"Bloody Hell" (Thelma y Louise)

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Bloody Hell (Thelma y Louise)

La fuerza que las arrastraba era tan intensa que Regina creía que les comenzaría a arrancar de a pedazos en cualquier instante. Se sostenía en el abrazo con Emma por pura desesperación. Y al mismo tiempo, deseaba tener energía para apartarla porque las dos estaban en peligro, pero esta Emma testaruda la apretaba más contra ella a medida que la fuerza se hacía más temible. Decidida a no soltarla. Podía oírla susurrar si te vas me voy contigo y eso la llenaba de un amor ilimitado, pero también de desesperanza. Quería mirarla a los ojos y decir que no, que tiene que haber otra manera, igual que le había dicho cuando se arrojó por ella a la oscuridad, pero no podía porque la rubia tenía su rostro encajado en su hombro. ¿Así era como acabarían? ¿Así conseguirían desarmar la oscuridad para siempre? Con su sacrificio. Pensó en el mundo que dejaban y, al menos, tenía la certeza de que era uno mejor para Henry, eso bastaba.

De pronto, como salido del vacío la voz de su hijo sacudió sus entrañas – ya entendí – exclamó el joven y como por arte de magia el vórtice cedió y dejo de apresar su cuerpo, cuando apenas quedan centímetro entre ellas y el mundo muerto. La calma se presentó de inmediato y las soltó, pero cuando por fin consiguió ver los ojos de Emma que la buscaban igual de necesitados, las facciones de la rubia se desencajaron. Y todo su cuerpo convulsionó, mientras lanzaba un grito de dolor y de pavor.

Los halos brillantes de oscuridad serpentearon por su cuerpo como reptiles, agrediéndolo y desgarrando su ropa. El rostro de Emma se convirtió en un pálido emblema y en un estallido la abertura vibrante comenzó a beberse literalmente toda la oscuridad dejando a su recipiente tambaleante frente a Regina. La oscuridad hizo todo su esfuerzo para erradicar la fuerza, incluso volverse corpórea, tomar la forma de un humano. Se sostuvo con las manos al a los bordes del vórtice que lo estaba engullendo y sus facciones mostraron pánico. ¿Tanto había estado con los humanos que había conseguido imitar sus emociones? ¿O es que ese ser al que parasitaba le habría dado más que un contenedor de paso? En su rostro, unos ojos brillantes buscaron alrededor, como quién busca un halo de esperanza, una salida. Se detuvieron en Belle y allí permanecieron. La bibliotecaria vio familiaridad en esos ojos brillantes. Temió preguntarse si era Rumple quién la amaba o esa sombra oscura que, luego de observarla por unos instantes, se dejó llevar a quién sabe qué mundo abandonado. Belle sintió que su pecho se vaciaba, pero, contrario a sentir pena, sintió alivio.

Emma, despojada de ese poder, dio un paso errático y luego dos, hasta finalmente desplomarse inconsciente. El agujero se cerró así como nació, en un solo latido aparatoso consiguiendo que todos dentro del campo de fuerza salieran despedidos menos Henry, incluso una desfallecida Emma. Merlín dio cuatro tumbos y con cada uno de ellos la barrera se convirtió en láminas, las láminas en astillas y al final se hizo trizas en una milésima de segundo. Regina se levantó como el cuerpo entumecido le permitió y corrió hasta Emma que permanecía sin moverse en un rincón del paraje, donde el sol comenzaba a asomar apenas.

-Emma, Emma – le habló con desespero, mientras la sostenía en brazos – Emma, mi amor, despierta – la sacudió con suavidad, pero la rubia no emitía ni movimiento, ni palabra, ni siquiera un leve parpadeo - ¿mi amor? ¿Qué le sucede? – le preguntó a Merlín que se acercaba a duras penas, mientras Snow y Charming habían acudido con rapidez hasta su hija, hincándose a su lado.

-Me temo – explicó el mago – que la oscuridad ha tomado el cuerpo de Emma y su espíritu con una compatibilidad casi imposible de predecir – más calmado que los demás revisó los signos vitales de la joven – no puedo sentir su respiración – sentenció, pero las manos le temblaban y no podía mantenerlas quietas – ustedes vieron la forma en que su ser asimiló el poder de la oscuridad, eso era algo que no tenía en mis planes, no tenía que suceder así.

El poder de la Daga - SwanQueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora