Mareas Misteriosas {#Libro 1} [EDITANDO]

Capítulo 41: Volterra

La hora ya había llegado, dentro de unos minutos estariamos en Volterra. Mis nervios aumentaban conforme nos acercavamos.

--- Ambre tranquilizate, no es para tanto -dijo Jasper. El pobre no podia utilizar su don conmigo, pero sentia mis emociones y eso le estaba enloqueciendo.

--- Es facil decirlo, pero cuesta conseguirlo -proteste. Aún asi puse todo mi empeño en relajarme. Tampoco es que me fueran a descuartizar nada más llegar, ¿verdad?

--- No te preocupes, va a ser pan comido -dijo Rosalie. Ojala yo tubiera tanta fe en mi como la tenian ellos.

Llegamos a la puerta de entrada.

--- Buenos días -saludo el policia.

--- Buenos días -dijo Emmet. Estabamos en el Jeep de este, Alice, Rosalie, Jasper, Em y yo. Carlisle y Esme iban en un coche alquilado detras nuestro.

--- Perdonen las molestias, pero a causa del festival la entrada esta vetada a los turistas. -dijo el hombre. Baje mi ventanilla.

--- De verdad que pena -dije con voz dulce y hechizante. El policia se quedo parado cuando me vio, solo le faltaba babear.- Pero nosotros no somos turistas. Venimos a ver a unos familiares. Le rogaria que nos dejara pasar. Al menos por esta vez -cambie el timbre de voz para que le resultara imposible desovedecer mis deseos. El hombre parecia un tanto confundido pero cedio a mi peticion.

--- Esta bien, pasen -dijo dejando paso. Emmet arranco y seguimos por nuestro camino.

--- Gracias -dije antes de cerrar de nuevo la ventana.

--- Nunca te había visto utilizar ese poder -hablo Emmet rompiendo el silencio.- Que suerte tenemos. Por un momento pense en sobornarlo pero al parecer contigo no hace falta -dijo riendo- eres mejor que una maleta llena de billetes.

--- No me gusta utilizarlo, solo lo hago en casos especiales como este. Si no lo hubiera echo no nos habrian dejado entrar. Además, ese poli no tenia pinta de ser sobornable. -dije. Miraba por la ventana, era un lugar hermoso. Las calles eran de piedra y estaban decoradas para la fiesta. La gente iba de un lugar a otro cargada. Los cristales estaban tintados y por eso nadie sabia quien estaba dentro del Jeep, pero se lo quedaban mirando con curiosidad.

Emmet se adentro en un callejon por el cual apenas pasaba el coche. Allí había una rampa que daba a un parquing subterranio. Aparco y bajamos todos. Era tarde, el crepúsculo ya estaba apunto de terminar para dejar paso a la oscura noche.

--- ¿A donde vamos ahora? -dije. Llevaba varios años sin venir. Desde que Aro había intentado reclutar a mi padre.

--- Al castillo Vulturi, -explico Carlisle- aunque me sorprende que no hayan venido ya a vernos.

Fue nada más acabar de decirlo que aparecieron de entre las sombras tres figuras con capucha. Que sincronización.

--- Bien venidos -dijo una de las dos figuras enanas. Era una voz femenina. La figura se echo para atras la capucha dejando ver un rostro infantil. Jane.

--- Jane. Me alegro de veros -dijo cordialmente Carlisle. La otra figura más alta hizo lo mismo que la pequeña. Repaso a todos los Cullen asta llegar a mi. Me miro de arriba a abajo sin cortarse y esvozo una sonrisa de satisfacion. Ese simple echo hizo que las tripas se me revolvieran. Desde luego Demetri no tenía tapujos. Emmet se tenso y se puso delate mio de forma protectora y Jasper se situo a mi lado, menudos hermanos más sobreprotectoes.

--- Acompañenos -dijo Jane sin prestar atencion a lo ocurrido.

Salimos del parquing por una puerta que no había visto y bajamos por una escaleras de caracol. Llegamos a un largo pasillo que no tenia salida. En el suelo había una trampilla para llegar a las cloacas. Bajaron primero Alice, Rosalie y Esme, seguidos de Carlisle, Jasper y luego yo. Después salto Emmet y seguidamente nuestros acompañantes encapuchados. El lugar estaba oscuro pero gracias a que tenia la vista muy desarrollada podia ver más o menos bien. Mire a mi alrededor, estabamos en otro pasillo. Seguimos a Jane por un largo recorrido asta llegar a una recepcion. Entramos y me encontre con una humana que atendia a las llamada. La chica nos miro y tras recomponerse después de verme hizo una señal para que entraramos a la sala de alado.