Capítulo Treinta

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                                                                                    Capítulo Treinta

Han pasado cinco meses desde el casamiento de Johanna y Gale. Emma está tan grande y hermosa. Con seis meses de vida es la pequeña más querida por todos. Haymitch la idolatra, se desvive por ella. Peeta la sobreprotege y no la aparta de su vista. Nuestra hija es simpatía pura. Vive feliz, no llora casi nunca, no hace berrinches. Estoy sorprendida en verdad. La maternidad no es como me la imaginaba.

Sí, me canso luego de cuidar y jugar con ella todo el día, pero esa niña es tan especial. No da problemas nunca, es dulce y simpática con todos, es un placer estar alrededor de ella. Estoy resultando ser una buena madre y no es mérito mío para nada. Es de Emma, Peeta y mi madre. Ellos lo hacen todo más llevadero para mí.

Mi madre regresó a su trabajo en el distrito 3 hace dos meses. Haymitch no ha estado demasiado amigable desde entonces. No creo que deba inmiscuirme en sus asuntos. Debería de arreglarlos él mismo. Si en serio está interesado en mi madre, debería hacer algo. Se notaba que ella no quería irse, que esperaba por algo para quedarse, aunque igualmente viene cada fin de semana a visitarnos, es distinta su actitud ya.

Yo le pedí que se quedara pero ella dijo que no, que necesitaba pensar y estar sola. Que quedarse aquí la confundía y hacía mucho tiempo que no se sentía así, debía pensar. Le pregunté si era por Haymitch y me contestó que eso ya lo sabía y no debía hacerme la desentendida porque ella ya se imaginaba que yo lo había intuido.

Al parecer algo ocurrió entre ellos antes de la partida de mi madre porque ella estaba dolida y él enfadado. Me he controlado para no indagar pero es demasiada la curiosidad. Peeta me dice que no me meta, que los deje a ellos solucionar las cosas, por algo son adultos.

Hoy cumplimos 18 meses de casados con Peeta. Es increíble como ha pasado el tiempo. Nuestra relación es maravillosa. ¿Se puede amar tanto a alguien para toda la vida? Siempre me hice esa pregunta. Y solo ahora conozco la respuesta.

Sí, se puede.

Amo tanto a mi familia, esta vida, que despierto cada mañana temiendo que haya sido todo un sueño. Que nada es en realidad cierto. Pero luego siento la calidez y la presión del cuerpo de mi esposo al lado mío y respiro felizmente.

Hoy es el primer cumpleaños de Emma. Mi querida niña ya camina por su cuenta y es de la altura de mis rodillas. Su cabello ha crecido hasta los hombros apenas y cae café en suaves bucles. Su primera palabra fue "emish" a los siete meses. Haymitch.

Ama a su padrino, es el que más la consciente. Luego del nombre de él dijo "Amá" y "apá" y ahora pronuncia perfectamente Papá y Mamá. Haymitch sigue pronunciándolo mal porque es un nombre difícil, a veces le llama "paíno" (padrino). A mi madre le dice "abu". Y habla demasiado, canta conmigo, le ayuda a cocinar a Peeta y cuida con Haymitch las cabras.

Peeta le ha preparado un pastel grande y rosa, ya que es su color preferido y abriremos juntos los tantos regalos que ha recibido de parte de Johanna y Gale, Plutarch, Annie y Fin, Favius, Venia y Octavia...etc. Hay muchas personas que nos aprecian y quieren a nuestra pequeña.

Mi madre vive en el 12 nuevamente pero no con nosotros. En una de las casas de la Aldea de Vencedores. Ella es la nueva doctora del distrito y atiende a los pacientes allí. El doctor Johns tenía mucho trabajo, ya que el distrito se ha renovado y vive mucha gente aquí nuevamente, y le propuso compartir el trabajo a mi madre, más bien, le rogó por ayuda.

Alianza - (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora