía, se apoderó de él. De inmediato estaba a su lado abrazándolo con fuerza y susurrándole palabras de consuelo y calma, ante lo cual el otro pareció calmarse casi instantáneamente. Miró intensamente a Stefan por sobre el hombro de Rian, antes de hablar en un susurro casi imperceptible.

"Sabía que eras tú. Cuando vi las noticias ese día en la oficina del Cuervo... sabía que eras tú".

Stefan sintió náuseas. La mezcla de sentimientos que esas palabras le causaban era casi demasiado para tolerar. Su parte racional se daba clara cuenta de que el manojo de nervios, cubierto en vendas y más flaco que un poste que tenía delante, no había dicho eso con ningún afán de condenar, era sólo un comentario. Pero su lado emocional (últimamente mucho más presente de lo que a él le agradaba) le recordó que el país entero podía reconocerlo ahora y que en él veían a un asesino.

Fue Ikal quien lo sacó de su línea autodestructiva de pensamiento al preguntarle a Rian si le molestaba quedarse en compañía del "paciente" por un rato, dado que eso parecía ayudarlo bastante. Por toda respuesta, Stefan vio a su hermano arrodillarse y luego sentarse en el piso en medio de todas las mantas, sin dejar de sujetar al otro, que lo abrazaba con tanta desesperación que Stefan estaba seguro de que Rian tendría sus uñas marcadas después.

Grand abrió la puerta y les hizo señas a todos los demás para salir. Una vez fuera del cuarto Stefan los miró con una clara pero silenciosa pregunta en los ojos.

"No te preocupes querido, tu hermano estará bien. Lo que acaba de pasar no hizo más que confirmarlo". Le dijo la mujer mientras le extendía la mano "No me presenté me disculpo, mi nombre es Karina. Bueno, aún hay mucho que hacer. Ikal ¿vienes?"

El hombre simplemente asintió y se puso en marcha detrás de ella, dejando a Stefan en compañía del Doctor.

"Tienes cara de no entender nada muchacho".

"Quizá porque no entiendo nada". De inmediato se dio cuenta de con quién estaba hablando y de la muy poca asertividad de su tono. Se llevó una mano a la nuca y dejó escapar un suave gruñido de frustración.

"Lo lamento. Pero es que de verdad. Desde que llegamos todo lo que obtenemos son palabras veladas, respuestas enigmáticas, sin contar con que todo el mundo parece saber más de nosotros que nosotros mismos. Estamos aquí desde hace más de siete días y en todo este tiempo hemos comido prestado, dormido prestado, vestido prestado... Todos son amables y atentos pero es que en realidad ¡ni siquiera sé quienes son ustedes! Hasta hace una semana estaba huyendo de la justicia con mi hermano a través de la mitad del país, por algo que además ni siquiera es verdad. Todo lo que sabíamos era que teníamos que llegar aquí, eso fue lo que nos dijo el hombre al que todo el país cree que maté. Pero llegamos y de pronto parece que estuviéramos en otra dimensión donde todo es verde y hermoso y nada más importa. Desde que llegué a este lugar, ese chico ahí dentro es el primer esbozo de la realidad que he vivido los últimos cinco años de mi vida".

Stefan no se había dado cuenta de que el volumen de su voz había aumentado y que, de hecho, había dicho todo de un solo tirón por lo que ahora estaba sin aliento. Se alegró de haberse contenido a tiempo. No le hubiera agradado nada que ese hombre al que acaba de decirle cosas muy personales, se enterara de otras más. Como por ejemplo lo que había sucedido en el granero o el número de noches ya incontables en las que había procurado dormir lo menos posible para evitar despertar gritando (por soñar con la noche del escape y con el disparo) y asustar a su hermano.

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2019 ⏰

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