Cuando le conté a Fubuki mis preocupaciones y problemas me sentí un poco raro.
Sentí que se quitaba un peso de encima pero también me sentía un poco... Desnudo... Nunca nadie se había acercado tanto a mi como para contarle esto. Fubuki realmente escucha, no me interrumpe, no me critica y sobre todo me mira muy atento.
Al terminar de contarle, nuestras bebidas iban casi por la mitad pero eso no impidió a Fubuki levantarse de golpe y abrazarme fuertemente mostrándome lo mucho que le importo y que lamenta no poder ayudarme más.
Al separarse un poco me sonrió igual que siempre, y me dijo que él siempre estaría para mi. Esta vez no pude evitarlo y lo estreché entre mis brazos. Creo que lo sorprendí porque se movió un poco inquieto. Lo ignore y me agache para esconder mi cabeza en su cuello. De verdad no hay nadie como Fubuki, su calidez me hace sentir feliz y su sonrisa es... Bueno es sincera y comprensiva.
Nos quedamos así un momento hasta que al alzar la cabeza un poco vi a los chicos del Inazuma Japan buscándonos así que me separé de Fubuki.
— Nos están buscando — le dije cuando él me miró.
— Ah — dijo y me pareció que estaba decepcionado. Se repuso rápido y alzó la mano para que lo vieran — ¡Chicos, estamos aquí!—
Todos se acercan a nosotros rápido.
— Que bueno que encontraron refugio de la lluvia — nos dice el capitán sonriendo como siempre — Según las noticias la lluvia no parara en todo el día —
— Lo imaginaba — dijo Fubuki.
— Vamos todos a ver una película y hacemos el partido otro día... Tal vez el día de la graduación esté despejado — sugiere el capitán.
Todos están de acuerdo con ese plan así que levantamos las cosas y vamos al cine.
Fubuki venía a mi lado hablando con Midorikawa hablando de un nuevo videojuego o algo así. A mi otro lado venia Toramaru hablando animadamente con Goenji. Todos estaban en sus asuntos hasta que de repente escucho a Fubuki decirme.
— ¡Akio, mira!— por un momento todos se quedan callados mientras Fubuki sonriendo me señala una librería un letrero que dice que próximamente vendrá el autor de mi libro favorito a una firma de autógrafos.
Me acerco y Fubuki también me sigue a pedir información.
— Perdón... — me dice Fubuki — Jejeje es que te puse una prueba, quería saber si responderías cuando te llamara. Es que te he dicho "Fudou" por mucho tiempo —
— Fubuki, eres mi mejor amigo — aquello hizo que abriera los ojos con sorpresa y bajara un poco la mirada antes de sonreírme — Por eso puedes llamarme por mi nombre — eleve las comisuras de mis labios sonriéndole también — Igual podríamos venir a este lugar por la firma de autógrafos, estarás en la ciudad todo el fin de semana ¿verdad?—
— Claro que si — sonríe y es cuando Midorikawa a gritos nos llama por qué la función de la tarde ya va a empieza. Reímos y fuimos a alcanzarlos.
[...]
El fin de semana lo pasé en casa/mansión de Kidou que es donde los chicos foráneos se quedaron a dormir.
Fue como una pijamada, aunque tal vez me pasé un poco cuando propusieron contar historias de terror. Tachimukai se asustó tanto que terminó durmiendo con Tsunami aunque el pelirrosa tampoco fue muy valiente que digamos.
Fubuki... Bueno él no se asustó ni un poco, es más me ayudo a crear las historias más aterradoras.
Durante la noche no dejamos de hablar y reírnos sobre cómo temblaban de miedo los demás.
— Jajaja en serio te extrañé Fubuki — le dije mientras miraba el techo de la habitación que compartimos — Nada es divertido si tú no estás — Fubuki se puso a tomar mi temperatura tocando mi frente — ¿qué sucede contigo?—
— Me acabas de decir algo lindo, así que pensé qué tal vez tendrías fiebre o algo así — me explica a lo que yo bufé — Bueno, ya entendí, estás bien — río y momento nos quedamos callados, mirándonos el uno al otro. Por momentos deseaba que él se quedara a mi lado para siempre, o que el tiempo se detuviera estaba muy feliz a su lado.
