Arrepentimientos.

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El beso fue maravilloso.

Nos separamos por falta de aire.

—Te quiero Amy.— Decía Eliott acariciando mi pelo.

—Yo...-

No pude responder, la imagen de Jason invadió mi mente y aquel hermoso momento.

Lo único que se me ocurrió fue salir de esa habitación.

Salí corriendo.Las lágrimas caían de mis ojos.

—¿Se encuentra bien señorita?.— pregunta una enfermera.

—Si.— Dije mientras limpiaba mis lágrimas.

No puedo estar enamorada de Eliott,no puedo,ni debo, él no me conviene.

—¿Y su novia?,¿Ya se fue?.— pregunta la enfermera.

—Supongo que si.— Decía Eliott.

—No se preocupe, esta misma noche le daremos el alta.— Decía la enfermera sonriente.

Estuve toda la tarde caminado, plasmando ideas y reflexionando sobre lo mal que he hecho las cosas desde que salí del orfanato.

Espera, ese es Jason,mierda.

Intenté dar la vuelta pero ya era tarde, me había visto.

—Amy.— gritaba Jason de lejos.

—Oh Jason, no esperaba verte.—

—¿Acaso no quieres verme?.— Pregunta Jason preocupado.

—Claro que no, es decir, que si quiero verte.— Dije nerviosa.

—Genial, porque yo también tenía muchas ganas de verte después de lo que pasó el otro día en la casa de ese tío.— Decía Jason acariciando mi mejilla.

—Em, si.—

—¿Quieres que acabemos lo que empezamos?.— pregunta Jason susurrando en mi oído.

Me puse muy nerviosa y me aleje.

—No creo que sea el momento.—

—¿Porque?.— Pregunta Jason.

—Tuve un día complicado, estuve toda la noche en el hospital.—

—¿En el hospital?, ¿Que ha pasado?,¿Estas bien?.— pregunta Jason nervioso.

—Yo si, pero Eliott no.—

—¿Que ha ocurrido?.— pregunta Jason.

—Tuvo un accidente de coche por mi culpa.— dije apenada.

—No creo que fuese culpa tuya.— Decía Jason mientras me abrazaba.

—¿Quieres venir a donde me hospedo?.— Pregunta Jason.

—Está bien, solo un rato.—

Aprovecharía ese momento para hablar con él.

—Eliott, ya puede marcharse,¿Quiere que le llame un taxi?.— Pregunta la enfermera.

—Si por favor.— Decía Eliott acomodándose.

Al cabo de unos minutos vino el taxi.

—A la calle Park way.— Decía Eliott.

Al poco tiempo llegó.
Abrió la puerta y vio a Rosa y a Hannah muy preocupadas.

—¡Joven Eliott!.— Gritó Rosa.

LA ELEGIDA © #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora