Samuel
-Vaya hora en la que vienes llega...¿Papá?-. ¿Esto es una broma verdad? No puede ser cierto.
-Hola hijo-. Mierda no lo es...¡¿Qué demonios está haciendo aquí?! Y además ¿Cómo es que Álex está con él? Esperen... ¡No puede ser! Tiene un arma pegada en su piel.- Tú, entra de una vez-.
-Está bien, pero ya déjame-. Necesito que alguien me explique lo que pasa, Alex se ve demaciado tranquilo sabiendo en la situación que se encuentra.- Ahí está lo que buscabas-. ¿Qué?¿Lo trajo para que se llevara a Guillermo?
-A-Alex... ¿Q-Qué haces?-. Miré a mi compañero tratando de ver su reacción y puedo decir que fue lo peor que vi en mi vida. Estaba con sus piernas pegadas a su cuerpo, además de que sus ojos estaban verdes claro y sus orejas estaban hacia abajo. Aunque lo peor de todo eso era ver su cara, no demostraba otra cosa más que desesperación por no saber que hacer.
-Gracias, ahora vete de aquí si no quieres terminar como ese gato mugriento-. Empujó a mi amigo fuera de la casa para luego cerrarla dejándolo afuera.
-¡¿Q-Qué le h-hiciste a mi hermano m-maldito?!-. Guillermo se colocó detrás mío apretando mis brazos.-¿Lo mataste?-.
-No me hables así, le hice lo que se merecía por tratar de alejarte de mí-. Él comenzó a acercarse, pero rápidamente me levanté para detenerlo.- No pensé que mi propio hijo estaría protegiendo a una mascota como él. Me decepcionas-.
-El único que debería estár decepcionado aquí eres tú-. No voy a dejar que nadie le ponga una mano encima a Guillermo, soy capaz de arriesgar mi vida con tal de que no le pase nada, aunque eso signifique luchar contra mi padre.
-¿De qué hablas?, tú eres el que está protegiendo a alguien que con suerte sirve por sus ojos-. Dijo tratando de pasar sobre mí.- Dámelo ya de una vez-.
-¡No... No te dejaré acercarte!-. Lo empujé alejándolo unos cuantos centímetros.
-¡Vamos idiota. No puedes adueñarte de la cosa que me costó obtener!-.
-¡No le digas cosa!, se llama Guillermo y para que sepas, no me estoy adueñando de él-. Estoy a nada de saltar sobre mi padre para matarlo pero no puedo hacerlo sabiendo que puede hacerme algo que termine aún peor.
-Entonces... Porqué lo tratas tan bien ¿Por algo lo haces no?-.
-¿Y si la tuviera qué? Esa es la manera correcta de tratar a las personas-. No entiendo cómo puede pensar de esa manera, denigrando a las personas como si fueran cualquier objeto.
-No me digas qué... No puede ser-. Él comenzó a reír como un loco por alguna razón que no entiendo.- De verdad que no pudiste caer más bajo-. ¿Bajo en qué?
-¿A qué te refieres?-.
-Me refiero a que pudiste enamorarte de cualquier persona en este mundo, ¿Pero decidiste hacerlo de un gato?-. Mierda que feo suena eso...-Mi hijo es zoofilico-. No puede ser... Tiene razón, Guillermo tiene partes de un animal. Mierda, ¿Pero que demonios me pasa?
Guillermo
-¡Ya basta!-. Me importa una mierda la situación en la que me encuentro, pero ya no puedo seguir escuchando esto nuevamente. ¿Cómo puede tratar tan mal a su propio hijo?
-¿Y tú, qué quieres ahora?-.
-¡Quiero que dejes de tratar así a tu hijo de una maldita vez. Entiendo que eso lo lástima!-. Hice a un lado a Samuel dejándolo caer al sillón, al hacerlo noté que no hizo ningún movimiento, de verdad que otra ves está sucediendo lo mismo que la vez pasada.
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Mi Neko 7u7 (Wigetta)
FantasyGuillermo no es un niño normal, tiene características que lo hace especial y todo el tiempo tiene que esconderlo por su seguridad. Pero aquella seguridad será interrumpida por un descuido suyo y eso causaría un gran problema si es que no controla su...