In The Dark (Jonah Marais)

07

—¿y qué te parece Jonah?
—preguntó silvana con cara pícara.

Obviamente le reste importancia a su gesto raro.

—Es un chico bueno, pero rebelde.
—respondí cuidando mis pasos, ya estaba oscureciendo y tenía miedo de tropezar.

Acabamos de salir de la universidad, eran como las seis y media de la tarde. Para mi suerte, Silvana me acompañaba, porque debo de admitir que tengo miedo de ir sola a estas horas.

—No me refiero a eso ingenua.
—insistió Silvana dándome un golpe en el hombro.

—¿Eh? ¿entoces qué?—pregunté sobando mi hombro.

—Te falta compresión amiga.—rodó los ojos y se dio un facepalm.—, me refiero a que si te parece guapo, sexy...ya sabes...¡como los de Calvin  Klein!

Reí ante su argumento y esta vez fui yo la que le dio un golpe en el hombro y negué ante su pregunta.

—Todavía no lo ví, Silvana.
—Admití mirándola.

—¿Estás bromeando, verdad?
—preguntó ella con otro gesto raro.

—Claro que no, ya te dije que es rebelde y no quiere que lo vea.
—comenté  rodando los ojos.

—Que triste...¡búscalo en Google!
—sugirió ella sacando su teléfono.

—¿Google?
—pregunté enseguida con las dudas flotando a mi alrededor.

—¿En serio no sabes nada sobre Jonah?—preguntó ella arrugando su nariz y los ojos se le achicaron.

—No..

—Bueno, dejaré que te enteres tu sólita entonces.
—Soltó cuando llegamos a mi apartamento.

—¿Enterar sobre qué Silvana?
—pregunté curiosa.

Ella se dio la vuelta y siguió con su camino, ignorandome por completo.

—¡Silvana!
—insistí, pero  la vi cruzar la calle y decidí entrar.

¿sobre qué hablaba silvana?

Saqué mi teléfono de mi bolsillo y entré a Google, escribí el nombre de Jonah y...

¡Boom!

No tenía datos.

Supongo que investigaré mañana en su propia casa.

                               ***

Tercer día en el que cuidaría a Jonah.

Llegué  a la casa a la misma hora, saludé a toda la familia y a Sawyer por supuesto.

Dejé  mi mochila en el sofá y me senté junto a Svea para conversar, normalmente me iba muy bien sacando temas de conversación, pero ahora no tenía ni "pío" para decir.

Supongo que mi cabeza no funciona por las mañanas.

—¿Te gustan las trenzas?
—me preguntó ella de repente.

Sonreí.

—Sí, pero yo no sirvo para hacerlo.
—comenté fingiendo vergüenza.

—¿Quieres uno?
—preguntó emocionada.

Hoy si utilice un peine y arreglé mi cabello, pero debido al viento supongo que ahora me parezco a un león.

—Claro.
—dije soltando mi cabello y dándole la espalda.

Ella empezó a peinar mi cabello suavemente, con un cepillo verde brillante y de cerdas naturales.

—Tu pelo es muy bonito.
—comentó ella detrás de mi.

—El tuyo no está muy lejos, es hermoso.—respondí sonriendo a pesar de que no me viera.

Svea terminó con mi trenza al cabo de un minuto, su trenza era simple y dejó caer en mi hombro izquierdo.

—Es hermoso, Gracias.
—le sonreí y le di un abrazo.

—¡Svea coge tu mochila que ya nos vamos!—avisó  Grace saliendo de la cocina y me sonrió.

Toda la familia ya salió  de la casa, excepto Carrie, tenía que decirme algo.

—creo que tenemos una conversación pendiente...¿no?—mencionó mientras me invitaba a sentarme.

—Claro...

Me senté frente a la señora Carrie y trate de no hacer contacto visual, hacer eso me incomoda.

—Jonah comenzó a perder la vista hace como tres meses, solía estar en una boyband junto con sus amigos antes...pero todo eso terminó, alejó a los pocos amigos que tenía y desde ese momento mi pequeño Jonah ya no es el mismo.—murmuró tratando de no quebrarse.

Realmente no sabía qué decir, bueno, tampoco es que podía decir mucho. Claramente la situación es muy difícil y si digo algo creo que la cagaré.

—como te pudiste dar cuenta, ni siquiera sale de su  habitación, habla muy poco y sus ánimos son nulos...¿sabes? El solía tocar aquél piano junto a la ventana, todos nosotros extrañamos eso.—comenzó a decir y una lágrima escapó de sus ojos.

Mi corazón se extrujó y en mi garganta comenzaba a sentir un nudo gigante.

—No hay un día en el añoramos y hacemos esfuerzos para que él se anime a salir afuera, comience a cantar por todos lados y vaya de compras o haga videos graciosos  con sus amigos. El silencio domina siempre con él, ya no sabemos qué hacer, es por eso que decidimos contratar a alguien por razones.

1) porque ya no quiere salir y no acepta ayuda de profesionales.

2) porque ya no es el mismo.

3) porque con nosotros es muy duro y no podemos lograr mucho.

Los ojos de la señora Carrie comenzaban a llenarse de lágrimas y su voz se quebró en dos segundos.

—Lo extraño tanto....
—murmuró con la voz quebrada.

Cogí un pañuelo y se lo entregué inmediatamente.

Si sigue así...voy a terminar llorando también.

Decidida me levanté de la silla y me acerqué a la señora Carrie y la envolví  en mis pequeños brazos, ella lo aceptó.

Abrí la boca y dejé que saliera lo primero que se me vino a la mente;

—Señora Carrie, prometo devolverte a tu hijo..

                            

Cuando la señora Carrie se fue, preparé todo animadamente y subí las escaleras.

Toqué la puerta y...

Jonah estaba muy callado hoy.

No quería hablarme.