Ambre
Mientras quemaban los restos de los vampiros me acerqué a las dos sirenas. Mariam le había roto el cuello a una, pero ya se había recuperado. Me miraban con un profundo odio que no entendía.
--- Habla, ¿qué quiere Atlanta de mi? -dije perdiendo la paciencia.
--- No oses dirigirte a nuestra señora de esa manera. No mereces el trono. Una asesina como tú solo merece morir -dijo la líder.
--- ¿Qué os han contado de mí? -dije intrigada.
No era una asesina, lo había sido, pero por esa razón me había sometido al ritual. Pero ellas no hablaban de matar humanos. Y eso era lo que me extrañaba.
--- Todas las sirenas sabemos todas las cosas horribles que has hecho. Y me repugnan. ¿Cómo puede haber sirenas que se pongan de tu parte? ¿Son idiotas o qué? El derecho de nacimiento de nada vale cuando la heredera es alguien como tú.
Me miraba con cara de asco, eso me enfureció.
--- No sé lo que te han contado de mi, y prefiero no saberlo. Pero te diré una cosa, no juzgues a nadie sin saber los hechos y los motivos. Ademas, no es bueno insultar y acusar falsamente a alguien que tiene el poder de decidir si vuelves a casa con tu familia y tu queridísima Reina Atlanta o pereces ahora mismo.
Estaba enfadada, pero no con ellas. A saber cuántas mentiras habrían divulgado de mí.
--- Volved a vuestro hogar -dije.
La líder pareció sorprendida al oír mis palabras. Debía pensarse que sería tan cobarde como para matarlas ahí mientras estaban desprotegidas.
--- Dile a Atlanta que si lo que quiere es una guerra la tendrá. No dejaré que se salga con la suya.
Me di la vuelta y me fui. Las sirenas se miraron desconcertadas, debían esperarse que las matara sin piedad. Se levantaron y echaron a correr.
--- ¿Por qué las dejas escapar? -me pregunto Mariam.
--- Porque no soy una asesina, no mato a sangre fría. Además debían llevarle el mensaje a Atlanta -dije sonriendo.
Ella lo entendió a la perfección, si debía matarlas lo haría en un combate limpio no fríamente cuando no se podían defender. No había justicia alguna en hacerlo de la segunda forma.
--- Al final la guerra no se podrá evitar -dijo Mariam.
--- Nunca se pudo evitar. El destino quiso que así fuera y así será -dije.
La tormenta había pasado y la puesta de sol tomaba forma. Había sido un largo día y habían pasado muchas cosas en poco tiempo.
--- ¿Qué crees que hará la Reina? -preguntó Esme a mi lado.
--- No lo sé. Pero de una cosa segura estoy. Esto afectará a todos los habitantes de la Tierra sin excepciones. Se verán envueltas todas las especies del mundo humano y sobrenatural. O casi todas -finalicé.
Me dirigí a donde estaba Carlisle revisando a un Jacob ya humano y muy mal herido. El pobre se retorcía de dolor y lanzaba maldiciones he insultos de todo tipo hacia los vampiros ya difuntos que le habían hecho eso. ¡Qué pulmones!
--- ¿Cómo está? -le pregunte.
--- Temo que las costillas fracturadas hayan hecho astillas de hueso -dijo Carlisle.
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Mareas Misteriosas {#Libro 1} [EDITANDO]
Novela JuvenilTras el encuentro con los Vulturis la paz parece llegar a la vida de los Cullen. Pero una visita inesperada hará que esa paz sea amenazada. Jacob, después de estar un año viajando por el mundo en su forma lobuna, decide volver para la boda de Emily...