Q U I N C E

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Jungkook volvió a intentar llamar a Taehyung, pero lo enviaba a buzón siempre. Soltó un bufido y se alejó de la mesa de cócteles y alcohol. Buscó con la mirada a Seokjin o incluso a Namjoon, pero para su sorpresa, alguien jaló de su muñeca y lo giró para que él lo mirara.

—Hola, hermanito. —dijo Jimin.

—¿Qué quieres, Park?

—¿Tomamos algo? Hace tiempo que no hablamos tanto. Extraño eso. —dijo Jimin a Jungkook.

Pero antes de que Jungkook pudiera contestar, Min Yoongi apareció al lado de Jimin, colocándole una mano encima del hombro derecho.

—Hola, pequeño. —dijo Yoongi sonriente. —Hola, Jeon.

—¿Qué necesitas, Min? —dijo Jimin, quitándole la mano del hombro.

—Quiero hablar contigo, pequeño. —se acercó a su oído para susurrar. —Te veo en el baño. —puso la mano en la espalda de Jimin y la bajó hasta dar con su trasero. La retiró y se fue.

Jimin volvió la mirada a Jungkook, pero este ya no estaba. Jimin se pasó una mano por el cabello y soltó un gruñido.

—Hoy no te me escapas, hermanito. —caminó por la pista y se tropezó con una mujer.

—Joven, Park. —dijo ella.

—Soomin, querida. —le dio un beso en la mejilla.

—¿Dónde dejaste a Min? —preguntó ella. —Pensé que tenías su cabeza como lo habíamos acordado, Jimin. ¿Qué pasó? —se movió la cabellera rubia.

—Es muy difícil de atrapar, Soomin. Sí lo quieres muerte, tiene que darle por donde más les duele. Pero el problema de ese loco, es que no tiene ni una pizca de piedad. —dijo Jimin, mirando a lo lejos. Se metió las manos en los bolsillos del pantalón.

—Él también estaba ofreciendo tu cabeza a un precio muy alto. —dijo ella y le dio un trago a la copa de vino rojo que bebía. —Ustedes dos tienen mucho en común.

Jimin levantó una ceja y la miró con una sonrisa.

—Él fue el causante de que mis demonios salieran. —se lamió los labios y vio a Yoongi subir las escaleras del segundo piso. —Si me disculpas, Soomin. Tengo que acabar con algo. —y se fue.

La mujer lo vio subir las escaleras del segundo piso y Namjoon se le acercó por detrás.

—Necesitamos a Taehyung, ¿Dónde mierda está? —dijo ella.

Jimin caminó por el lujoso pasillo lleno de puertas altas y blancas. El olor a frutas y vainilla penetró su nariz.

—¿Yoongi? —se detuvo en la mitad del pasillo.

El teléfono de Jimin vibró en su pantalón.

"Juguemos a las escondidas, mi pequeño."

Y las luces de toda la gran casa de apagaron. Se escuchó las personas gritar cuando del arma salían y salían las balas que los sujetos del primer piso disparaban.

—Maldito... —y antes de que Jimin pudiera huir. Le taparon la boca y lo arrastraron dentro de una habitación.

—Vamos a jugar... —cantó en su oído. —Será muy divertido matarte.

Jimin forcejeó, pero Yoongi lo estampó contra la pared, haciendo que se golpeara la cabeza.

—Trata de encontrarme en la oscuridad, pequeño. —dijo Yoongi cerrando la puerta. —Sí te crees un psicópata, encuentra a tu víctima.

𝐃𝐞𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫: 𝐯𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐫 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora