Capítulo 16

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Ha pasado poco más de una semana de que el ángel se fue de mi casa.

La verdad es que mi cuerpo se lo agradece, los nervios, el estrés y la tensión me han abandonado junto con él.

Me da curiosidad saber qué es lo que está haciendo, en dónde está... digo, no es que me importe demasiado, sin embargo sé que no tiene ningún lugar en donde quedarse ni nada por el estilo.

El teléfono de la casa comienza a sonar, termino de subirme la falda y voy cerrándola de camino a las escaleras.

Alcanzo a descolgar el teléfono antes de que corten la llamada.

"—Sí, sí, aquí estoy — contesto.

—Supongo que se te hizo tarde — comenta riéndose —, ya casi llego — la voz de Jason es tranquila y divertida, sin embargo quiero salir corriendo a terminar de arreglarme.

—Bien, salgo en un momento".

Subo casi volando, tengo miedo de pisar algo ya que no traigo zapatos puestos, sin embargo llego bien a mi habitación.

Me pongo unas botas negras y me apresuro a ponerme un sostén y top color negro.

Aviento la mochila a la cama y le saco los cuadernos que tiene dentro, meto un par de libros y un suéter hecho bolas.

Como último me pongo perfume, pero lo hago tan a las prisas que termino echándome en la cara.

Me voy de prisa mientras estoy como loca tosiendo por el perfume que me ha entrado a la boca.

Cuando abro la puerta veo a Jason que está recargado sobre el frente de la jeep.

—Ya voy, ya voy — dugo mientras cierro la puerta con llave.

—Cálmate, te va a dar un paro cardíaco.

—Se me hizo tarde, el despertador no sonó y Kate me levantó a gritos por el teléfono.

—Adivino, pusiste la hora correcta pero no el horario correcto.

—Sí, mi alarma sonará a las ocho de la noche.

Subo a la camioneta con prisas, mientras Jason se sube con toda la calma del mundo.

—No es como si fuera tan importante llegar hoy.

—¿Bromeas? Claro que lo es, entre más rápido lleguemos es mejor.

—¿Puedo hablar contigo? — pregunta con voz seria y cambiando de tema radicalmente.

—Hmm... claro, Jason, ¿qué pasa?

—¿Qué pasó con Luzbel?

—¿Te mandó Kate?

—Sospecha demasiado ahora que él se fue... pero no, sabes que no soy espía ni nada parecido, nada saldrá de aquí.

—¿Qué es lo que quieres saber?

—Todo, era un buen tipo, pero algo estaba mal en él... había algo extraño.

—Él... bueno, es extraño, y la verdad es que no sé demasiado de Luzbel como para decirte.

—Eso significa que no lo conocías.

—No... — admito maldiciéndome mentalmente por delatarme de una forma tan ridícula —. No lo conocía.

—Nos mentiste.

—Sí... lo siento Jason, no sabía qué hacer, porque sabía que ustedes no lo entenderían y no quería que las cosas se salieran de control.

Luzbel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora