Capítulo 16 Despierto

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A Fubuki le tomó un momento procesar en dónde estaba.

— ¡Ahh!— gritó asustado y se aferró más a mi mano, casi me cortaba la circulación. Trató de quitarse los aparatos a los que estaba conectado. Con la mano que tenía libre lo tomé por el hombro y lo hice recostar.

— Tranquilo, por favor cálmate y déjame ayudarte, te puedes hacer daño si los quitas rápidamente — le pedí tratando de soñar tranquilo como si supiera lo que estaba haciendo, cosa que no es verdad, estamos estudiando leyes no medicina.

Fubuki asintió levemente con la cabeza y le empecé a quitar la máscara, luego le quité la intravenosa y los aparatos que monitoreaban su corazón los apagué. Sonreí al ver su rostro libre de la mascarilla, como sus mejillas se tornaban de rosa y sus ojos brillan al verme. No lo pude evitar más y lo abracé fuertemente llorando sobre su hombro.

Sé que Fubuki estaba confundido y tal vez un poco asustado pero igual me correspondió el abrazo mientras trataba de consolarme.

¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿Un par de meses? No lo sé pero me parecieron años. Me pude recomponer de alguna manera y me separé un poco para verle a la cara pero no deje de abrazarlo.

— Akio ¿qué pasó? ¿Porqué estoy en el hospital? Y...— abre los ojos y toma mi rostro entre sus manos — ¿¡Qué te pasó a ti?! ¿Porque tienes esa cicatriz? ¿Fue un accidente? —

— Esa debería ser mi pregunta... Fuiste tú el que estuvo en coma y me pregunta a mi cómo estoy — negué con la cabeza y bese su frente — Eres increíble... Sin duda lo eres — nos quedamos en silencio mirándonos. Estábamos muy cerca el uno del otro, nuestras respiraciones se mezclaban, mis mejillas estaban rosadas al igual que las de él.

Pegué mi frente con la de él sin perderle de vista ni un momento.

— Fubuki... Y-Yo... — no tengo idea de que era lo que quería decirle, tal vez decirle "Te quiero" o "Te extrañé" no lo sé... Las palabras nunca fueron lo mío.

— ¡Se encendió la luz de emergencia de esta habitación en la estación! ¡Vine corriendo! ¡¿Fubuki está bien?!— dijo Fuyuka entrando sin llamar a la puerta cosa que nos sorprendió e hizo que nos separásemos.
La pelimorado al ver a Fubuki despierto sonrió... Y un poco tarde se dió cuenta de que estaba interrumpiendo algo... Más bien, no se dió cuenta o tal vez lo ignoró pues me pidió que me alejara rápidamente mientras hacía un rápido examen y me regaña por haber quitado la mascarilla de Fubuki y por desconectar los aparatos. Me resigne a escucharla sin más, quejándome un poco.

Una vez Fuyuka llenó su informe entró otro doctor para revisar más a fondo a Fubuki. Esto comenzaba a fastidiarme, quería estar con Fubuki a solas pero lo trajeron de un lado a otro del hospital en lugares donde no podía entrar porque "No soy su familiar".

Me resigné y esperé en su habitación. Tal vez podría hablar con él cuando todo acabará.

[...]

O tal vez no.

Al parecer Fuyuka llamó a todos para avisar que Fubuki estaba despierto.

Midorikawa prácticamente, casi lo tira de la cama al lanzarse a abrazarlo.

— ¡Fubu-chan te extrañe mucho! — grito abrazándolo.

— Pero si nos vimos ayer...— dijo Fubuki un poco confundido.

Aunque le habíamos dicho que estuvo en un accidente para Fubuki aquello sólo parecía un sueño, de no ser porque está en el hospital ni siquiera lo creería.

— Tal vez para ti fue un día pero para nosotros fueron dos horribles meses — me quejé y Midorikawa me dió la razón sacando un álbum de fotografías.

— Esto te ayudará a recordar...— dijo abriendo el álbum.

— No tiene amnesia, ya lo dijo el doctor — le dije fastidiado.

— Di que al menos me digne a poner fotografías tuyas también — dijo sacándome la lengua a modo de reproche — Fubu-chan no sería Fubu-chan sin ti... Por desgracia no sería feliz sin ti —

— Mido-chan— dijo Fubuki avergonzado con las mejillas muy rojas al igual que las mías.

— Perdón, hemos estado viendo algunas películas sobre amnesia y supongo que se dejó llevar — explica Kiyama riendo ante la inocencia de Mido que le mostraba las fotografías y contaba cosas sobre ellas.

También vino Kazemaru quien le trajo algunos dulces y también se lanzó a abrazarlo. Desde siempre los tres se han llevado muy bien, nunca sabré porqué. Goenji, Endou y Kidou también estaban aquí. Miraba a todos mientras yo estaba recargado en la pared.

Al anochecer llegaron los padres adoptivos de Fubuki.

— Mamá, papá — dijo Fubuki feliz levantándose para abrazarlos.

La señora Rika, que era un poco más bajita que Fubuki lo abrazó y acarició su espalda riendo entre un mar de lágrimas.

Ryusuuke acarició la cabeza de Fubuki y le sonrió como siempre le sonríe a su amado hijo.

— Perdón, los tuve preocupados— se disculpa Fubuki.

— Lo bueno es que ya estás bien — dijo Rika besando la mejilla de Fubuki.

Ryusuuke me miró y asintió en gesto de agradecimiento. Rasque mi nuca un poco avergonzado y asentí también.

Al final Fuyuka y el doctor que atendería a Fubuki (un tal Kimihiro Watanuki) nos sacaron a todos los chicos, dejando a la mamá y al papá de Fubuki.

Me retrasé un poco antes de irme con los demás.

— Nos veremos mañana ¿verdad?— le pregunté con un poco de miedo de mañana venir y verlo otra vez atado a un montón de máquinas.

— Claro que si Akio, mañana nos vemos — me sonrió pero antes de que yo pudiera decir algo más o sonreírle también me lanzó una almohada en la cara — Me tienes que traer mi regalo por haber regresado a la vida, así que no pienso morirme ni volver al coma — reí por lo que me dijo. Me calmé, cuando parecía un niño caprichoso así era para calmarme y sacarme una risa como ahora.

— Nos vemos mañana entonces—

— Descansa Akio —

[...]

Al llegar a mi apartamento me dejé caer en el sofá boca abajo.

Todo lo qué pasó en unas pocas horas... Fubuki despertó.

Al fin. Ahora tenía que pensar en lo que le regalaría, lo conocía lo bastante para saber qué es lo que le gustaría recibir.

Mi celular sonó antes de que empezara a desvariar.

— «¿Akio eres tú?»— preguntó una voz masculina al otro lado, una voz que no esperaba volver a oír.

— ¿¡Quién te dió mi número?!— le dije molesto — ¡Sabes qué, no quiero saberlo, sólo no vuelvas a marcar!— le grité antes de cortar la llamada. El pasado me está alcanzando y más rápido de lo que creía. Me levante y cerré la puerta con llave y le puse el pestillo. No quería que él entrara a mi casa, la última vez que estuvimos juntos en la misma casa convenció a mi madre de abandonarme. No lo dejaría entrar otra vez.

Eso es todo por ahora. Nos vemos en la próxima. Les dejo una imagen que me encontré, espero que les guste.

Una Simple PreguntaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora