13 Pisos

Capítulo 21: Piso 7

– Por cierto ¿Qué le paso a tu camisa?  –   pregunta el chico cuando las puertas del ascensor se han cerrado.

– Estaba toda rota, no tenía sentido el traerla.

Luego de haber pasado la última prueba de Alicia, la mente de Charlotte parecía estar en otra parte, le estaba comenzando a costar el mantenerse enfocada en algo específico, incluso una simple conversación parecía estar fuera de sus capacidades actuales, haciendo que la escases de su ropa fuera algo trivial. El haber descansado fue tiempo suficiente para hacerle recordar parte de lo que había ocurrido antes de despertarse en aquel edificio, ya que tal como pensaba, la habían capturado luego de haber salido de sus clases normales. También se preguntaba si su amiga Rouse se encontraba bien, después de todo ella era la única cercana al momento del secuestro, y el pensar que ella también haya podido haber terminado de la misma forma le provocaba escalofríos. La joven apoya la espalda contra la pared y se desliza hasta quedar sentada para abrazar sus rodillas. El amargo sentimiento de saber que los desaparecidos terminaban en este lugar la enfermaban, ya que nunca se había vuelto a saber de ellos, por lo que las esperanzas de la muchacha se desvanecían  rápidamente, incluso si lo habían logrado hasta ahora, debía de hacerse a la idea de que tal vez nunca volviera a salir con vida, nunca volvería a ver a sus padres, ni a sus hermanos, los que tendrían que pasar por lo mismo que afrontaron ante la repentina partida de Víctor, y causar dolor en los demás, era lo que menos quería.

La joven mira de reojo a su reloj que marcan pasadas las 4 a.m. que también era el término de las horas en que Elías debía asistir en su piso. Charlotte se preguntaba si sus padres estarían preocupados por ella o si incluso sabrían que su hoja no había llegado a su casa, después de todo no había nadie esperándola aquel día, ya que todos se encontraban en sus trabajos o universidad, su madre posiblemente ya habría terminado su turno en la clínica, pero a tan altas horas de la noche, dudaba que supiera de la desaparición de su pequeña, ya que como siempre había sido una buena hija nunca se habían preocupados de que causara algún problema, por lo que era muy poco probable que se la señora Evergarden hubiese revisado la habitación de su amada hija para inspeccionar, por lo que nadie sabría lo que sucedía hasta el momento de  que alarme de su habitación sonara para despertarla para la escuela, pero nadie saldría de aquella habitación.

– ¿Te vas a quedar ahí todo el día? – le dice el chico sacándola de sus pensamientos.

La joven levanta la mirada hacia las puertas que ya se habían vuelto a abrir, pero aun así su ánimo no parecía mejorar. 

– Hey, Elías – murmura en voz baja – lo que dijiste antes ¿era verdad?

– ¿Qué cosa?

– Sobre las personas que estaban en este lugar por su voluntad, que no merecían ningún tipo de compasión.

– Ah, eso – responde sin ningún interés – claro que es verdad, no tengo motivos para mentirte – añade saliendo del ascensor – además son pésimo en eso.

La rubia lo mira por instante antes de ponerse de pie y seguirlo.

– Entonces ¿eso también te incluye a ti?

Elías la observa por sobre su hombro.

– Por supuesto, sobre todo a mí. 

– Ya veo – murmura para sí misma bajando la mirada.

Las puertas abiertas del elevador permitían dejar pasar la luz de su interior, que daba justo a una pared que tenía otro de aquellos extraños mensajes escritos, pero esta vez la letra era más estilizada y parecía estar escrita con rotulador.

“Reporte número 13: la investigación está avanzando  más rápido de lo esperado, al recopilar la información de los otros centros de estudio se pudo finalmente completar el programa para los nuevos sujetos, que ya hemos seleccionado previamente, todos ellos comparten características similares, tanto psicológicas como físicas por lo que no deberíamos tener problemas en aplicar el programa en todo el grupo al mismo tiempo, aunque claro que estamos consiente que de los 50 individuos, solo la mitad lo conseguirá, eso sí somos optimista, pero con que sobrevivan 10 de ellos será todo un éxito”