Capitulo 21 Creando nuestra historia

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Cinco días de fiesta. Jugamos en la nieve, bebimos y comimos mucho. Hicimos un iglú donde pasamos varias horas hablando, luego íbamos al lago a patinar. Se me daba fatal pero Fubuki insistía en hacerme patinar.

— Vamos Akio, no es tan difícil — estando a mi lado. Se puso detrás de mi y sujeto mi cadera para posicionarme — Tienes que estar un poco inclinado —

— Bien —

— Mantén los brazos extendidos así — lo imite — Y las puntas de tus pies tienen que estar ligeramente hacia adentro. Para avanzar desliza tu pie adelante mientras te apoyas en el otro. Al patinar no vas recto vas de lado a lado. Así — él señaló a Midorikawa al que le iba muy bien patinando para ser su primera vez, tenía un buen balance y velocidad. Según Ryuji el es bueno patinando porque le gusta el helado y el helado le quiere tanto que le regaló el talento del patinaje.

Solo fruncía el ceño ante esa explicación y trataba de patinar.

— Bien, así lo haces bien — dijo Shirou al verme dar mis primeros pasos en sobre el lago congelado.

— Nada mal — dijo Midorikawa dando vueltas alrededor de mi.

— Presumido — refunfuñe.

— Ya lo lograrás no te presiones — dijo Shirou sonriéndome a mi lado. Sé que si seguía así de verdad iba a lograrlo pero ver a Midorikawa y lo bien que se le daba me desesperaba y trataba de ir un poco más aprisa. Cuando me cansaba iba con Hiroto a la orilla. Hiroto no podía patinar debido a que tropezó y se lastimó el tobillo.

— Puff— suspire y me senté en la rama de un árbol bajo pero robusto — No entiendo porque insiste en esto — dije un poco molesto quitándome los patines para ponerme mis botas.

— Puedes quejarte todo lo que quieras pero te gusta porque Fubuki está cerca de ti — ríe a lo que yo me sonroje. Es verdad al entrenar patinaje con Fubuki, el se mantenía muy cerca de mí para cuidarme y no mencionar los escalofríos que me llegaban cuando él me tocaba — Estas muy enamorado —

Sacudí el árbol y mucha nieve cayó sobre Kiyama.

— ¡Cállate!—

Después de un rato regresamos a la casa donde todo era cálido y navideño. Como a Fubuki le gustaba mucho la navidad sus padres decoraban todo, en la entrada principal había guirnaldas y luces navideñas de muchos colores. En el pasillo más guirnaldas pero con muchas esferas y tenían un poco de escarcha. Y por su puesto no podía faltar en la sala el árbol de navidad era enorme con muchas esferas de todos los colores con luces y algunos muñecos de renos y santa claus. Y también había algo fuera de la temática navideña pero que era algo muy al estilo de Fubuki, había pequeñas figuras de madera con forma de lobos de pelaje platino.

Y lo que no podía faltar, toda la casa olía a rico chocolate caliente y también a canela. Sin duda este es el ambiente navideño, uno que disfruto mucho.

Después de comer fui a mi habitación y revisé la caja musical. Era de color azul, el favorito de Fubuki, además de tener una decoración de ramas color dorado. Para abrir la caja de necesitaba una llave pequeña que tenía en la cabeza una inscripción que pedí poner. En la parte de dentro de la tapa de la caja musical había un espejo y en la base había un hueco para poder poner lo que quisiera. Decidí poner muchos pokis, un pequeño peluche de pingüino y al fondo una carta. Una vergonzosa carta donde le expresaba mis sentimientos.

Con el regalo listo, solo lo envolví en una caja. Suspire. Hoy es Noche Buena y Fubuki aún no me dice lo que quiere para cobrar la apuesta.

— Ey, Akio — al tratar de abrir la puerta Fubuki se golpeó contra ella pues le había puesto el seguro — Auch... Oye ¿porque está cerrada la puerta?—

Una Simple PreguntaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora