Una Simple Pregunta

Capítulo 2 - La respuesta es la misma.

- ¿Has sabido algo de tu mamá?- me pregunta Fubuki mientras comemos en el jardín de la Universidad.

- No sé nada de ella  - miró para otro lado mientras doy una mordida a mi sándwich de jamón y panela - Y a ti como te va con el proyecto de profesor Miller -

Suspira y empieza a hablar de las dificultades de haber entrado a su taller (Química) y de que piensa en salirse para ir a clases de arte con la señorita Yachio, o algo así ya que me pierdo en mis pensamientos sin poder evitar preguntarme donde esta mi madre.

Mi padre Saito Fudo contrajo una deuda en su trabajo. Nos abandono a mi y a mi mamá cuando yo tenía unos ocho años, dejándola con la deuda.

Ella no pudo más y empezó a beber, se fue destruyendo poco a poco.

Cuando tenía catorce años se consiguió un novio alcohólico, drogadicto y violento. Me abandonaron apenas tuvieron la oportunidad.

No he sabido nada desde los 17 años cuando estuvimos en el hospital por una intoxicación que tuvo, apenas la dieron de alta se fue... 

Siento el dedo frío de Fubuki picar mi mejilla, sorprendido.

- Perdón por preguntar sobre tu mamá pero... - sonríe triste - No deberías guardarte todos tus problemas y preocupaciones - 

- No molestes. Son mis problemas -

- Sólo digo que puedes apoyarte en mi -

- Te romperé bajo tanto peso - suspiro apoyando los codos sobre mis rodillas como un indio - No te preocupes tanto por mi. Puedo yo solo resolver mis problemas - 

Hace una bola con la basura de su almuerzo y con la mano la empieza a botar

- Hay una feria en el pueblo ¿vamos el fin de semana?-

- Uno: ¿No crees que somos muy viejos para ir a las ferias? Dos: No quieres, no sé, invitar a alguien más por ejemplo al chico que te gusta -

- Uno: Que más da la edad que tengamos, será divertido. Dos: Tal vez esté ocupado - tamborilea los dedos en la tierra - Vamos será divertido y refrescante. No seas amargado Fudo, debes salir más de tu departamento o te volverás un ermitaño -

Aprieto su nariz.

- A-k-i-o llámame por mi nombre. No me gusta que tú me llames por mi apellido - le reclamo.

- Si, si, no te enojes - dice chistoso por apretarle la nariz.

- Bien, iremos. ¿El sábado a las ocho p.m.?-

- ¡Si!- sonríe como un niño pequeño contagiándome la sonrisa.

[...]

El sábado por la noche estaba subiendo las escaleras para ir al departamento de Fubuki y Midorikawa.

- Mírate niño - escucho que dice Midorikawa - que guapo te ves ¿vas a una cita?-

- Sabes que si, Mido  -dice riendo Fubuki.

- ¡Bien! Saldrás con Goenji ¿verdad? -

- No. Sabes bien que no me gusta Goenji - dice enojado.

- Pero... - empiezan los susurros. Pegó el oído a la puerta para tratar de escuchar. Dice un nombre pero no lo distingo bien, también escucho que dice algo malo de esa persona.

- Aún así, no puedo evitar amarlo -

Suspira resignado Midorikawa. 

- Sabes que sigo y seguiré diciendote que lo mejor para ti es alejarte de él -

- Y tú sabes que mi respuesta es la misma - sonríe triste, lo noto por su tono de voz - Quiero estar a su lado aun si nunca me corresponde -  me dejan helado esas palabras; y las siguientes me hacen derramar lágrimas -  Lo amaré sin importar qué  -   

[...]

Regrese a mi departamento y mandé un mensaje a Fubuki diciéndole que no me sentía bien.

Quien será la persona que ama Fubuki y quieren alejarlo de esta.

Por favor, no crean que soy tan estúpido como para no darme cuenta.

Soy yo, maldita sea, soy yo la persona que ama.

Por qué, no sé. Sólo causo problemas quiera o no... Pero no puedo alejarme de él, no puedo, no quiero alejarme de él...

Eso quedo demostrado a los catorce años, poco después de regresar a Japón con el trofeo del FFI en nuestras manos... Incluso desde antes que no puedo separarme de Fubuki. 

En la mayoría de mis recuerdos de mi estadía en el Inazuma Japan está Fubuki sonriéndome, animándome, jugando los dos persiguiendo el balón por toda la cancha hasta agotarnos, curando nuestras heridas. 

Después de eso tampoco podía estar alejado de él. De una u otra forma el estaba presente para mi y yo para el, pese a estar lejos siempre estaba cerca para lo que necesitaba... 

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Eso es todo.

Nos vemos.