Capítulo Veinte

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                            Capítulo Veinte

 

            Han pasado diez días desde que Haymitch nos habló por última vez. Desde entonces no ha salido de su casa. Sólo ha hablado con Effie por teléfono, no le ha abierto la puerta a nadie, así que Effie ni se molesta en venir al 12. Peeta y yo estamos realmente preocupados, no entendemos su reacción. Effie dice que le demos espacio, que cuando recapacite, nos hablará. También dijo que sigue sobrio, que no nos preocupemos demasiado.

Ella al contrario de él, nos felicitó con gritos a través del teléfono. Mi consuelo es que Effie hará a Haymitch entrar en razón, ella es quién más lo conoce.

Johanna y Gale se fueron hace cinco días de vuelta al Capitolio, prometieron volver de visita pronto y me aseguraron que la noticia del bebé se la callarán hasta que nosotros decidamos darla a conocer. Imagino la emoción de los distritos al enterarse de que Peeta y yo estamos esperando un hijo, será una locura. Cuando nos casamos, transmitieron en toda la Nación fotos y videos de ese día. Peeta y yo no las vimos porque estábamos pasando la luna de miel en nuestra cabaña. Los trágicos amantes del distrito 12 por fin siendo felices y ya no más trágicos… eso sí que les agrada a todos.

Mi bebé está bien, he estado viendo al doctor Johns un día por semana. Mi madre se ha mudado con nosotros y lo ayuda al doctor y a su esposa, les enseña sobre sus plantas medicinales. Mi esposo y ella se han complotado, son un equipo fuerte, no me dejan hacer nada, me miman, me atienden, Peeta me cocina lo que yo desee y me hace el amor con frecuencia pero dulce y cuidadosamente.  Lo único que hago es estar todo el día escribiendo o a veces voy al quemador, a veces ayudo a Peeta en la panadería, ya no voy más a cazar. Pero no extraño eso, creo que es por la necesidad de cuidar del niño que crece dentro de mí.

-          Katniss, llamó Effie. Dice que ella y un equipo de cámaras del capitolio vendrán a hacerles una entrevista a ti y a Peeta. Llegaran dentro de unas horas. – dice mi madre.

-          ¿Crees que Haymitch lo sepa? – pregunto.

-          No, Effie dijo que adelantó el viaje para ver a Haymitch. Ha vuelto a beber. – mi madre niega cabizbaja. Yo suelto un largo suspiro y me pongo de pie.

-          Voy a intentar hablar con él. Enseguida vuelvo.

-          Ten cuidado, el suelo afuera está algo resbaloso por la lluvia de ayer. ¿Quieres que te acompañe?

Le digo a mi madre que no, que iré con cuidado. Llego a la puerta de Haymitch, respiro hondo preparándome para el olor a alcohol de la casa y giro picaporte para abrir la puerta. Está cerrada, Haymitch no debe querer hablar con nadie para mantener cerrada con llave su casa cuando nunca lo ha hecho.

-          Haymitch, sé que estás allí. ¡Por favor abre! – grito para que me oiga desde adentro.

Espero, nada. No se oye nada. Intento una vez más.

-          ¡Haymitch madura de una vez! Effie llegará dentro de unas pocas horas porque está preocupada por ti.  – le digo, y sé que me oye porque se escucha el correr de una silla.  – Hablemos por favor. No puedes comportarte así. ¿Cuál  es tu problema?

Alianza - (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora