Epilogo Parte 1: Pongámonos al día.

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Epilogo Parte 1: Pongámonos al día.

"Hola, ¿qué tal están? Hace tiempo que no nos vemos ¿verdad? De hecho, ya ha pasado más de un año desde la última vez. Hablo en serio, puede que les parezca menos, pero en realidad en este reino sí que han pasado todos esos días con sus horas, minutos y segundos.

Desde la última vez que nos, las calles de Storybrooke se ven sumida en una inagotable tranquilidad garantizada por una alcaldesa, mucho más satisfecha que antes de desaparecer por un par de meses, y por una sheriff, extremadamente suspicaz, que si tiene que liarse a golpes para defender un residente inocente no duda un segundo. Bueno, también porque le encanta patear traseros. Eso la hace muy feliz. Eso y Regina.

Emma y Regina se casaron un par de semanas después de la proposición en una ceremonia muy íntima. Fue maravillosa, deberían haber visto a ese par de hermosas mujeres decirse cosas bellas la una de la otra. Fue un momento ideal para la gente cursi, lo puedo jurar. Una ceremonia muy bella, eso sí, sin fiesta. Por mucho que se pensaría que Emma sería del tipo "fiestero", nada más lejos. Lo único que deseaba era irse de luna de miel y ya. Y eso hizo, tomó a Regina de la mano, la subió a su choche y partieron de Storybrooke gracias a los viejos trucos de Rumple, mejorados por Merlín, para que fueran más prácticos y con menos peligro de causar amnesia permanente.

Destino Aruba. Algo que para Regina era nuevo y para Emma más bien muy apropiado para sus pervertidas ambiciones. Regina el 100% del día casi como vino al mundo. ¿Qué más podía desear Emma-sin-filtro? Además del hecho de que nadie de ese mundo las conocía y podía incomodar a medio dios sin problemas con sus comentarios y su deseo hacia la morena, sin que Regina la reprendiera o algo parecido. Les aseguro que todo miembro, permanente o transitorio, de Storybrooke que ha visto las fotografías de esas 2 semanas ha comentado su incredulidad respecto de que Emma no fuera deportada por su comportamiento. Yo misma les puedo afirmar que tampoco me lo creo.

Después de ese paseo, ambas mujeres se han dedicado a su hijo, a su ciudad y a prepararse para viajar a Camelot, como habían prometido.

La pequeña Ilyssa nació un año atrás una tarde fresca de febrero en un parto bastante apacible, a pesar de los nervios de sus padres. Padres en plural porque, si bien Robín Hood era su padre, Sir Arturo lo sería en la medida que se lo permitieran. Zelena se convirtió en madre abnegada y esposa perfecta en tan poco tiempo que su reforma causaba escepticismo, pero, aun así, todos en Camelot hablan del cuadro perfecto que forma en las tardes de verano con su pequeña y Roland, ese niño al que casi había adoptado como propio. Ahora que Robín pasa buena parte de sus días embarcado con Killian en busca de nuevas tierras y comerciando con otros reinos, el hijo del ladrón más famoso se queda con Zelena, Arturo y su hermanita, a la que adora de sobre manera. Si les soy sincera, pinta para ser esa clase de hermano sobreprotector que de mayor será un dolor de cabeza para la niña, pero es de antología verlo pasear a Ilyssa por el palacio con una sonrisa de orgullo a cada elogio que reciben.

En fin, las cosas en Camelot y Storybrooke marchan bien a su manera. Con los sobresaltos propios de dos reinos donde la magia y las criaturas hechizadas son algo así como bastante comunes. Pero al menos sin problemas que no puedan resolverse con un par de bolas de fuego. Merlín es un ente que está y no está. Emma siempre habla de la mañana en la que apareció en la comisaría con esa clase sonrisa tan de tío molón que suele tener de vez en cuando. Estuvo conversando con ella algo así como media mañana sobre distintos temas. Emma le convidó de su chocolate con canela y su donut. El mago quedo prendando del dulce y aseguró que vendría más seguido, pero, lo cierto, es que no regresó. Dijo que tenía que ver a una vieja amiga en Arendelle y Emma aprovechó para pedirle que salude a Elsa y Anna.

El poder de la Daga - SwanQueenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora