LA ELEGIDA © #Wattys2019

Despedida de soltera.

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A la mañana siguiente me desperté con mucho sueño.

El desayuno ya estaba en mi mesilla, unos huevos fritos.
Desayune, y me vestí con lo más cómodo que tenía,un simple chándal.

Al bajar las escaleras que me quede sorprendida al ver a los padres de Alan en la sala junto a él.

Intente dar la vuelta pero ya era tarde, me habían visto.

—Hey Amy ¿Ha donde vas?.— pregunta Alan.

—Mmm nada, se me había caído el coletero.— dije nerviosa.

Sus padres no paraban de observarme detenidamente, sobre todo mi vestimenta.

Alan podía haberme avisado de que venían, me hubiese arreglado un poco más.

—Hola querida.— Decía su padre abrazándome.

—Felicidades Amy cazaste a mi hijo.— Decía la madre sin mover ni un músculo.

—Cariño cazó el corazón de nuestro hijo.— Decía el padre rodeando con el brazo a su mujer.

—Tienes razón papá.— Decía Alan sonríete.

—Bueno.... ¿Que les trae por aquí?.— pregunté.

—Bueno como sabrás vas a entrar en nuestra familia y queremos saber de ti y no solo es como eres, si no, en como estás.— Decía la madre.

—¿A que se refiere?.— pregunté.

—Háblame de tu Amy, y me refiero a que necesito hacerte chequeos médicos, pero tranquila te los hará el médico de la familia, el es muy bueno en su trabajo y confidencial.— Decía la madre.

—¿Chequeos médicos? Pero si estoy sana.—

—Amy si quieres entrar en nuestra familia debes hacértelo, ¿Como sabemos que no tienes ETS o algo peor?.— Pregunta la madre.

—Perdona señora, pero yo no tengo ninguna ETS.— Dije enfadada.

—Tranquila Amy solo es por descarte.— Decía el padre.

Me fui a la cocina dejando a los padres de Alan en la sala.
Podía sentir a Alan detrás de mi.

—Amy espera.— Decía Alan.

—Alan, ¿Estas de acuerdo con esto?.—

—Amy es una de las tradiciones de mi familia, igual que la tuya de esperar a que nos casemos, yo respete la tuya, respeta la nuestra por favor.— Decía Alan.

—Alan...—

—Por favor Amy.— Decía Alan abrazándome.

—Está bien.—

—Ahora ve a cambiarte, vamos a salir todos juntos al cine.— Decía Alan.

—¿Quienes son todos?.— pregunté.

—Mis padres, Alis, Eliott...—. Decía Alan.