Capítulo 27: La Guerra se acerca

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Ambre

Mientras quemaban los restos de los vampiros me acerqué a las dos sirenas. Mariam le había roto el cuello a una, pero ya se había recuperado. Me miraban con un profundo odio que no entendía.

--- Habla, ¿qué quiere Atlanta de mi? -dije perdiendo la paciencia.

--- No oses dirigirte a nuestra señora de esa manera. No mereces el trono. Una asesina como tú solo merece morir -dijo la líder.

--- ¿Qué os han contado de mí? -dije intrigada.

No era una asesina, lo había sido, pero por esa razón me había sometido al ritual. Pero ellas no hablaban de matar humanos. Y eso era lo que me extrañaba.

--- Todas las sirenas sabemos todas las cosas horribles que has hecho. Y me repugnan. ¿Cómo puede haber sirenas que se pongan de tu parte? ¿Son idiotas o qué? El derecho de nacimiento de nada vale cuando la heredera es alguien como tú.

Me miraba con cara de asco, eso me enfureció.

--- No sé lo que te han contado de mi, y prefiero no saberlo. Pero te diré una cosa, no juzgues a nadie sin saber los hechos y los motivos. Ademas, no es bueno insultar y acusar falsamente a alguien que tiene el poder de decidir si vuelves a casa con tu familia y tu queridísima Reina Atlanta o pereces ahora mismo.

Estaba enfadada, pero no con ellas. A saber cuántas mentiras habrían divulgado de mí.

--- Volved a vuestro hogar -dije.

La líder pareció sorprendida al oír mis palabras. Debía pensarse que sería tan cobarde como para matarlas ahí mientras estaban desprotegidas.

--- Dile a Atlanta que si lo que quiere es una guerra la tendrá. No dejaré que se salga con la suya.

Me di la vuelta y me fui. Las sirenas se miraron desconcertadas, debían esperarse que las matara sin piedad. Se levantaron y echaron a correr.

--- ¿Por qué las dejas escapar? -me pregunto Mariam.

--- Porque no soy una asesina, no mato a sangre fría. Además debían llevarle el mensaje a Atlanta -dije sonriendo.

Ella lo entendió a la perfección, si debía matarlas lo haría en un combate limpio no fríamente cuando no se podían defender. No había justicia alguna en hacerlo de la segunda forma.

--- Al final la guerra no se podrá evitar -dijo Mariam.

--- Nunca se pudo evitar. El destino quiso que así fuera y así será -dije.

La tormenta había pasado y la puesta de sol tomaba forma. Había sido un largo día y habían pasado muchas cosas en poco tiempo.

--- ¿Qué crees que hará la Reina? -preguntó Esme a mi lado.

--- No lo sé. Pero de una cosa segura estoy. Esto afectará a todos los habitantes de la Tierra sin excepciones. Se verán envueltas todas las especies del mundo humano y sobrenatural. O casi todas -finalicé.

Me dirigí a donde estaba Carlisle revisando a un Jacob ya humano y muy mal herido. El pobre se retorcía de dolor y lanzaba maldiciones he insultos de todo tipo hacia los vampiros ya difuntos que le habían hecho eso. ¡Qué pulmones!

--- ¿Cómo está? -le pregunte.

--- Temo que las costillas fracturadas hayan hecho astillas de hueso -dijo Carlisle.

Mareas Misteriosas {#Libro 1} [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora