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Llevé mi pelo hacia atrás y suspiré.

—No me mires así, me incomoda.—murmuré tratando de aguantarme la risa.

Jonah arrugó la frente e hizo un pequeño gruñido con una sonrisa.

—Eres estúpida ¿lo sabes?—me respondió con diversión.

Una carcajada se me escapó y hasta que casi caigo de mi silla, pero seguí riendo como estúpida.

Sé que iré al infierno después esto, pero mientras voy a disfrutar.

Le di un sorbo a mi café con leche caliente y me seguí riendo como pendeja mal parida, Jonah tenía la cara seria, pero sabía que desde el fondo él se estaba riendo.

—¿Ya te vas a callar enana horrible?—atacó con una sonrisa.

Casi escupo mi desayuno cuando oí eso.

—¿Me dijiste enana horrible?—pregunté fingiendo indignación.

El negó con la cabeza haciéndose de la víctima.

—Tú me dijiste ciego, lo cual es cierto, yo te dije Enana, lo cual también es cierto. No puedes quejarte si ambos son hechos reales.—Respondió el cieguito con bastante diversión.

Me quedé con la boca abierta y sonreí ante su pequeña lógica.

Iba a decir otras de mis ocurrencias estúpidas, pero gracias a los cielos llegó Svea para conversar con su hermano. Yo estaba segura qué si decía algo más comenzaría una guerra de insultos divertidos.

—¡Hola!—saludó la niña colgándose de su hermano.

A Jonah se le formó una enorme sonrisa al sentir a su hermana pequeña y luego le dio una beso en la cabeza.

Awwwwww ternuritaa.

—Estás muy alta Svea—comentó Jonah todavía con su sonrisa.

—Sí, así que te vas preparando por que en cinco años seré más alta que tú, hermano mayor.—Emitió Svea con una sonrisa triunfante.

Negué la cabeza con diversión.

Aproveché la situación para salir de ahí,porque sabía perfectamente que ese era un momento único entre hermanos y no iba a interrumpir eso por más que quiera. Subí las escaleras y me encontré con Grace en el pasillo.

—¿No le has dicho aún?—Preguntó al verme.

Negué en seguida y me rasque la cabeza pensativa.

—No es tan fácil como parece, no puedo lanzar la pregunta así como así.—Respondí sincera.

Grace se mordió las uñas nerviosa y rápidamente me invitó a pasar a su habitación.

—El cumpleaños de Zach se acerca y creo que es la excusa perfecta para ir a los ángeles.—Emitió con una sonrisa.

Es una buena idea...

—¿Pero cómo le digo?

—No te preocupes por eso, él sabe perfectamente que Zach estará de cumpleaños y un día antes preguntará que fecha es.—dice ella feliz.

Le sonrio y confío en que todo saldrá bien.

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Dos días restantes para el cumpleaños de Zach.

Caminé hasta Jonah y me senté a su lado, sonreí al verlo.

Era tan bonito verlo absorto en sus pensamientos, porque alzaba una ceja  y fruncia sus labios, en conclusión se veía sexy.

—Trato de imaginar el césped.—me comentó mientras tocaba el césped.

—¿Cómo lo recuerdas?—pregunté curiosa.

Suspiró y sonrió.

—Hmmm. Verde, supongo.—respondió sarcástico.

Rodé los ojos y le di un leve empujón.

bueno, una trata de ser comprensiva y así la tratan.

—Estúpido.

—Preguntona.

—cieguito.

—enana.

—idio...

No pude terminar mi maldición ya que me interrumpió colocando sus labios sobre los míos, dándome un beso super lento.

Me soltó y sonrió victorioso.

—¿Qué fue eso?—pregunté como boba.

—Eso...fue un beso para que te callaras.—respondió arrancando un pasto y luego tiró uno en mi cara.

—Bueno...entonces no hablaré nunca más.—le seguí el juego.

—Bien por mi.—respondió indiferente.

Puaj. Este chico sabe ganar.

—Entonces....renuncio para siempre.—Respondí casi victoriosa.

Pero a Jonah no pareció importarle lo que dije y simplemente se carcajeó.

¿y ahora qué?

—¿De qué te ríes?—pregunté.

Se limpió las lágrimas.

—Rose...puedes renunciar al trabajo, pero sabes que no puedes renunciar a mi.

Sus palabras me hicieron sentir una pequeña electricidad por todo el cuerpo y no puedo evitar besarlo.

Me respondió el beso con suavidad y colocó sus manos en mi cintura y acarició con lentitud.

Recostó su cabeza  por la mía y estuvimos por un largo rato así, luego como si se asustara preguntó;

—¿Qué fecha es hoy?

—Exactamente veinticinco de mayo.—respondí contenta.

GRACE TENÍA RAZÓN.

Jonah cambió su cara y se quedó pensativo.

Rápidamente envíe un mensaje a Grace y ella me había avisado que ya había comprado los boletos y que el vuelo salía mañana.

Me quedé con la boca abierta y sin vueltas decidí seguir con el plan directamente.

—¿Jonah?

—¿Hmmmm?

—Tú me dijiste un día que me seguirás a donde sea—murmuré.

—Sigo teniendo ese pensamiento...Rose, no cambiaré de idea.—respondió con la cabeza hacia arriba.

Tragué saliva y como en la telenovelas decidí preguntar.

—¿Me seguirías hasta Los ángeles?

               

In The Dark (Jonah Marais)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora