10°Capítulo

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Guillermo

Aun no puedo creer todo lo que me han dicho y a la ves no se como dice Rubén que mi memoria fue borrada, pero ¿Qué razón tendrían para hacerlo? En ella solo tengo los recuerdos de mi niñez con mis padres que ahora dicen que no son los verdaderos. Pero si es así no me importa, finalmente ellos me criaron como su hijo y no puedo hacerles como si no fueran parte de mi vida de un día para otro.

Llevo pensando esto hace unas horas y no tengo ni una pizca de sueño. Mejor  intentaré pensar en alguna otra cosa para que me de algo de sueño y así logre dormir.

Ahora que recuerdo, verdad que me transformé en un gato esta tarde... Y yo que pensaba que eso era imposible. Igual si... Me concentro un poco, ahora podría volver a convertirme en uno. Si no mal recuerdo, tenía que cerrar mis ojos y relajarme a la ves que pienso en gatos... Ojalá funcione otra ves.

Al poco tiempo abrí mis ojos y noté que estaba debajo de mi ropa, de verdad lo logré por mi cuenta. Pero no sé cuanto tiempo puedo estar así, en la tarde solo duré media hora, más o menos, pero ahora quiero saber cuanto puedo durar así.

Pero ¿Que voy a hacer ahora?, menos mal que dejé junta la puerta de mi habitación o si no estaría encerrado aquí sin saber como salir. Pero bueno, creo que ahora podré escalar en algún mueble. No mejor no... Causaría algún tipo de desorden y después tendría que arreglarlo. Mejor iré a molestar a Samuel, le devolveré las molestas bromas que me hace.

Salí de mi habitación encontrándome que su puerta estaba cerrada, seguramente está durmiendo, pero... ¿Que importa?, tengo ganas de venganza y este es un buen momento.

-¡Miau...!-. Rasque la puerta esperando respuesta, además maullé lo más fuerte que pude. Finalmente escuché unos pasos viniendo hacia la puerta. Mi momento a comenzado.

Samuel

-¿Quién demonios está gritando como si estuviera sufriendo?-. No sé quien está arañando mi puerta, estaba tan a gusto durmiendo y me despiertan. Lo malo es que tengo que levantarme por que veo que la cosa que esté afuera no se dejará de molestar.

Lo hice con mucha flojera, ya que ¿Quién se levanta sin ánimo cuando lo despiertan así?, en fin... Abrí la puerta y no me encontré con nadie del otro lado. Enojado fui a la habitación de Guillermo y al mirar dentro no lo encontré, solo vi su ropa sobre la cama. Así que volví a la mía.

-¡¿Qué leches?!-. Grité al ver sobre un mueble un ojos que reconozco por lo lindos que son.-¿Qué haces ahí idiota?, casi me matas de un susto-. Le dije acercándome un poco.

Él no respondió nada, comenzó a bajar poco a poco de ahí, pero su mirada no la sacaba de la mía y me estaba poniendo nervioso. Pareciera como si fuera su presa y está a punto de atacar.

-Guillermo, deja de mirarme así... Me estás asustando-. Me subí a mi cama cuando mi compañero saltó a esta.-¿Oye que te pasa? ¿Estás bien?-. Pregunté acercando mi mano a su cabeza. De inmediato atrapó mi mano izquierda y la comenzó a morder como si fuera un juguete, con sus patas traseras golpeaba mi brazo rasguñandolo un poco.

-¡Oye para me haces daño!-. No me hacía caso, así que lo alejé como pude de mi.- ¿Estás demente o que?-. Le dije con el seño fruncido.- Vete a dormir. Mañana es martes y tenemos que levantarnos temprano.

Al recostarme nuevamente en mi cama, Guillermo saltó a mi cabeza para pasar a morderla, pero ahora en ves de doler daba cosquillas. Entre mordidas se revolcaba alborotando mi pelo.

Finalmente lo saque dejándolo elevado por los aires con mis dos brazos. Viéndolo actuar de esa manera puedo pensar cualquier cosa rara de él.

-Cálmate un poco fiera, ¿Quieres matarme o que?-. Lo dejé sobre mi pecho cuando se tranquilizó.-¿Qué te pasó?¿Estás aburrido?-. El solo asintió acostándose sobre mi.- Se que quieres que juegue contigo, pero es muy tarde. Mañana lo hacemos ¿Sí?-. Cerró sus ojos mientras seguía hablando.

Mi Neko 7u7 (Wigetta) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora