Capítulo Dieciocho
Despierto pacíficamente, con alegría y recuerdo el porqué de estos sentimientos. Peeta. Estiro mis brazos hacía el lado izquierdo de la gran cama y solo palmo sabanas arrugadas. El lugar de mi esposo está vacío. Abro los ojos para comprobarlo y me encuentro con el escrutinio de alguien sentado en una silla a unos metros de distancia. Abro bien los ojos y me siento derecha en la cama.
- ¿Me buscabas preciosa?
- Por supuesto. Yo siempre te busco. – le digo a Peeta con una gran sonrisa. Él estaba velando mi sueño, esperando a que despertara. Veo que tiene una bandeja con el desayuno preparado justo en frente de él.
- ¿Me preparaste el desayuno? ¿Hace cuánto tiempo que estas despierto? – le pregunto poniéndome de pie, sintiéndome extraña. Los ojos de Peeta se agrandan y suelta un gruñido. Lo miro ceñuda sin entender su expresión.
- Amor… estás desnuda. Cúbrete por favor. – dice nervioso. Miro hacia abajo a mi cuerpo descubierto y luego de nuevo a Peeta.
- ¿Por qué quieres que me cubra? ¿Es que acaso te distraigo? – pregunto robando la frase de Finnick. Querido amigo, solo pensar en él, me hace sentir no tan juguetona como pretendía parecer.
- Sí, sabes que si me distraes. Mucho. – remarca el mucho poniéndose de pie y evidenciando su erección. Yo sonrío satisfecha. Amo tener ese control sobre él. Porque solo yo lo tengo. Con solo dirigirle una mirada o unas palabras seductoras, él se endurece para mí. – Tenemos que salir amor, por favor vístete.
- Está bien. ¿Dónde vamos? – pregunto poniéndome mi bata de seda verde.
- Al médico. Tenemos que sacarnos esa duda cuanto antes. – y con eso recuerdo lo de anoche por completo. Me tenso sin querer. Trago con dificultad. Peeta me abraza y yo le sonrío. – Primero come, luego si quieres, me ducho contigo. Pero brevemente. – dice aclarando, como si yo fuera a abusar sexualmente de él. Aunque sospecho que eso es lo que él desea. Rio y me siento a devorar las tostadas, el jugo, la leche y los huevos que preparó para mí. Luego ambos nos dirigimos a la bañera. Él no se desviste al principio, solo me ayuda a enjabonarme hasta que no puede más y se quita la ropa. Hacemos el amor rápida e intensamente, nos vestimos, me peino en una trenza y salimos de la casa.
- Oh por Dios, me olvidé completamente de Johanna y Gale. – afirmo alarmada mirando a Peeta. – ¿Dónde están?
- Tranquila, salieron muy temprano en la madrugada, cómo a la hora en que nosotros estábamos bastante ocupados, para oírlos. – me informa Peeta divertido y me guiña un ojo. Yo no puedo evitar sonrojarme, llegando a la conclusión de que quizás sí nos hayan oído. – En fin, dejaron una nota avisando que iban al bosque a cazar y que regresaban por la tarde antes de la hora de la cena.
- Oh, genial. – digo pensando en el hecho de que era lo mejor así no los dejábamos solos para ir al médico, teniendo que inventar una excusa. No podíamos decirles adonde íbamos. No todavía.
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Alianza - (Completa)
Fanfiction¿Qué sucedió luego de las muertes de Prim, Snow, Coin? ¿Qué sucedió con Katniss y Peeta para que decidieran estar juntos? Antes de los hijos, su reencuentro, la decisión de ser felices juntos, la necesidad del uno con el otro, fueron factores determ...