—Es increíble la manera en que la gente gasta su dinero — Kate está contando los billetes de las apuestas, ha hecho diez montones de dinero, y cada vez crecen más —. Si mis cálculos no fallan, llevamos poco más de trescientos dólares.
—Llevo — corrige Luzbel.
—No, llevamos.
—Yo fui el que se comió el baguette, el dinero es mío — exige caprichoso.
—Gracias a mí obtuvimos más que sólo diez dólares — riñe la rubia inclinándose sobre la mesa.
Las cosas ya comienzan a ponerse intensas y bien podríamos comenzar una segunda ronda de apuestas para saber quién ganará en esta ocasión
—Bien, te daré un porcentaje de las ganancias — cede él.
—El cincuenta — pide.
—¿Estás loca? Yo hice la mayor parte, así que no. Te daré el diez.
—Veinte.
—Quince, tómalo o déjalo.
—De acuerdo — bufa y continúa contando los billetes.
Viéndolo bien, Kate y Luzbel hacen una buena pareja refiriéndose a amistad, ella crea los planes y Luzbel los lleva a cabo. Podrían hacerse millonarios si así lo quisieran.
—Ya me quiero ir — informo interrumpiendo su discusión económica.
—Calla, aún no termino — contesta Kate.
—¿Qué me impide irme?
—Que yo no voy a dejar a Luzbel a tu casa — avisa.
—No importa — niega éste —. Sé cómo volver. Puedes irte si quieres.
Pienso un momento en hacerlo, pero al final decido quedarme, no deben de tardar demasiado.
—No, te espero — elijo.
—Bien, ojalá alguien cuente más rápido — refunfuña dando un puntapié a Kate que pone los ojos en blanco y sigue acomodando el dinero sin prestarle atención al ángel.
—Ya voy, si no te parece, ¿por qué no lo cuentas tú? — discute.
Luzbel extiende una mano hacia ella, Kate la mira un momento hasta que le da un fajo de dinero; éste lo acomoda entre sus manos y comienza ponerlo en montones de prisa.
—Que mano, serías bueno barajando — comenta Kate mirándolo —. Hasta le quitas el puesto a Lía.
—No lo creo — niego yo mirándolo también, pero es posible.
—Doscientos veintitrés — informa Luzbel luego de poner todos los billetes sobre la mesa.
—En total son...
—Quinientos setenta y cinco — el rubio nuevamente se adelanta a contestar el total.
—No... — y Kate intenta terminar la cuenta, sin embargo noto que ha perdido la concentración.
—Sí, estuve contando el dinero contigo todo el tiempo.
—Claro que no, no podías hacerlo, estabas hablando con Lía.
—Créeme que no es ningún impedimento para él — intervengo recordando la manera en que platica y lee al mismo tiempo —. Estuvo contando el dinero todo el tiempo.
—Si no me crees puedes volver a contarlo — propone él señalando los grandes fajos.
—Bien, te creo. Eso significa que el quince por ciento son...
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Luzbel
Paranormal|EN EDICIÓN| Es Halloween, la noche está por llegar. Te encuentras mirando al cielo y en medio del crepúsculo vislumbras que algo cae a la tierra. Tu curiosidad y una corazonada te llevan a averiguar qué es lo que perdiste de vista al llegar al bo...