Cap 30. Te Amo. Mi Alpha.

50.6K 3.2K 836
                                    

POV. Lena White Jakobsson

- ¿En serio tienes ganas de bañarte a esta hora? - Me pregunta confuso Dominic mientras yo me quedó en ropa interior y me adentro al lago, bajo una arbolada que impide que las personas alrededor del lago me vean en la pequeña islita del medio, bajo los frondosos árboles.

- Es solo que la Luna me lo indica. - Digo sonriente sin dejar de ver su esplendor en el cielo. Este sonrió abrazándome.

- ¿En serio habla contigo? -

- No solo ella - Admito. - Parece que me susurran cosas. - Digo descansando mi cabeza en el tronco hundido, en el lago, de un árbol. - Si sé que últimamente parezco loca, pero cualquiera se vuelve loca si te susurran tanto al oído. -

♡~♡ ♡~♡ ♡~♡



- Todavía me pareces cuerda. - Dominic me sujeta por la cintura y hace descansar su erección en mi espalda. Enarco una ceja sorprendida al sentir mi entrada comenzar a lubricar. - Es solo que tu olor varía mucho últimamente y es irresistible. - Se excusa. - Estas volviendo loco a Braun, y a mí al mismo tiempo. - Dice besando mi cuello desnudo.

- Lamento eso, pero ¿Aquí? ¿Qué tal si esperamos llegar a casa? Yo solo quería un rápido chapuzón. - Intente negarme, un poco nerviosa.

- Eso no es lo que parece si me provocas de esa manera. - Negó presionando un muslo, haciéndome enrollar mis piernas alrededor de su torso, mientras él se acercaba lo suficiente como para besarme lentamente. - De todas maneras sabías que así iban a terminar las cosas. - Dijo mostrando una sonrisa en sus labios que descansaban sobre los míos.

- Démonos prisa, no quiero interrupciones. - Rogué restregándome contra su cuerpo, sin dejar de ver sus ojos dilatados, pero estos pasaron a ser negros en su totalidad, como la noche y yo contuve el aliento.

- Siempre estás tan lista y preparada para mí. - Restregó su nariz contra mi cuello mientras, extrañamente me desbordaba de lubricación llegando a empapar mis muslos como en su celo.

- ¿Braun? ¡Ngh! - Su lengua se paseó por mi cuello.

- Él mismo maldición. - Las venas de su cuello resaltaban, su ahora enorme erección cerca de mi entrepierna parecía palpitar tan dolorosa, como lo es mi entrada necesitada de su atención. - ¿Sabes lo que me cuesta contenerme contigo? - Murmuro cerca de mi oído, con esa característica voz ronca, mi cuerpo se estremeció de inmediato haciéndome lubricar aún más, mi cuerpo respondía a la orden de mi Alpha. - Parece que no soy el único cariño. - Me sonrió casi con burla.

- Hazlo ya, por favor. Por favor. - Rogué ante la horrible sensación de dolor, sabía que era su culpa y se divertía teniéndome a su merced.

- Así te ves hermosa. - Unió sus labios a los míos de manera cálida, entreteniendo a mi lengua, mostrándome lo mucho que me necesitaba y que yo le pertenecía. - Rogando por mi nudo. - Asentí totalmente perdida, en sus ojos podía leer lo mucho que le costaba controlarse incluso en su forma lobuna, sonreí.

- No sé a qué estas esperando. - Murmuré con muy poca paciencia. - Si no te das prisa van a vernos. -

- Que importa eso, así verán como su Luna me pertenece. - Lamió mi labio inferior posesivo, reí sin querer. - ¿Te gustaría eso? – Preguntó con el ceño fruncido y un poco molesto. Suspiré restregando mi entrada sobre su erección, esperando ansiosamente por él.

- Por favor mi Alpha. - Rogué nuevamente, nerviosa porque alguien realmente nos viera.

- Relájate ya les pedí a todos que no se acerquen al lago. Nadie va a verte así, más que yo. - Presionó fuerte mis muslos haciéndome lubricar más, mostrándome esa perversa sonrisa. - Con Dominic no tengo otra opción. - Reí nerviosa, cuando sacó su erección poniéndola sobre mi entrada, rozándola de manera tortuosa.

Dulce Luna Mía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora