11°Capítulo

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Samuel

Siiii... por fin viernes, es el mejor día de la semana, al fin tendré unos días para descansar después de unos no tan agotadores, pero el hecho de levantarse temprano es algo que no me gusta mucho.

Bueno se preguntarán... ¿Y qué pasó en toda este tiempo?. Nada interesante, diría yo, solo que ahora Guillermo pasa más tiempo con su hermano y también le a dado por maullar todas las noches transformado en gato. Me dijeron que eso pasaba porque su celo está próximo y yo entiendo que le pase eso, pero... ¡Ponerse a maullar a las 3 de la mañana no es ni medio normal, hasta la gente que no hace nada en todo el día necesita dormir!. Ok ok... Mejor me calmo. Tengo que ir con mi compañero a preguntarle que día me tendré que ir donde María, aunque he estado pensando algo que es mucho mejor.

Desde que supe que mi especie de padre anda en busca de Guillermo, pienso en irme de aquí. En la casa de mis padres hay dinero que podría tomar prestado por un tiempo, después cuando trabaje lo repondré. Aunque eso sería como robar, pero si lo volveré no me duele tanto.

-¿En qué piensas tanto? -. Guillermo me sacó de mis pensamientos estirándose sobre mis piernas mirándome directo a los ojos. Desde ayer que actúa más cariñoso y esto ya es sospechoso.

-En nada importante -. Puse la palma de mi mano en su cara.-¿Y tú... En qué andas? -.

-Estoy aburrido, necesito distraerme con algo-. Tomó la punta de mis dedos agarrando mis uñas.-¿Tienes algún juguete?-.

-Ahora mismo no. Pero en tu habitación creo que está el ratón que lanzaste lejos la otra ves-. Me iba a levantar para ir en busca del juguete, pero Guillermo impidió a toda costa que lo hiciera.- ¿Qué te sucede?¿Estás bien?-.

-No te muevas... Hace frío y estás calentito-. Con sus brazos rodeó mi cintura acurrucarse para quedar en una posición más cómoda.

-¿Y si te vas a tu habitación y te abrigas?-.

-No quiero, me gusta estar así contigo-. Me estoy poniendo algo nervioso y creo que mi cara lo demuestra, pero las palabras que dice es por culpa de sus síntomas, así que no tengo que creer nada de lo que me diga.

-Si claro... Oye ¿Cuándo me tengo que ir de aquí?-. La verdad es que mejor no voy a ir donde María, iré en busca de ese dinero y buscaré un piso.

-No te vayas... Me dejarás solito y me sentiré triste-. Ok me voy mañana.

-Volveré en unos días, así que no te sientas triste-. Iré a preparar unas cuantas maletas ahora que la noche caiga.

-¿Quién me va a entretener en esos días?-. Su voz sonó distinta esta vez. Como si estuviera tratando de decir algo.- El gatito no quiere jugar solito-.

-G-Guillermo...Estás actuando extraño-. De un momento a otro cambió de posición sus brazos, esta ves las colocó sobre mis hombros y sus piernas las colocó una a cada lado quedando sentado sobre las mías. Su mirada no la despegaba de la mía y sus ojos estaban de un color verde claro.

-¿Qué tengo de extraño?... ¿Soy alguna clase de fenómeno?-. Cada ves se iba acercando más, yo estaba paralizado y no sabía que hacer.

-No no... Es que tú no eres así-. Mi corazón latía fuertemente cada vez que se acercaba más y más. Y lo peor es que no podía hacer nada, estaba paralizado viendo las cosas extrañas que hace mi compañero.

Finalmente Guillermo terminó con el poco espacio que quedaba entre ambos, juntó sus labios con los míos comenzándolos a mover tiernamente, por alguna razón, tiempo después lo seguí profundizando aún más ese beso, que sin mentir, se sentía lo mejor del mundo. Pero después de habernos separarnos entré en razón y lo moví para que se bajara de mí.

Mi Neko 7u7 (Wigetta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora