Rubén
Me quiero partir el coño... Supuestamente a esta hora debería estár en camino hasta la casa de Alex, pero ocurrió un gran, por no decir ENORME problema. Eduardo... Ese maldito cansador de mierda, está aquí dando vueltas por mi calle y lo peor de todo esto es que si me asomo más de lo necesario podría estar en peligro de que detecte mi olor.
-Rubiuh, tenemo' que salir de aquí de alguna manera-. Mangel insiste en que podrá hacerse cargo de él, pero yo le insisto en que eso es imposible. No quiere entender que Eduardo es un tío del que hay que temer.
-No hables tan fuerte quieres... Además agáchate que te va a ver-. Es horrible pasar por todo esto... No podemos pedirle ayuda a las autoridades por el simple hecho de que si lo hacemos caeríamos todos y nos someterían a experimentos o cosas varias.
-Está bien, pero...-.
-¿Pero qué?-.
-Puedes salir de aquí de alguna manera-.
-Recuerda que puede' transformarte en un gato. Hazlo y sale por una de las ventana' de la habitación-. Negué.- Pero macho... Yo puedo salir por la puerta como si nada-.
-Estás completamente loco Mangel. No te voy a dejar solo y menos sabiendo que hay un psicópata afuera. Él puede oler todo tipo de rastro, imagínate que te vea, sentirá mi aroma impregnado en tu ropa y no dudará en matarte-. Estoy súper asustado con todo esto... No quiero imaginar que cosas así sucedan, pero mi mente no deja de pensar en ello como en una realidad.
-Ruben... No me pasará nada-. Dijo eso abrazándome.- Te prometo que todo estará bien-. Inevitablemente comencé a llorar y Mangel comenzó a acariciar mi cabeza, pero ni con los mejores cariños del mundo podría dejar de pensar un montón de cosas horribles.
-Es que de verdad no...-. Apreté más su cuerpo para juntarlo más hacia mí -Simplemente no te dejaré-.
Un gran estruendo se escuchó proveniente de la puerta de entrada haciendo que ambos saltamos del susto. No dudamos en mirar que era lo que sucedía. Nuestra sorpresa fue enorme al ver a Eduardo con un arma en sus manos.
-Por fin te tengo gato asqueroso... ¡DIME EN DONDE ESTÁ MI QUERIDO GATITO!-.
-¡¿Q-Qué haces aquí desgraciado?!¡¿No tuviste suficiente con matar a mis padres?!-. Maldición... Mi mayor miedo se está haciendo realidad, no tengo idea de cómo descubrió en donde estaba, pero ahora que ya no hay escapatoria no tendré otra opción que luchar por mi hermanito hasta morir si es necesario.
-Nada es suficiente si se trata de mi pequeño-. Dijo eso apuntándome con la pistola.- Me dices en dónde está o si no... Ya sabes-. En el momento que cargó el arma, Mangel se lanzó a toda prisa para detenerlo. Fue un gran error. Eduardo rápidamente le lanzó una jeringa con un líquido de dudosa procedencia que en cosa de segundos, Mangel ya no fue capaz de mantenerse en pie.-Eso lo dejará inconsciente por una hora-.
-Eres un puto desgraciado que no merece vivir-. Siento que mis ojos están a un dorado extremo, es tanta la rabia que tengo acumulada que creo que en cualquier momento prenderé llamas si no hago algo luego.- No voy a dejar que le pongas ni un pelo encima-. En un acto de valentía me acerqué a él para apuntarlo algo amenazante.
-¿Y tú crees que con tu carita de niño lindo vas a hacer que te haga caso?, estás muy equivocado-.
-Me importa una mierda... A mi hermano lo le hagas nada, si quieres estoy yo para tus estupidez, pero él no-. Ni yo puedo creer la forma en la que me estoy expresando y hasta estoy sintiendo miedo de mí mismo.
-Vasta, me estás haciendo perder el tiempo-. Habló volviendo a apuntarme con el arma.- Seguiré buscando si me cueste m-.
-Maldito asqueroso, por fin te tengo-.
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Mi Neko 7u7 (Wigetta)
FantasiGuillermo no es un niño normal, tiene características que lo hace especial y todo el tiempo tiene que esconderlo por su seguridad. Pero aquella seguridad será interrumpida por un descuido suyo y eso causaría un gran problema si es que no controla su...