Guillermo
No sé que demonios me está pasando, pero siento la necesidad de que Samuel esté conmigo acariciando mi cabeza como lo ha hecho un par de veces, de seguro debe ser por mi maldita bendición, pero eso sí, tengo que controlarme aunque me esté muriendo por dentro, debo permanecer fuerte a toda costa sin importar nada.
-¿Guillermo?-.
-¿Dime Sami?- Ok creo que mis palabras se fueron a tomar por culo.
-Este... ¿Quieres ir a comer conmigo a un centro comercial? No tengo ganas de cocinar-.
-Pero... No puedo salir así, soy peligroso y lo sabes- Maldición... Tengo unas ganas enormes de subirme sobre él, me llama tanto la atención ver sus piernas, que se nota que falta algo sobre ellas.
-¿Guillermo?¿Vives o no?- Al carajo, soy joven y tengo que vivir.-Oye, oye ¿Qué haces?-.
-Miau- Inevitablemente restregué mi cabeza en su pecho para después dejarme caer sobre sus piernas. Ni caso le estoy haciendo, a penas estoy entendiendo lo que me dice.- Acaricia mi cabeza-.
-No, mejor levántate- Dijo tratando de lanzarme al piso, pero antes de que lo lograra llevé mis manos a su cintura, de esa manera se le hizo imposible- Guillermo por favor...-.
-Acariciameee... No seas malo, solo te estoy pidiendo eso- Lo miré frunciendo el ceño ¿Qué le cuesta pasar su mano por mi cabeza?.
-Ahg bien... Pero después te levantas y te vistes- Digamos que mi gato interior saltó al escuchar su respuesta y ya cuando sentí su mano sobre mi cabeza comencé a relajarme hasta el punto de casi quedarme dormido en sus piernas- ¿Quieres ir o no?-.
-¿Ir a dónde?-.
-A comer afuera. Te dije que no quería cocinar y tú no puedes, así que...¿Qué dices?- No creo que sea buena idea la verdad... Podría descontrolarme y atacar a alguna persona que pase por ahí.
-¿Y si me pierdo? Podría irme en busca de alguien y después no te encuentro- Él me miró lo más sereno posible.
-Tranquilo, yo te voy a cuidar con todo mi arsenal si es necesario- Puso su mano en mi cara, de inmediato mordí su dedo, eso fue inevitable.-Ya mucho levántate, te pusiste agresivo-.
-Perdón... Se me escapó- Intenté suplicar de distintas maneras para no salir de ese lugar, pero no resultó nada.
-Ve a vestirte para que vayamos luego, después se nos hará tarde- Finalmente asentí con algo de pena, quería seguir ahí y que él me acariciara.
Iba directo a mi habitación para buscar algo que ponerme, pero algo raro surgió dentro de mí que me hizo correr a toda velocidad hacia Samuel.
-¡Sami!... Te quiero- Terminamos tirados en el suelo por la fuerza en la que me lancé sobre él. Creo que se golpeó alguna parte de su cuerpo, se quedó quieto por unos segundos.
-¡¿Qué te pasa, loco?!.- Dijo contra mi pecho. Yo lo tenía abrazado pero por la cabeza, ni yo entiendo como no se ahogó.
-¿Qué tiene que te diga que te quiero?- Lo miré directo a los ojos, él no se movía para nada, lo que me desesperaba un montón.
-Willy no ¿Qué haces?- Comencé a lamer su cara, se ve tan atrayente que era imposible aguantarme.-Ya para que me desesperas- No hice caso a lo que me pidió. Yo seguía lamiendo su cara y además en ocasiones también su pelo. Aún me pregunto como no me a dicho que esto es asqueroso.
-Uy sí ahora quedó peinadito- Miré detalladamente su cara, creo que hice un buen trabajo con ella, ahora no estará molestando por si tiene algún mechón de pelo que se le escape por ahí.
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Mi Neko 7u7 (Wigetta)
FantasiaGuillermo no es un niño normal, tiene características que lo hace especial y todo el tiempo tiene que esconderlo por su seguridad. Pero aquella seguridad será interrumpida por un descuido suyo y eso causaría un gran problema si es que no controla su...