Capítulo Diez

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 Capítulo Diez

 

Faltan solo dos días para la boda y estoy ansiosa, nerviosa y muy feliz. Nunca pensé que me sentiría así en "mi" boda, antes era una pesadilla siquiera pensar en casarme. Me he sorprendido a mí misma al querer una boda, al pedirle a Peeta que sea mi esposo. Pero nada me ha hecho más feliz en mi vida que ceder a mis impulsos y dejarme sentir.

Decidí no contarle a Peeta sobre la conversación telefónica con mi madre. Saber solo lo preocuparía y quizás hasta intentaría llamarla para convencerla de venir a nuestra boda. Mi futuro esposo es así, quiere hacerme feliz de cualquier manera. Pero yo no deseo que mi madre asista a mi boda obligada, porque sé que si Peeta la llama, ella cederá de mala gana y vendrá.

De todos modos, ya he superado el dolor que me causó su negativa. Ella sonaba feliz antes de escuchar mi noticia y quizás sea mejor que no vuelva al 12.

Mi lindo panadero me ha llamado todos los días, principalmente en las noches. Hemos tenido unas charlas interesantes. No puedo esperar a verlo pasado mañana.  Con Haymitch también tuve una charla reveladora.

Tres días atrás él vino con unos panes de queso que Peeta había horneado para mí y pidió hablar conmigo a solas. Effie no estaba y eso pareció decepcionarlo un poco. Él seguía sobrio inexplicablemente, Peeta me había dicho que solo tomaba con las comidas, ya no más a toda hora. 

Entramos al escritorio y tomamos asiento en el sofá uno en frente del otro. Lo observé inquisitiva, él sin aludirse se tomó su tiempo para hablar.

-          Katniss, quería hablarte de Effie. - me sorprendió. Él hablarme de Effie, a mí, sobre su amor por Effie. Abrí grandemente los ojos y por poco mi quijada toca el suelo.  - No te veas tan sorprendida preciosa, sé que te diste cuenta el otro día.

Él se removía en el asiento, con la vista en sus manos, esperando porque yo dijera algo o quizás hilvanaba sus pensamientos.

-          Haymitch, no entiendo. ¿Por qué quieres hablar conmigo sobre Effie? ¿Y  a lo que te refieres con que me di cuenta, es de que estás enamorado de ella?

-          Sí Katniss, eso mismo. Quería pedirte seriedad y discreción, porque no pienso decírselo a Effie nunca.

-          ¡¿Por qué?! - pregunté de inmediato un poco exaltada. Él suspiró.

-          Porque no. Es lo único que tienes que saber.  - dijo en un tono frio, y se puso de pie.

-          Si no me dices por qué Haymitch, le voy a decir a Effie que estás enamorado de ella y que cuando estas borracho sueles decir su nombre. Y si de verdad la quieres no querrás verla sufrir, porque si yo la ilusiono y luego tú rompes su corazón despreciándola, por cualquiera que sea la razón que no me quieres explicar…

-          ¡Para! ¡Con un demonio, para! - gritó enfurecido. - Te contaré todo. Sólo cállate y escucha. -  dijo en un tono más tranquilo. Nunca lo había visto a Haymitch tan enojado. No volví a decir una palabra más y él inició su relato.

-          A Effie la conocí a los veinte años. Ella era la nueva anfitriona y yo era un joven huérfano y solitario, no era alcohólico todavía. Effie tenía dieciocho, era muy alegre hasta conmigo que era el mentor más parco de todos. A los tributos los motivaba, los agasajaba y a mí también, conseguía que cocinaran mis platos preferidos. Aunque no hablábamos mucho, empecé a desear que pasarán rápido los meses para que llegara el tiempo de la cosecha y así poder verla y reírme por dentro de su superficialidad. No la veía con amor entonces, la veía como a una amiga, que me conocía y trataba de mantenerme cómodo. Era bueno ser distraído de mi soledad. A medida que pasaban los años, yo comencé a hablar más, a bromear, me hice amigo de otros mentores, como Chaff. - se detuvo un instante de su relato para sonreír. Yo hice lo mismo. - Effie me presentó a todos ellos, y les habló bien de mí. Ahí fue cuando empezamos ese juego de ironía con ella. Yo me burlaba de sus vestidos y ella de mi indecencia, mis pocos modales… y luego yo estaba perdido. Lo sabía. Hablábamos por teléfono durante el año, ella me mandaba regalos que aquí en el 12 no se conseguían. Y cuando fue cosecha nuevamente, una noche ella me dijo que se estaba enamorando de mí. Y yo le rompí el corazón diciéndole que no podría enamorarme de una persona del capitolio, tan falsa y superficial.

Alianza - (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora