N U E V E

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Cuando Jungkook y Hoseok llegaron a sus asientos, Jungkook cogió que estaba al lado de la ventana dejando a Hoseok por el pasillo. Las puertas del avión se cerraron y luego de dos minutos, la voz de la azafata salió por los altavoces del avión anunciando las reglas que tenían que seguir en el avión. Luego de eso, habló el capitán y anunció el despegue.

Jungkook le dio una mirada rápida a Hoseok y se acomodó en el asiento.

— Adiós Kansas... — dijo Jungkook en suspiro.

— Adiós infierno. — dijo Hoseok con una sonrisa.

Pero, lo que ellos no sabían, era que infierno los había seguido y estaban a cinco asientos atrás de ellos. Hoseok se acomodó en la silla y cerró sus ojos ya que serían dos horas de vuelo. Jungkook, por otro lado, estaba muy concentrado en las nubes cuando el avión ya había subido. Fue ahí, cuando su mente empezó a jugar con él, recordándole la noche anterior.

Dos asientos atrás, se encontraba Taehyung perdido en su música, mientras trataba de no pensar en Jungkook. Aunque la razón verdadera por la que él viajó, fue por Hoseok. Necesitaba decirle que se alejará de Jungkook y enseñarle lo bueno de ser enfermo. Pero lo que Taehyung no sabía, era que Hoseok estaba dispuesto a ser como ellos.

Jimin, quien estaba en los asientos de primera fila. Disfrutaba de un café a su gusto, mientras que en su cabeza no dejaba de pensar lo que haría cuando aterrizara en los Ángeles. Quería que su hermano lo viera, quería que estuviera con él y que los dos pudieran bañarse en sangre, dolor y balas. Eso era lo que quería Jimin. Yoongi, quien estaba a cuatro asientos detrás de Jimin, se mantenía perdido en la belleza de su pequeño. El cabello rojizo lo traía loco, ya que le hacía recordar la sangre que brotaba de los cuerpos que él mataba. Le encantaba.

Se lamió los labios y con un rápido movimiento, se levantó de la silla. Pasó por los asientos, hasta dar con el de Jimin. Solo lo miró y se acercó a la cortina que separaba a primera fila, con segunda. Yoongi le guiñó un ojo y pasó a segunda fila. Corrió la cortina detrás de él y Taehyung lo vio. Maldijo en voz baja, bajó la cabeza escondiéndose de él. Yoongi lo pilló. Sonrió ante ello y cambió su mirada a los asientos en los que estaban Hoseok y Jungkook. Levantó una ceja y cuando iba a caminar hacia ellos, entró un mensaje.

"Al baño, Min."

Sonrió al ver el mensaje de Jimin. Levantó la mirada de su teléfono y dio un paso hacia atrás, buscó el baño con la mirada. Lo encontró, se guardó el teléfono en uno de los bolsillos delanteros y se acercó a la puerta. Tocó.

— ¿Pequeño? — un gemido le respondió. El corazón de Yoongi le dio un salto. — Pequeño, ábreme.

— Yoongi... Mmhh... — gimió un poco más fuerte. Yoongi trató de abrir la puerta.

—Jimin, déjame ayudarte. Abre la puerta. —dijo Yoongi al sentir su miembro levantarse.

— Mmhh... Un poco más... — Yoongi apretó lo puños y acercó su oído a la puerta del baño. Escuchó los jadeos de su pequeño. Llevó una mano a su bulto creciente y se mordió el labio inferior. Él solo lo imaginaba, imaginaba lo que estaba haciendo su pequeño ahí dentro. Solo y sin ayuda.

— Jimin... Déjame entrar... — dijo Yoongi.

— Mmhhh, un poco más... — jadeó Jimin. Yoongi golpeó la puerta con fuerza.

— Déjame entrar, Jimin. Malditasea, te arrepentirás si no me dejas... — el miembro de Yoongi dolía y palpitaba por atención. Golpeó con el puño la puerta.

𝐃𝐞𝐣𝐚𝐦𝐞 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐫: 𝐯𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐣𝐮𝐠𝐚𝐫 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍⇠ 🅒 ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora