"no se necesita ver para amar"
"No necesita tocar para sentir"
Rose solo quería un trabajo, era amable, buena, graciosa y bonita.
Desde un principio ella sabía que lo que se venía iba a ser difícil.
Y lo difícil tenía nombre.. Y su nombre era; Jona...
Seré breve para contarles cómo me levanté esta mañana;
Tarde, Con sueño y hambre.
No había escuchado mi alarma, pero minutos después oí una gran pelea de mis vecinos. Resulta que tengo vecinos adolescentes y estaban discutiendo por Mario kart.
¿Quién se levanta tan temprano para un juego?
Me levanté rápidamente, estaba super nerviosa y enojada conmigo misma por no levantarme temprano. Corrí para desayunar lo más sencillo que pude y no pude ducharme por culpa de la hora.
Eran las 7 y 50, no creo que pueda llegar.
Salí corriendo de mi apartamento y como si un rayo de suerte se me cayera encima, vi un autobús que estaba a punto de pasarme, pero logré correr muy rápido y subí al autobús.
Cabe destacar que mi respiración despareció por unos segundos.
Miraba la hora a cada minuto como estúpida, movía mis pies con nervios y pude darme cuenta que algunas personas me miraban como si estuviera loca.
¡Hola no estoy loca, estoy apresurada!
Cuando bajé del bus volví a correr como estúpida y además ya me comenzaban a doler las piernas, cuando por fin llegué a la hermosa casa....
Ya no estaba nadie.
Usé la llave que la señora Carrie me dio y abrí la puerta lentamente, para mi suerte no había nadie en la sala ni tampoco en la cocina.
Cuando me acerqué hacia el refrigerador, encontré un papel rosa pegado en él y por lo visto iba para mí;
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Leí con mucho cuidado la nota y luego vi otra nota amarilla pegada, en esa nota solo decía en donde se encontraba la comida y otras instrucciones que debía seguir y además decía que tenían un perro llamado ¿Sawyer?
El perro no estaba en la casa todavía, porque según la nota llegaba hoy de la veterinaria.
Tendré que cuidar a un perro.
Subí las escaleras y cada paso que daba era lento, ya que la madera crujía y no sabía si Jonah aún dormía.
Llegué hasta un pasillo y me encontré con millones de habitaciones en el camino, no sabía cuál era el de Jonah, pero me arriesgué y toqué cada puerta.
No iba a mentir que abrí una puerta sin tocar y era el baño, tuve suerte de que nadie estuviera ahí.
Toqué la última puerta que se encontraba en el fondo, y desafortunadamente no hubo respuesta. Decidí alejarme minutos después, pero escuché un ruido raro dentro de la habitación.
—¿Jonah te encuentras ahí?—pregunté apoyando mi oído por la puerta.