— Deberías cortar tu cabello — le comenté para romper el silencio — Conozco a alguien que te haría un buen corte —
— No, gracias — dijo tratando de ocultar un escalofrío que le dio — Si es el mismo peluquero que el tuyo me dejara pelón como tú — reí y lo empujé para que se acostara de nuevo — Ya mejor duérmete, estás diciendo puras tonterías—
— No estoy diciendo tonterías es verdad lo que digo —
— No lo es —
— Si lo es —
— No lo es —
— ¡¿Quieren callarse?! Algunos tratamos de dormir aquí — dice el duende de Kogure golpeando la pared de su habitación.
— Si no te duermes tú primero — empezó a decir Fubuki a Kogure.
— El Jack Kappa vendrá por ti y te comerá... Después de todo pareces muy apetitoso Kogure-chan — continúe yo con voz tenebrosa. Escuchamos un grito de su parte y reímos.
[...]
El fin de semana acabó tan rápido que parecieron solo unas pocas horas. Iba a la estación para despedir a Fubuki, pero esta vez nos acompaña Goenji que dijo tenía que hacer un mandado y que quedaba en esta dirección.
Cómo está vez llegamos 20 minutos antes que el tren decidí ir a comprar bocadillos.
Compre varios dulces de los que le gustan a Fubuki: pokis de chocolate, de fresa con chispas de chocolate, de chocolate blanco, de chocolate blanco con chispas de chocolate amargo y también algunas barras de chocolate. Ahora que lo pienso a Fubuki le gusta mucho el chocolate.
Cuando regresé, vi a Fubuki muy sonrojado al igual que a Goenji. Estaba lejos así que no oía de lo que hablaban, pero noté que Fubuki se estaba disculpando por algo (había agachado la cabeza y tamborileaba los dedos de manera nerviosa sobre su pierna) y Goenji se encogía de hombros como diciendo "Igual quería que lo supieras". Al verme a lo lejos Goenji se despidió de Fubuki, giró sobre sus talones y se fue.
Al acercarme a Fubuki aún seguía sonrojado pero no le comenté nada.
— Te traje algunos chocolates — le dije mostrándole las cajas que traía en brazos. Él se me quedó viendo un momento, tratando de decir algo pero al parecer las palabras se le atoraron en la garganta.
— Gracias, Akio — dice abriendo una de las cajas de pokis de chocolate — ¿Sabes? Deberías venir a Hokkaido para las fiestas, digo si no quieres estar en tu casa con tu padrastro — me ofrece sonriendo cosa que me sorprende y no sé qué decir — Igual es solo una idea, me dices que te parece por mensaje ¿está bien? — dice sonriendo mientras toma todos los dulces y sube al tren cuando abre las puertas. Se asoma por la ventana abriéndola y asomando la cabeza — ¡Nos vemos Akio!— antes de que el tren comience a avanzar tome su mano.
— Iré — le dije sonriendo leve — Iré, quiero pasar las fiestas de navidad contigo — su sonrisa crece haciendo que brille todo a su alrededor — Te veré allá — le aseguro. Mientras el tren avanza yo corrí con él sin soltar la mano de mi mejor amigo.
— ¡Te estaré esperando!— sonrió apretando mi mano fuerte. Cuando el andén se acabó tuvimos que soltar nuestras manos.
Me quede parado en el andén mirando como se aleja el tren con Fubuki en el. Miré mi mano, aún sentía su calidez en ella, sentía como me apretaba la mano mucho, mucho incluso me dolía.
Y fue en ese momento en que me desperté. La mano de Fubuki (en coma) me estaba presionando muy fuerte y... Abrió los ojos.
— A-Akio — dijo con los ojos llorosos al verme.
Bien hasta aquí por ahora. Ya estoy de vacaciones así que espero actualizar el resto de mis historias también.
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Una Simple Pregunta
FanfictionTal vez no sea el Fuego y Hielo al que estas acostumbrado pero, nada cuesta darle una oportunidad ¿cierto? Para Fudou, el amor es algo nuevo, descubrirá que el sentimiento hacia su mejor amigo Fubuki no es solo amistad, es amor. Tendrá que pasar por...
