V E I N T I D O S

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Seokjin pasó por la celda de Taehyung y Jimin. Abrió la reja y se detuvo frente a ellos.

-Park, tu abogado está aquí. -dijo Seokjin.

Jimin, quien se encontraba sentado en una las camillas. Le dio una mirada a Seokjin y se levantó de ella. Caminó hacia él y le sonrió, levantando una mano y colocándole encima del hombro de Seokjin.

-Ayúdame a salir de esta, Kim. Prometo ser gentil contigo. -le dijo Jimin y deslizó su mano por el pecho de Seokjin.

-No me manipules, Jimin. Sabes que no te ayudaré a salir de aquí.

Jimin apartó la mano del pecho de Seokjin y lo miró a los ojos, penetrando los suyos con sus rasgos serios.

-¿Qué? ¿Me vas a matar? -rio Seokjin. -Te recuerdo que yo soy el único que te puede ayudar a salir o... No. -Seokjin se apartó de Jimin y le dejó espacio para que el saliera de la celda. -Vamos, te están esperando.

-¡Me muero por saber quién será mi defensor! -dijo eufórico con una sonrisa en sus labios. De hecho, una muy grande.

Salió de la celda, mirando por el hombro hacia Taehyung, quien descansaba en la camilla de arriba.

-Y créeme que no te gustará saber quién es. -le dijo Seokjin a Jimin, cerrando la celda.

Seokjin lo cogió por el brazo y lo arrastró fuera de las celdas. Mientras los invadían los gritos de los otros presos insultando a Jimin y diciéndole cosas asquerosas. Jimin solo les sonreía y los saludaba con la mano. Llegaron al final de las celdas, Seokjin empujó una puerta y entró a Jimin al lugar. Le dijo que siguiera por el pasillo largo y un poco oscuro, hasta la puerta del final. Seokjin no era idiota, eso era obvio. Pero quería probar a un asesino si se podía escapar.

Seokjin cerró la puerta desde afuera y le colocó el código de seguridad. Miró por la pequeña ventana de la puerta y vio como Jimin se dirigía a paso lento hacia la puerta del final. Seokjin sonrió y se alejó de la puerta. Caminó hacia su izquierda y empujó una puerta café, la cual por dentro tenía las cámaras de la prisión y la de la habitación en la que iba a estar Jimin. Se sentó en la silla con ruedas en la parte de abajo y subió los pies a la mesa, mientras esperaba la reacción de Jimin cuando entrara por aquella puerta.

Jimin llegó a la puerta que le había dicho Seokjin y su vello corporal se erizó al poner su mano derecha en el pomo y girarla hacia la izquierda. Pues, esa sensación de miedo y nerviosismo lo invadió cuando empujó un poco la puerta para entrar.

Al principio no escuchó nada, solo la suela de algunos zapatos caminando de a allá, su cuerpo empezó a temblar por extraña sensación que tenía de encontrarse con alguien que conocía. Soltó un suspiro y empujó la puerta del todo, mantuvo la mirada baja hasta caminar hacia la silla y la mesa. Jaló la silla y sentó en ella, acomodando sus codos en la mesa y abriendo un poco sus palmas para poner su rostro encima de ellas.

Levantó la mirada y lo primero que vio fue a un hombre de espaldas. Jimin ladeó la cabeza y lo miró de pies a cabeza. Pues no lo conocía. El hombre se giró con las manos dentro de sus bolsillos delanteros del pantalón y le dio una mirada sería a Jimin. El último mencionado le sonrió y le levantó la mano para saludar.

-Eres mi abogado. -sonrió. -Siéntese por favor.

El hombre con rasgos finos y hermosos. Altos maduros y un poco serio. Se ajustó el saco azul oscuro y caminó hacia la mesa. Con un movimiento rápido, golpeó la superficie de la mesa haciendo que Jimin pegara un salto por el sonido fuerte.

-Solo diré que trabajo como abogado para ti, pero también soy el fiscal de tu caso, señor Park. -le dijo. -Soy el fiscal Lee.

Jimin levantó la ceja y se acomodó en la silla.

𝐃𝐞𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫: 𝐯𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐫 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora