Capítulo 20 El tren

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Hacer las maletas fue la cosa fácil. Lo que no fue fácil fue pensar en el regalo para Fubuki, más que nada porque en cada maldita tienda a la que iba Maito estaba ahí para acosarme. No se me acercaba, solo me seguía como si esperara que me encontrara con mi mamá.

Terminaba por salir de la tienda y regresar a mi apartamento.

Al final pensé en comprar algo en Hokkaido, ese loco no me seguiría hasta allá.

Hice mis maletas, puse mucha ropa de invierno y varias de mis botas.

No era la primera vez que hacíamos esto, estaba feliz y ansioso por las fiestas.

La mañana en que partiríamos estaba en la estación del tren. Fubuki no tardó en llegar... Junto con Hiroto y Midorikawa.

No es que los odiará, es que Midorikawa se ponía de odioso y no podía evitar molestarme con el.

Por suerte esta vez Mido se abstuvo de molestar... Tal vez porque su novio estaba ahí. Durante el viaje platicábamos y nos tomábamos muchas fotos con los celulares. Eso fue hasta la hora del almuerzo. Shirou estaba jugando cartas conmigo mientras que Mido y Hiroto fueron a buscar la comida en el vagón comedor.

— Akio —

— Mmm — respondí mirando mis cartas. Ambos se nos daba bien el póker, ninguno podía leer los gestos del otro y esto hacía emocionante el jugar cartas.

— ¿Te parece bien si apostamos?— me sonrió de manera traviesa.

— Eso suena bien ¿que tienes en mente?— le respondí con una sonrisa astuta bajando mi mano con las cartas.

— El que pierda tendrá que hacer lo que el ganador quiera en noche buena —

— ¿En serio?— en marque una Ceja incrédulo — Esta bien —

Ambos sonreímos.

— Veamos que tienes Akio —

— Escalera — le mostré mis cartas Muy orgulloso.

— Oh — dijo simplemente y por un momento pareció decepcionado pero no era por su derrota.

— E-Espera no me digas que...— dije nervioso y titubeando.

— En honor del noble caballero Fudou Akio le presentó una flor imperial — me mostró su juego.

— Perdí — suspire pesado y me recosté en el asiento del tren — ¿Que es lo quieres que haga?—

— Es algo muy simple, te pediré el regalo que siempre espere recibir de ti — lo mire extrañado un momento.

— ¿Lo que siempre quisiste de mi?—

— Si — empezó a recoger las cartas para barajearlas un poco — Una cosa muy simple que me atrevo a pedirte—

— ¿Qué es?—

— Te lo diré en noche buena si no sería divertido — ríe.

— Está bien, está bien... — dije resignado. Mire por la ventana y vislumbre los primeros copos de nieve — Ya casi llegamos — le dije y el miro por la ventana — ¿Emocionado por volver a casa?—

Fubuki sonríe y asiente.

— Si, me gusta mucho la navidad. Es mi época favorita del año — suspira alegre — En esta época hay magia — lo miro de reojo.

— ¡Ya volvimos! — dijo Mido entrando con un par de bandejas de comida — ¡Whaa! ¡Nieve! ¡Mira Hiroto nieve!— deja las bandejas en el asiento junto a Fubuki y pega la nariz en la ventana.

— Pareces un Niño — me burlo.

— Calla, es la primera vez que veo nevar — me dijo sacando la lengua en mi dirección.

— Vamos a comer — dijo Hiroto haciendo a Mido sentarse mientras el reparte los almuerzos.

Comemos tranquilamente cuando de repente Mido grita.

— ¡Una estrella fugaz!— exclama y señala por la ventana — ¡Vamos hay que pedir un deseo! ¡Pidamos nuestro deseo de navidad en voz alta!—

— Así no funcionan los deseos a las estrellas fugaces — le dije molesto.

— Yo deseó una caja musical con la canción de History Maker — dijo Fubuki haciéndole caso a Mido.

— Yo deseó la revista de edición limitada del FFI en el que participamos — dijo Hiroto.

— Yo deseó un álbum — dijo Mido — Y poder comer mucho mucho helado de chocolate—

— Vamos a un lugar nevado y a ti solo se te ocurre comer helado a montones —

— Por eso dije de chocolate, el chocolate siempre es cálido aún si es helado — refuto y me apunto — Anda pide tu deseo —

— Mmm — me puse a pensar — Las zapatillas deportivas color negro y dorado que vi en el centro comercial el otro día —

Después de eso jugamos hasta que llegamos a nuestro destino.

Shirou y Hiroto se adelantaron a recoger nuestras maletas mientras que Mido y yo nos quedamos a recoger el vagón en el que viajamos Los cuatro.

— Muy bien, ahora ya sabes que regalarle a Fubu-chan de navidad...— me dijo.

— Alto ¿que?—

— Se que no tuviste tiempo de comprar un regalo así que ahora ya sabes lo que quiere será fácil —

— ¿Porque lo hiciste? Se supone que me odias —

— Te odio, pero no quiero arruinar las fiestas para Fubu-chan, es su festejo favorito así que decidí no molestarte esta vez — dijo suspirando — Y no es que te odie es que no te tolero —

— Oh eso me consuela —

— Es tu culpa que no te tolere por ser Un pelón cabeza bruta —

— Y tú un glotón de helados —

Seguimos discutiendo nombres ridículos el uno al otro. Supongo que esto era lo más amigo que podía ser de Midorikawa y... Estábamos bien así.

[***]

La bienvenida esta vez, fue muy cálida departe de los padres de Fubuki. Parece que al fin me están aceptando. No podía pedir mucho del padre adoptivo de Shirou pero su mamá Rika me empezaba a tratar mejor incluso con empezaba a sonreírme aunque le costaba después de algunos años tratándome como si fuera una piedra en su zapato. Necesitaba un poco de ayuda, así que le pedí que mantuviera ocupado.

Salí una mañana cuando Shirou estaba con su mamá Rika preparando las galletas de navidad.

Tuve mucho problemas para conseguir la caja musical pero lo logré. Solo me faltaba envolverla.

Fubuki: "¿Dónde estas? Las galletas están casi listas"

Fudou: "Voy, salí un momento"

Sonreí y entre por la puerta trasera. En silencio fui a mi habitación y la guardé cuidadosamente.

— ¿Akio?—

— Ya voy — sonrío y bajo. Estaba muy feliz por conseguir el regalo Perfecto. Tenía que agradecer a Mido por su apoyo.

Aún faltaban 5 días para noche buena y estaba feliz y ansioso por saber lo que me pediría Fubuki esa noche.

Una Simple PreguntaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora