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Estaba nerviosa, no sabía exactamente dónde me había metido silvana. Quedamos en vernos juntas para ir a la casa del chico, pero ella no pudo venir y pues decidí usar el google maps. Entré en una zona privada y no sé si esto esta bien o Silvana esa me trajo para aquí para que me muera o qué.

He hablado con Silvana  como por una o dos semanas y aún  me daba miedito, pero me cae bien.

no tardé  en encontrar la casa, me arreglé  el cabello y toqué  el timbre.

La casa era bastante hermosa, no tan enorme como esparaba. Era de un tamaño normal y además las rosas y el césped lo hacían ver aún  más bonito y "colorido"

Inmediatamente  una señora me abrió  la puerta con una sonrisa, tenia el pelo negro  y...

Yo conozco a esta señora.

—Buenos días.—saludé  animada.

La señora me observó  con una gran sonrisa y por su expresión  podía jurar que pensaba lo mismo que yo; "yo ya te había visto en algún lado"

—Puedes pasar querida.
—me sonrió y dejó  un gran espacio para que pasara.

Vaya, por fuera se veía hermoso y por dentro...ni qué  decir.

¡Es fantabuloso!

Sacudí mis zapatos antes de entrar y observé  cómo boba toda la casa, en un pequeño costado, cerca de una ventana se encontraba un gran piano que por lo visto ya no está  en uso desde hace siglos. Seguí  observando y miré fotos de la familia.

Estoy siendo maleducada.

De seguro ya estoy despedida.

—¿te sirvo té  o café? —interrumpió  mi curiosidad la señora.

Debo preguntar su nombre para dejar de decir "señora"

—café  está  mejor. —respondí sentándome  en el gran sofá color ¿granate?

Luego de varios segundos se acercó  de nuevo junto a mí  y me entregó una taza blanca que decía "Disneyland"

Era un momento incómodo/silencioso  en estos momentos, además sé escuchaba cómo tragaba mi café  y viajaba por mi garganta lentamente.

La seño...

—¿puedo saber su nombre?
—pregunté intrigada y por unos segundos dejé  mi café  en la pequeña mesita.

—Puedes decirme Carrie o Momma  Marais, no tengo ningún problema  con eso. ¿Cuál  es el tuyo?

—Mi nombre es Rose, marchitada.—bromee  incomoda.

Y vaya que fue  incómodo, porque la señora ni se inmutó y además parece que no entendió  mi chiste estúpido.

Yo y mi bocota asquerosa.

Solía  hacer esos chistes cuando estaba en el colegio y todos reían, pero ahora  ya no tiene gracia.

Ni por asomo.

—Bueno, ¿cuántos  años tienes querida?—preguntó omitiendo mi horrible y triste chiste.

Sonreí  nerviosa y tosi  falsamente cómo perro enfermo.

Creo que esto  está  yendo mal...

—tengo 20 años y vine  a estudiar aquí  a Estados Unidos para seguir mis sueños.—agregué  esto último para no ser tan cortante.

—¿no eres de por aquí?¿eres latina?—preguntó  con una sonrisa.

Asiento lentamente y el doy un último sorbo a mi café. Volví  a mirar fugazmente las imágenes que estaban pegadas en la pared.

Eran Seis en la familia por lo que pude ver.

—me imagino que sabes que tipo de trabajo tendrás aquí  ¿verdad?—comentó  mirándome  a los ojos.

—Claro que lo sé, y le prometo que haré  todo lo posible para cuidar a su hijo.—dije seria y segura de mis palabras.

A Carrie  se le escapó  una risa y me volvió  a mirar con ¿entusiasmo?

—¿qué  pasa?—pregunté  miedosa.

—Lo siento es que nunca vi a alguien como tú...tan decidida y segura.—respondió levantándose  para retirar mi taza.

Pero yo me apresuré  y levanté  mi taza para asegurarme que ella no haga las cosas por mí.

Me indicó  hasta la cocina y fuimos juntas.

—¿para qué  necesitas el trabajo?—me pregunta curiosa.

Enjuague mi taza  muy bien y lo puse entre los cubiertos, como si esta fuera mi casa y lo conociera como la palma de mi manito.

—Quiero el trabajo porque realmente lo necesito para pagar mis necesidades y gastos que tengo en mi casa.—respondí lamiendo  mis labios.

—¡Que bien!—sonrió y se acercó  un poquito a mi.—, si en verdad quieres el trabajo, tendrás que tener mucha paciencia y...dedicación.

—Con eso no hay problema Señora Carrie, daré  lo mejor de mi.—sonreí mostrando los dientes.

—Bien...—tibuteo mirándome—, puedes venir mañana a partir de las ocho de la mañana.

¿Qué?

—¿ya estoy contratada?¿así  de fácil?—pregunté sorprendida.

—Me di cuenta que eres muy dulce y te propones a lo que sea, además silvana s ya me habló  sobre ti.

Y eso que hablé  solo dos semanas con  silvana la rara.

—¡muchas gracias!—respondí con una gran sonrisa.

Hasta creí que no iba a obtener el trabajo.

—Pero estarás a prueba, quiero estar segura realmente si puedes hacerlo.—comentó de la manera más  dulce que haya podido escuchar.

—no se preocupe, daré  todo de mí e incluso llegaré  temprano mañana.—dije preparándome  para volver a mi casa.

Antes de irme la señora Carrie me dio unas llaves de la casa y por supuesto su número.

Salí  corriendo de la casa muy feliz, no pude evitar llamar a mi hermano para contarle sobre todo.

Quiero aclarar que no soy de ese tipo de personas que se expresaba de tal manera, pero sinceramente  en serio quería el trabajo y además la señora confía en mi y haré  todo lo posible que para que lo siga haciendo.








Sup, perdón por no actualizar o si el cap es demasiado corto o va muy rápido.  Estoy estudiando para un examen que daré  en dos semanas y pues debo dedicarme a estudiar toda la tarde/noche.

Pero prometo que ahora si ya volveré  con más  capítulos y más.

《Nos leemos más tarde》♡

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In The Dark (Jonah Marais)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora