Oscuridad.

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Apunté la dirección y fui en busca de las llaves del coche de Eliott.

Cuando las conseguí y abrí la puerta, Jason despertó.

—¿A donde vas?.— Preguntó Jason.

—Te traeré tu anillo.—

Al cerrar la puerta oí a Jason gritar.

Me monté en el coche de Eliott y empecé a conducir a la dirección que Hades me había mandado.

Estaba aproximadamente a 1 hora de él.

El camino fue largo, pare en una gasolinera para ir al baño.

Durante el recorrido vi muchas caravanas.
Estaba apenas a 15 minutos de su ubicación.

Me encontraba en una carretera con muchos árboles alrededor, diría que es un bosque.

A lo lejos pude ver un pequeño garaje, no había nada a su alrededor, solo un callejón vacío con muchísimos papeles y coches que parecían de desguace.

Aparqué el coche y salí.

Hacía frío y todo estaba muy oscuro, salvo una pequeña parte que estaba alumbrada por una pequeña luz en la entrada del garaje.

En la puerta había dos tipos, eran altos y bastante fuertes.
Quise entrar pero no me dejaron.

—No puede pasar.— Decía uno de los tipos.

—Necesito hablar con Hades.—  Dije entre gritos.

La música estaba a tope, apenas escuchaba mi voz.
Al escuchar el nombre de Hades me dejaron pasar.

Entré en el lugar y todo estaba semi oscuro, unas luces de colores en el techo alumbraban el lugar.

Olía fatal, había muchos tipos drogados, mareados y fumando cosas ilegales.

A lo lejos vi a Hades toqueteando a una chica con ropa muy ligera.

Me acerqué a ellos y la chica me miraba de arriba abajo.

—Oh Amy, creí que no te atreverías a venir.— Decía Hades sacando un cigarrillo de su bolsillo.

—¿Está quien es?, ¿Otra de tus prostitutas?.— Preguntó la chica mirándome con asco.

—¿Perdona?, no soy ninguna prostituta.—

La chica se acercó a mi , tenía su cara frente a la mía.

—¿Hueles a fresas?, que asco.— Decía la chica escupiendo al suelo.

Hizo una pompa de chicle lo que hizo que me diese en los labios.

Hades notó que me estaba enfadado.

Pero no hacía nada simplemente sonreía.

La chica daba vueltas sobre mi.

—Me gusta ese vestido, dámelo.— Decía la chica.

—No,es mío.—

La chica tiró de mi vestido intentado quitármelo.

—No me toques.—

Me aparte de ella y choque contra Hades.

—Bueno chicas ya basta, Samy ve a por bebidas.— Ordenó Hades.

La chica lo miró y asintió.

—Dame el anillo.—

—Antes vamos a divertirnos un poco.— Decía Hades sujetando mis caderas.

LA ELEGIDA © #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora