Capítulo 30

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Tener a dos de mis amigos en el hospital es la cosa más desgastante que podría imaginar, apenas y salgo de la universidad ya estoy entrando al hospital para venir a ver a Jason.

Brian fue dado de alta por la tarde de ayer, sin embargo sólo salió de su habitación para irse a meter a la de Jason y hacerme compañía.

Ahora mismo estoy parada junto a mi amigo, estoy sola con él, quiero decirle tantas cosas como me sea posible, sin embargo no logro articular ni una sola palabra.

Jason esta moreteado de la cara, tiene una pierna rota y la muñeca derecha también. Si no fuera esta la situación, me daría gracia ver su cabeza afeitada. Sin embargo la cicatriz que tiene a lo largo de ésta me hace olvidar cualquier signo de diversión existente.

Un derrame cerebral.

Es lo único que escuché antes de salir corriendo del hospital.

¿Cómo es que pudo pasar esto? Cómo puede ser posible que alguien atropellara a Jason sin darse cuenta.

La primera operación fue un par de horas después de que fuera internado, a este punto los doctores están considerado una segunda intervención para retirar un coágulo que quedó en alguna parte de su cabeza.

Quiero verlo despierto, quiero poder decirle que todo está bien y que lo pueda escuchar, sin embargo los doctores lo tienen en coma para que no haya ninguna actividad cerebral y pueda recuperarse rápido y sin complicaciones.

Según yo, el cerebro nunca descansaba, aunque estoy tan desgastada que ya no sé si pienso con claridad o incluso comienzo a alucinar cosas.

—Dicen que de cierta forma a veces pueden escuchar las personas que están inconscientes. No sé si sea el caso, tal vez ahora no sabes ni siquiera que existes, pero espero que escuches mis palabras, Jason.

No hay respuesta, aunque no es como si esperara alguna.

—¿Sabes? He pensado que nuestro grupo está pasando por un mal momento — continúo —, pero, como siempre, creo que no es nada que no se pueda solucionar. Sé que vas a estar bien, aunque tome su tiempo, en algunos días vas a despertar, y en un par de meses esto sólo será un mal recuerdo. ¿Recuerdas cuando me dijiste que todos pasamos por un mal momento en ocaciones? Me lo dijiste el día que Aaron estuvo a punto de matarme, luego de que lo golpearas me dijiste que nunca más iba a hacerme daño, que ese había sido mi mal momento y jamás iba a repetirse. Bien, pues creo que es hora de decírtelo, esto va a pasar, volverás a ser feliz igual que yo lo volví a ser.

Las lágrimas se escurren por mis mejillas, sé qué tal vez sólo nos esté engañando, el estado de Jason es crítico y algunos doctores no nos dan demasiadas esperanzas en él. Pero yo sigo aquí, segura de que por más imposible que parezca, vamos a poder con esto.

Me estoy desmoronando. A cada minuto, con cada segundo un pedazo de mi corazón se rompe, en momentos la tensión que cargo es superior a todas mis fuerzas y siento que comienzo a morirme.

He tenido ataques de ansiedad en los últimos tres días y le he visto un atractivo particular al suicidio.

Mis hombros parecen dos piedras, el dolor que siento en la espalda es parecido a tener todos los huesos rotos... aunque no sé de eso, Luzbel me ha comprobado que mi dolor es muy parecido. De ser cierto, ahora me compadezco de él, ¿cómo pudo caminar y estar como si nada con todos los huesos rotos? En mi situación lo único que anhelo en estos momento es una muerte rápida y fulminante.

—No sabes cómo te necesito — hablo y mi voz se quiebra. Un dolor terrible me carcome la garganta y casi ni puedo tragar saliva —. Dios, Jason, te necesito aquí ahora mismo, necesito tus malditos consejos. Necesito que me des una enseñanza de esa forma tan sutil como sólo tú sabes hacerlo. ¿Pensaste que yo era la cabeza del grupo? Que Kate era una piedra y yo indestructible, pero no sabes que el importante eres tú. Kate se está desmoronando como las piedras con el tiempo. Yo estoy derrotada por completo. Henry quiere venir pero no es capaz de dejar a Brian, cree que lo mejor será que él no venga para acá para que no tenga emociones tan fuertes mientras sana. Y Luzbel... no sé qué decirte de él, después de todo creo que es más fuerte de lo que imaginé en su momento. No sabes cuantas veces ha recogido mis pedazos y me ha vuelto a unir. Aunque me cueste admitirlo es mi mayor razón para seguir aquí después de todo. Él... él es simplemente perfecto. Dice que sacrificó sus oídos por verme feliz. ¿Puedes creerlo? Dice que Rammstein es una atrocidad, pero que lo escucharía mil veces hasta que sus oídos sangren solo por verme feliz. Es un perfecto idiota. O, creo que se escucharía mejor un idiota perfecto. Quién sabe, es algo un poco extraño aún... espero que me escuches Jason, espero que a pesar de todo sigas aquí y te estés riendo mentalmente de todas las tonterías que estoy diciendo. ¿Te cuento algo? Ese idiota fue a decirme algo un día, jamás voy a olvidarlo — me limpio las lágrimas mientras me río entre sollozos —, me preguntó que si estaba enamorada de él, ¿puedes creerlo? ¡Enamorada de él! Dios, ¿ves que idiota es? Obviamente le dije que no, y ¿sabes que dijo? "Que bueno, eres mi mejor amiga", aunque tal vez no en ese orden... pero ya, da igual. A veces me dan ganas de azotarle esa cabeza dura que tiene. Pero bueno, no creo que resulte, porque vaya que tiene dura la cabeza... espera, no es lo que estás pensando, hablo de que en serio tiene duro el cráneo...

Luzbel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora